Domingo, 17 mayo 2009. Escrito por Nacho Castillo. Publicado en La Prensa Grafica.
A nadie debiera sorprender esta noticia. Desde hace muchos sabíamos que el dictador venezolano iba a terminar de cualquier forma y más temprano que tarde con cualquiera que osara mostrar sus desacuerdos con su régimen. Antes lo hizo con Radio Caracas Televisión, el medio televisivo más importante del país. También lo ha hecho con los líderes opositores, a quienes ha obligado a buscar el asilo político en otros países.
Para no quedarse atrás, el gubernamental Consejo de Radio y Televisión de Ecuador acusó a Teleamazonas, uno de los 3 canales independientes de ese país, los otros 3 son manejados por el Ejecutivo, de emitir información basada en supuestos que pueden producir perjuicio social. Teleamazonas reportó sobre la existencia de un centro clandestino de votos, durante la recién pasada elección presidencial.
Rafael Correa, Hugo Chávez y Evo Morales llevan adelante una cruzada contra los medios de comunicación, como lo resaltó esta semana un reportaje especial de un periódico de izquierda de nuestro país.
¿Por qué?, hay que preguntarse. Porque una vez llegados al poder no soportan la crítica, que tanto les gustó hacer a través de los medios de comunicación cuando eran simples líderes opositores.
Sin necesidad de hacer mucho análisis es obvio pensar que en Venezuela, Ecuador y Bolivia lo que se intenta es implantar el modelo de información cubano, donde solo el gobierno tiene la potestad de tener medios de comunicación. Peor aún, un gobierno de dos hermanos. Nadie que se autodefina como demócrata puede afirmar que en Cuba existe libertad de prensa, ni ninguna otra, más que la que tiene Fidel y Raúl para hacer lo que les plazca.
Ahora dos grandes empresas televisivas del continente podrían desaparecer. Teleamazonas, uno de los más antiguos de la América del Sur, y Globovisión, nuevo pero con una fuerza envidiable. ¿Y qué pasará con otros importantes medios de comunicación de habla hispana que ven este tipo de ejemplos? El miedo los hará retroceder.
Usted dirá, ¿y a nosotros qué nos importa, si esto ocurre a varios miles de kilómetros de distancia? El problema está en que en El Salvador hay muchos apasionados de Chávez, Correa y Morales que ya iniciaron una campaña contra los medios de comunicación. Cuando lean esta columna la respuesta de ellos será el insulto, como acostumbran.
Hay que ponerle atención a estos zarpazos contra la democracia. El discurso antimedio es una cantaleta muy repetida en los últimos años por la izquierda ortodoxa de nuestros países. Los argumentos del ex vicepresidente de Venezuela, José Vicente Rangel, de que “los medios no defienden al país, por el contrario, lo descalifican”, es la mejor prueba contra el autoritarismo: o estás conmigo o estás contra mí. Los dictadores llegan a creerse que ellos son el país, por eso argumentan que estar contra ellos atenta contra la soberanía misma del Estado. ¡Qué locura!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios que incluyan ofensas o amenazas no se publicaran.