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2009/05/28

Dagoberto Gutiérrez: "El planteamiento socialdemócrata en una sociedad como la salvadoreña no funciona"

Escrito por Dagoberto Gutierrez.  21 – 26 de Mayo de 2009. Publicado en Tendencia Revolucionaria.
El poder sigue siendo el mismo. Cuando hablamos de poder, en este caso, estamos hablando de una clase de poder, de la almendra de los poderes, que es lo que se llama "poder político".

Líder de la Juventud Comunista, de AGEUS, diputado por la UDN, comandante dentro del FMLN guerrillero, diputado -otra vez- por ese partido. Ahora, el abogado Dagoberto Gutiérrez alterna su vida entre las labores académicas de la Universidad Luterana de El Salvador -de la cual es Vicerrector-, de investigación jurídica para la UNES, de activista por el medioambiente y de líder de la Tendencia Revolucionaria, un grupo identificado por muchos como de extrema izquierda.

Muy respetado y admirado dentro del movimiento popular, Dagoberto señala la falta de una auténtica transición política en el actual momento de la política salvadoreña. "El poder sigue siendo el mismo", dice, en alusión a que no parece que vaya a llegar hasta el pueblo. ¿La culpa? De la democracia representativa, la que limita los derechos políticos de la gente, asegura. ¿La socialdemocracia? No sirve para este país, a juicio de Gutiérrez.

Si hablamos de transición política, hablamos de un tránsito del poder. ¿Se está dando ese tránsito, hacia dónde, y en qué medida?
-Más bien hablamos de un nuevo poder, de la construcción de un nuevo poder a partir de la derrota del antiguo poder. En una transición se ha derrotado un régimen político y se inicia la construcción de uno nuevo. Se entabla, entonces, la lucha entre lo antiguo, que no desaparece, y lo nuevo, que no aparece. ¿Hay transición en El Salvador? El presupuesto es que se trate de un nuevo régimen y no sólo de un nuevo gobierno. Si es solamente un nuevo gobierno, entonces es un problema de traspaso de un gobierno a otro.
-¿Y el poder sigue quedando dónde?
-El poder sigue siendo el mismo. Cuando hablamos de poder, en este caso, estamos hablando de una clase de poder, de la almendra de los poderes, que es lo que se llama "poder político".
-¿Clase política?
-Yo no entiendo de clase política. Para mí clase social son grupos humanos antagónicos, donde uno se apropia del trabajo del otro, debido al lugar que ocupa en la estructura económica de un modo de producción determinado. No entiendo de clase política, entiendo de lucha política, de poder político... y de políticos.
La representatividad en el movimiento popular
-Leyendo una columna de opinión de uno de los hermanos Samayoa, éste hablaba del movimiento popular, al que suele ubicársele más afín a la extrema izquierda, y decía que es un grupo no representativo que se hace llamar "pueblo" para parecer tener la representatividad de la que carece.
-El problema de la representatividad no es problema del movimiento popular, es problema del aparato de Estado, porque la democracia, en este estado, es justamente representativa. En realidad, nadie representa a nadie. Y eso no preocupa al movimiento popular; pero luego ocurre que en El Salvador, en este momento, no hay ultraizquierda, hay izquierdas, de la misma manera en que hay derechas. Probablemente sí haya ultraderechas, pero no ultraizquierdas, no todavía.
-¿Usted no se podría llamar líder de un grupo de ultraizquierda?
-No existe la ultraizquierda en el país. Hay una izquierda partidaria y una izquierda política. La izquierda política es la que hace política, la izquierda partidaria es la que participa en política, sin hacer política. Es que hay una política que es la del Estado, que es ejecutada por el gobierno, y que tiene que ver con la representatividad. El ejercicio de la representatividad es lo que fundamenta y asegura el poder político. Hoy, la política se hace en las comunidades, siempre ha sido así, pero hoy es más evidente. La política pasa por la lucha por el agua, contra las presas, contra la minería, por una política contra el cambio climático. Y hay otro sector de las izquierdas que se dedica a participar en la política de Estado.
-¿Una manifestación del movimiento popular fue lo que sucedió el 1 de mayo en la Asamblea Legislativa?
-Esa es una acción muy importante, pero no se sabe de dónde vino.
-¿A qué es orgánico el movimiento social?
-El movimiento social tiene dos fases: el movimiento social propiamente dicho y el movimiento popular. La frontera entre uno y otro está determinado por la raigambre de su demanda. El movimiento social se convierte en popular en la medida que el problema del poder va apareciendo en el pensamiento, en la acción y en la agenda, es decir, el poder político. ¿Qué es el poder político? Es lo que permite a un determinado sector de la sociedad que el aparato de Estado funcione de acuerdo a sus conveniencias y a sus intereses. Aquél sector que tiene poder político es el que tiene al aparato de Estado a su favor. La lucha política tiene por eso, como su joya más prestigiada, la captura del aparato de Estado.
"Las fronteras entre el movimiento popular y el FMLN no son de acero"
-Se ha expresado una contradicción, por ejemplo por usted, entre el movimiento popular y el FMLN. Sin embargo, Margarita Posada, que lidera parte del movimiento popular, es también miembro activo del FMLN.
-Ella es dirigente de Aprocsal, no se yo que sea dirigente del FMLN. Pero en todo caso las fronteras entre el movimiento popular y el FMLN no son de acero, se pueden franquear, se pueden permear, pero no se confunden.
-¿Cuál es su posición con respecto a la socialdemocracia?
-La socialdemocracia es un proyecto europeo que funciona en la medida que las sociedades dejan de ser antagónicas. Si el planteamiento de la socialdemocracia es un pacto social, esto requiere que el antagonismo de las clases sociales en la sociedad haya menguado. Esa no es la realidad de El Salvador. Aquí, el antagonismo entre las clases sociales es creciente, confrontante y aumentante cada día. Por eso es que el planteamiento socialdemócrata en una sociedad como la salvadoreña no funciona.
-¿Cuál es el problema con la democracia representativa? ¿Por qué no sencillamente profundizarla, y que cada cinco años el salvadoreño decida si adopta un nuevo programa de gobierno más a la izquierda o de regreso a la derecha?
-Si a mí me preguntan si hay democracia en El Salvador, yo digo sí, y hay que remitirse al título tercero de la Constitución. Ahí está planteado que el gobierno es republicano, democrático y representativo. El art. 125 de la Constitución dice que los diputados representan al pueblo entero, y no están ligados por ningún mandato imperativo. El mandato imperativo es aquél que establece la relación entre el elector y el elegido. La democracia representativa corta esa relación. La democracia representativa no establece ningún compromiso entre el elector y el elegido. El mandato imperativo establece la evaluación del elegido por parte del elector; la democracia representativa anula eso. En El Salvador el pueblo no tiene derecho a ser consultado por ninguna ley ni por ninguna política.
El mandato imperativo establece el derecho del elector de revocar el mandato del elegido, cuando en la evaluación se compruebe que el elegido no está cumpliendo sus compromisos. El mandato imperativo es el poder en manos de la gente. La democracia representativa consiste en que cuando vos votás, estás renunciando a decidir, y decidís que otro decida por vos. Esta democracia representativa establece derechos políticos raquíticos, ofensivos y ridículos: a votar, a meterte en un partido político y a ser candidato.
¿Tenés derecho a que se te informe? No. ¿Tenés derecho a que se te consulte? No. Ese es el problema.
-¿Qué sería lo mejor que podría pasar en el próximo gobierno de Mauricio Funes?
-Un cambio de modelo político, un cambio de modelo económico.
-¿Y lo peor?
-Que se convierta en un gobierno más.

2 comentarios:

  1. Interesante el articulo. Esa tesis acerca de por que la socialdemocracia no es viable en ES es certera y facil de comprobar. Estos articulos valen la pena discutirlos para mejorar la cultura politica de la izquierda salvadoreña.

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  2. El Salvador es un pais en donde la izquierda y la derecha se reparten una balanceada cantidad de votos duros. Paradojicamante es la clase media la que esta vez tiro la balanza hacia la izquierda. Por eso y por los conflictos que nuestra "modernidad" (que la cercania a los EEUU junto con la casi 3ra parte de nuestra poblacion residiendo en EEUU, produciendo dolares gratis para ES ) nos imponen, hacen que un proyecto politico mas radicalizado que el que Funes ofrece no sea viable en este momento ni en un futuro cercano. A pesar de la diferencia en la correlacion de fuerzas es Guatemala el pais que mas condiciones tiene para implementar un proyecto politico mas radicalizado debido a la gran mayoria de poblacion indigena discriminada y pobre que tarde o temprano se puede unir y provocar un cambio mas rapido en su sistema de vida. De no ser un proyecto socialdemocrata es algo similar lo viable en nuestro pais. La tarea de nuestros zurdos es reinventarse e producir cosa nueva...nuevita para nosotros. Podran hacerlo? quien sabe...ya veremos.

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