Viernes, 08 de Mayo de 2009. Publicado en Diario Colatino.
Ciertamente, las tres entidades, y sobre todo las dos primeras están desprestigiadas a escala mundial. Y es que siendo entidades que se formaron con fondos públicos, de las naciones que lo conforman, desde la década de los 70 comenzaron a trabajar, más que para el desarrollo de los pueblos, para el fortalecimiento de las transnacionales y los incipientes grupos de poder económicos criollos.
Esas entidades –FMI y BM- son las que obligaron a pequeñas y pobres naciones como El Salvador, a vender sus activos y transferir empresas estatales rentables a manos privadas. La ANTEL, por ejemplo, dejaba varios de millones en utilidades al estado, y eran usados para asuntos de bienestar social, hoy esas utilidades van a pocas manos criollas e internacionales, mientras en los hospitales no hay medicinas.
Fueron esas empresas las que obligaron al Estado Salvadoreño a privatizar la banca, que prácticamente fue regalada a una pequeña argolla financiera salvadoreña, y que una vez exprimida a su gusto, sin pagar los impuestos respectivos, la vendieron a la banca internacional.
Todo lo anterior, es parte del paquete que contemplaba un nuevo modelo económico del capitalismo, llamado neoliberal, que no era otra cosa más que saquear a los estados, bajo amenaza de recibir los “créditos blandos” de esos organismos.
Por cierto, el periodo de Francisco Flores es el que más se favoreció con esos préstamos, a costa de echar al trasto la soberanía, y endeudar para la eternidad hasta a los salvadoreños y salvadoreñas no nacidas. Todo esto lo sabe Mauricio Funes, nuestro Presidente Electo; también lo sabe el partido FMLN.
De ahí que la reunión haya sido más que necesaria, para que ambos conozcan y se pongan las nuevas reglas del juego. Y es que ni Mauricio Funes ni el FMLN, se postrarán ante los dioses del Sistema Financiero Internacional, pues siendo aquellos de izquierda, y movidos además por una nueva realidad económica y política internacional, los deben llevar a establecer mecanismos de diálogo y, principalmente, del respeto ciudadano. Así lo entendemos, así creemos que será.
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