Por José Manuel Ortiz Benitez. Publicado en Salvadoreños por el Mundo.
Que haya salido victorioso después de haber pasado por el cementerio de los elefantes, eso ya es más sospechoso, aun así es defendible.
El PCN, propiedad unipersonal de Ciro, ha sido el gran triunfador de las legislativas, con el amarre amañado de antemano entre el gran mago político, el propio Cruz Cepeda, y el todavía multimediático presidente Elías Antonio Saca, en este momento de crisis, de gira por medio mundo con nuestros impuestos.
El amarre tuvo dos fases. La primera cuando los señores magistrados del Tribunal Supremo Electoral, los que reportan fielmente al PCN y ARENA, decidieron romper en dos la fecha de las elecciones, una para diputados y alcaldes y la otra para las presidenciales.
Supongo que esta fase del amarre, aunque detestable, también es defendible dentro de un régimen democrático más o menos libre como el que tenemos los salvadoreños.
La segunda fase del amarre –ésta indefendible a todas luces desde de cualquier punto de vista– fue el aborto de la fórmula presidencial del PCN acordado en Palacio Presidencial.
Ahí no hubo cámaras, ni audio, aunque los hubiera habido el entonces Fiscal General de la República, de todas formas, probablemente habría dicho: “Ellos mismos me han pasado la cinta con cierta antelación, por tanto, no veo elementos para abrir una investigación”.
En aquella reunión entre el presidente Saca y Ciro Cruz Cepeda en Casa Presidencial, a finales de enero de 2009, el primero pedió al segundo, fulminar de inmediato a los dos corderitos descarrilados que conformaban la fórmula presidencial del PCN.
El segundo le habría contestado “la traición me importa poco, desde hace tiempo sé que están durmiendo con el enemigo, lo verdaderamente importante aquí es ¿qué hay para mí, brother?”
–La presidencia legislativa– le habría contestado el presidente Saca.
Esta buena ofrenda al gran trabajo político del Sr. Cepeda fue ratificada por el nuevo hombre del COENA, don Alfredo Cristiani, a penas horas antes de inaugurarse la legislatura 2009-2012.
La ficción en nuestro país siempre va pisándole los talones a la realidad, pero la realidad política es inalcanzable, supera a cualquier acto de ficción.
Mal final, peor comienzo para el primer órgano del estado.
El presidente electo Mauricio Funes ya debe ir desenvainando el corvo de los decretos. Se prevé una legislatura turbia para el cambio que deseamos y necesitamos.
El mayor de los errores seria no comenzar a darle un nuevo giro a la cultura politica nacional. El Frente es el que tiene la responsabilidad, o mas bien obligacion, de impulsar ese cambio lo mas rapido posible. Ese cambio es urgente en El Salvador pues es atravez de este tipo de mecanismos burdos y sucios de los "ilustres" politiqueros esos, que el sistema actual nuestro descanza y se permanenta. Esa es la democracia de ARENA y de la derecha. Ellos no prostestan en contra por ese tipo de juegos sin reglas. Y si lo hacen es por que se ven obligados. Fuera de esos contextos ellos son complices y actores de ese tipo de politica bajera. Por eso el frente debe impulsar leyes y reglamentos que eviten esas situaciones. Debe de comenzar por dar el ejemplo. Eso tendra costos pero es la mejor manera sin llegar a la ingenuidad. A quien impulse una reforma de la cultura politica nacional a la larga le generara respeto y apoyo de medidas inimaginables, no solo en sectores ya ganados sino en sectores serios, todavia del otro bando, pero conscientes de lo antidemocratico y bajo del fenomeno bananero ese. Esos viejitos del PC deben entender eso y saber priorizar por el poder y por el cambio. El Salvador no saldra adelante con el sistema existente. El cambio prometido debe alcanzar la cultura politica tambien.
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