Editorial. Viernes 30 de Octubre . Tomado de Diario Co Latino.
El Salvador nunca debió esperar a que llegara un gobierno de iz-quierda para reivindicarse con el hermano pueblo cubano, pues, bastaba tener el más mínimo conocimiento de democracia, soberanía y solidaridad para condenar el bloqueo que Estados Unidos mantiene contra Cuba.
Claro, los distintos gobiernos de El Salvador, que desde principios de 1960 rompieron relaciones diplomáticas y comerciales con el heroico pueblo cubano, seguían simplemente, las directrices de la primera potencia mundial, Estados Unidos, y su política imperial.
En la OEA o en la ONU, para vergüenza de miles de salvadoreños y salvadoreñas, los diferentes embajadores solo levantaban la mano, de forma automática, al tiempo que lo hacía el representante estadounidense para castigar al pueblo de José Martí con el oprobioso bloqueo.
Pero Cuba no sólo recibió el voto en contra, de los gobiernos salvadoreños, sino también, malcriadezas, como las del ex presidente Francisco Flores, quien entabló una discusión contra el entonces Presidente de Cuba, el Comandante Fidel Castro, para reclamarle la supuesta intervención de Cuba en los asuntos internos de El Salvador.
El Comandante Castro respondió al insolente Flores, el contubernio de su gobierno con un grupo terrorista cubano-americano, el que se instaló en territorio salvadoreña, al mando de Luis Posada Carriles.
El terrorista Posada Carriles, quien en la década de los 70 derribó un avión cubano que recién había despegado de Venezuela con la selección de esgrima y otros pasajeros, utilizó el territorio salvadoreño para preparar acciones terroristas contra Cuba en la década de los 90.
Todo fue documentado por Cuba, y en tiempo del Gobierno de Armando Calderón Sol, lo había advertido la inteligencia cubana.
Ni Calderón Sol ni Flores hicieron nada contra el terrorista Posada Carriles, sino todo lo contrario, pues, no solo le dieron identidad falsa, sino también la cobertura necesaria para que realizara sus fechorías. Dos salvadoreños guardan prisión en Cuba, por realizar atentados en hoteles, en la isla.
Pese a lo anterior, en épocas difíciles, como epidemias o el huracán Mitch o durante los terremotos, Cuba siempre ofreció su mano amiga y solidaria, al mandar médicos a colaborar o al ofrecerlos.
Durante nuestra guerra civil, Cuba fue el país que acogió a los lisiados de guerra de la guerrilla, a quienes dio cura y casa.
Más adelante, pese a no haber relaciones entre ambas naciones, Cuba acogió a miles de estudiantes salvadoreños para que estudiaran medicina, de forma gratuita en la isla. A la fecha, Cuba ha graduado a dos generaciones de médicos y médicas, y en otras disciplinas.
Con la colaboración de Venezuela, ambos países pusieron en marcha otro programa de solidaridad llamado “Plan Milagro”, que consiste en operar a personas de bajos recurso, de enfermedades en los ojos. Más de tres mil salvadoreños y salvadoreños fueron atendidos gratuitamente en Cuba, en donde les devolvieron la vista, y les enseñaron que la solidaridad no es un concepto abstracto o teórico, sino una praxis.
En fin, las motivaciones para sumarse al voto contra el bloqueo criminal estuvieron a la vista, y ha tenido que asumir un gobierno de izquierda, para sumarse por primera vez, en el décimo noveno año de condenas al bloqueo. El año pasado, fueron 185 los países que condenaron el bloqueo, hoy fueron 187, entre ellos El Salvador.
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