Escrito por José María Sifontes. Viernes 29 de Mayo de 2009. Publicado por El Diario de Hoy.
Para el partido del 6 de junio entre nuestra selección y la de México a un grupo de organizadores de la barra salvadoreña se le ha ocurrido una singular idea: hacer que los aficionados en el estadio porten mascarillas durante el encuentro. El objetivo es hacer sentir mal a los jugadores por la epidemia de gripe H1N1, que tuvo como epicentro México y sacarlos de concentración. Creen que con eso aumentarán las posibilidades de triunfo.
La noticia ya llegó a México causando gran molestia e indignación en todos los sectores. Aunque como salvadoreño tengo la ilusión de que ganemos, en este punto estoy de acuerdo con los mexicanos. Una acción de ese tipo sería una grave ofensa, un golpe bajo y, para nosotros, una vergüenza.
El tema de la influenza es algo muy serio y no debe ser tomado a la ligera. Es un tema especialmente sensible para los mexicanos que han perdido más de dos mil millones de dólares en sus ingresos y han sido víctimas de discriminación. Miles de puestos de trabajo se han perdido y hay ahora muchas personas enfrentando hambre y privaciones.
Cuando me enteré de la "iniciativa", lejos de considerar sus justificaciones estratégicas, sentí una mezcla de preocupación y pena por mi país. ¿Quiénes somos nosotros para burlarnos de la epidemia que está ocurriendo en México? ¿Tenemos acaso alguna coraza especial que nos vuelva inmunes y evite que nos pueda pasar lo mismo? Aun si la tuviéramos --que no es así-- no es digno utilizar las desgracias de otros para obtener beneficios. Es como si en la esquina de un boxeador se mostraran fotos de la hija enferma del contrincante para bajarle la moral.
Si a la barra salvadoreña se le ocurre seguir las instrucciones de estos fanáticos y se ponen mascarillas durante el partido, éste ya no será un encuentro de El Salvador contra México, será de El Salvador contra el mundo. Así de grande será el repudio que nos ganaremos, y lo peor de todo es que tendrán razón.
Los incitadores deben pensar, no sólo en el resultado del partido, sino en las relaciones con este cercano país, en los salvadoreños que viven en México y en los miles de compatriotas que lo cruzan en busca del sueño americano.
Si los cuestionamientos éticos no son suficientes para hacer cambiar de idea a los que todavía están convencidos de portar mascarillas y piensan que es una buena estrategia futbolística, deben pensarlo dos veces. El entrenador de nuestra selección es mexicano y naturalmente se sentirá ofendido y desconcertado. Será a él y no al equipo mexicano al que se sacará de concentración. Por otro lado nuestros jugadores han madurado, no sólo en el terreno técnico sino también en el deportivo. Para ellos jugar con esta acción tan antideportiva de su afición a cuestas será más difícil.
Lo digo sin la menor duda, sin ninguna vacilación. Prefiero que perdamos el partido con honor a que lo ganemos con esta acción tan baja. Si no nos manchamos con este tipo de actitudes y perdemos la derrota será más digerible, y si ganamos el triunfo será más grande.
Aún es tiempo para evitar esta inmensa tontería. Todos estamos en la obligación de contribuir. Jugadores, cuerpo técnico, comentaristas, patrocinadores o simples aficionados debemos unirnos y hacer ver que no es esta la forma como los salvadoreños enfrentamos los retos.
Correcto el punto de vista de Jose. Lo mejor seria aspirar a un nivel de futbol suficiente para poder ganarle a Mexico( y no solo a Mexico sino a los EEUU,Honduras a Costa Rica)...al menos de cuando en vez) en cualquier lugar y momento. El problema es que eso la gente no lo va a entender y la pregunta es : tendremos nosotros( que no la pasamos tan mal aqui en este pais)moral suficiente para pedirle una
ResponderEliminarconducta mas decente a las barras del futbol( por lo general compuestas por personas sufridas, para quienes la vida "normal" es vivir en la violencia de las maras, en miseria economica, social y cultural,deseperanza en fin todo menos actos,realidad llena de moral? En este pais se muere gente por parquearse en frente de la casa del asesino. Hablen con ellos o sientan la verguenza de sostener un sistema social que produce ese tipo de actitudes que ahora ud al parecer muy sinceramente alerta para evitarla. La verdad es que nosotros(los que la pasamos mas o menos bien) deberiamos de andar en un estado de vergüenza eterno por lo inhumano de nuestrea sociedad, mas que por ser parte de ella, por no hacer nada para cambiarla, y no solo por una pinche manifestacion de lo que el sistema mismo nos ha llegado a convertir. No cree?