¿Por qué no aprendemos?

Escrito por Rafael E. Lorenzana. Sábado, 02 mayo 2009.Publicado en La Prensa Grafica.

Estamos en una etapa crucial en la vida del país por razones de todos conocidas. La crisis económica mundial y local, la transición política, la seguridad ciudadana, la seguridad jurídica, el clamor por un verdadero estado de derecho y sobre todo la evolución de la madurez ciudadana.

Esta última debería ser la base para que tanto los políticos con posiciones de decisión en nuestro aparato gubernamental como los que ejercen su influencia desde fuera de la esfera de gobierno hicieran política. El pueblo ha dado demostraciones, que a todos nos deben de hacer sentir orgullosos de ser salvadoreños. Sin embargo, cada día aparecen acciones que evidencian que se quieren hacer las cosas de la misma forma que el pueblo ha repudiado de muchas maneras.

¿Por qué será que los partidos no quieren recibir los mensajes del pueblo? y ¿por qué será que los militantes de los partidos son tan tibios que no se pronuncian cuando es apropiado, sino hasta que están contra la pared? Algunos militantes de ARENA se ofendían por los mensajes que se publicaban, cuando se cometían arbitrariedades a diestra y siniestra dentro de su partido y se advertía que les conduciría a la pérdida de las elecciones. Hoy, que solo les queda como consuelo haber ganado la Alcaldía de San Salvador, escriben recriminaciones en cualquier medio a su disposición y responsabilizan a los megalómanos dirigentes a quienes no quisieron enfrentar entonces. Basta leer los periódicos y darse cuenta de que muchos han cambiado su discurso después de las elecciones y hoy son mordaces con su dirigencia.

Saben que... el problema persiste. A pocos días de la corta luna de miel, ARENA sigue sin dirigencia clara. Hoy, se descalifica a los candidatos a fiscal general; mañana, se cambia de opinión y se quiere negociar lo que a todas luces cuenta con el rechazo de la población. Los ciudadanos tenemos derecho a sospechar, porque se quiere dejar a un fiscal que ha sido a todas luces un político comprometido y obediente.

Se necesita una oposición fuerte, sólida, propositiva, con inventiva capacidad para negociar. La caja chica cambió de manos, los dineros del pueblo, que no se deben usar para comprar voluntades, hoy están en otras manos. Los cargos públicos ya no deben ser monedas de negociación estúpida. Las cosas no pueden seguir de la manera que ha sido costumbre. ARENA tiene en sus filas excelentes ciudadanos que merecen la oportunidad de colaborar con sus manos limpias.

Por otra parte el FMLN también debe recordarse cuando fueron oposición. No es posible que se quiera llevar a políticos altamente comprometidos con el partido a la Corte Suprema de Justicia, aunque sean de gran capacidad jurídica, porque eso va contra el discurso que desde su posición de oposición siempre mantuvieron. El FMLN al igual que ARENA tiene personas simpatizantes que son muy capaces y podrían representar a los “salvadoreños” en la suprema corte. Sus representantes partidarios pueden colaborar, como buenos ciudadanos, en posiciones que son más aceptables para las negociaciones políticas. Se predica con el ejemplo.

Este pueblo envió el claro mensaje que desea que las decisiones sean tomadas por las mayorías representadas legítimamente por los partidos ARENA y FMLN, no por aquellos que aprovechándose de las debilidades del sistema electoral consiguen diputados, algunos con oscuros intereses. Ya no se vale ignorar lo que el pueblo quiere.

Urge que la Comisión Política de ARENA dé el paso al futuro y remueva de su dirección al fracaso, aunque existan once millones de razones de por medio.