La dictadura se sostiene por la casi infranqueable muralla que es el mar Caribe y que hace de cualquier intento de escape una aventura en la que los pobres cubanos se juegan la vida
Editorial. 02 de Marzo. Tomado de El Diario de Hoy.
Orlando Zapata Tamayo, un disidente cubano condenado a 25 años de cárcel, murió después de pasar 25 días en huelga de hambre, la última víctima del gigantesco campo de concentración que es la Cuba de Castro. El crimen del que se le acusó, oponerse al repugnante régimen, es uno en el que caen los hombres libres en algún momento de sus vidas: denunciar atropellos, protestar mordazas, criticar a malos funcionarios, estar en contra de lo ineficiente y lo corrupto, rechazar lo criminal e indecente.
Durante medio siglo, uno de los despotismos más largos de la historia, un individuo y su hermano, Fidel y Raúl, han ejercido el poder total en la isla. Lo ejercen por la complicidad de otros gobiernos, por su demencial propaganda, por la hipocresía de los organismos internacionales, por los fanatismos que mueven a la izquierda en todo el mundo. Lo ejercen porque los gobiernos de América tienen el cinismo de condenar a Honduras por defender su democracia pero al mismo tiempo piden que Cuba sea incorporada a la OEA.
Sumisamente van las ovejas al matadero
La dictadura se sostiene por la casi infranqueable muralla que es el mar Caribe y que hace de cualquier intento de escape una aventura en la que los pobres cubanos se juegan la vida.
Ejerce el poder porque la protesta se castiga con la cárcel, con el paredón o con el aislamiento, o quitándole al disidente sus míseras raciones de comida.
Lo ejerce por la vigilancia cuadra a cuadra de los esbirros del régimen, que prohíben cualquier reunión a la que asistan más de cuatro personas y reportan cambios en hábitos de una familia.
Lo ejerce porque los niños espían a sus padres; los hermanos, a sus hermanos; el trabajador, al que está a su lado; el vecino, a sus vecinos.
Lo ejerce porque un cubano no puede viajar de donde reside a otro lugar de la isla sin tener un permiso especial. Lo ejercen porque para moverse se requiere contar con un pasaporte.
Lo ejerce porque desde que nacen hasta que mueren los cubanos son sometidos a una interminable prédica revolucionaria. Lo ejerce porque desde niños a los cubanos les lavan el cerebro y los condicionan para ser siervos de la dictadura.
Lo ejerce porque la pobreza y la escasez de todo obligan al cubano a pasar muchas horas haciendo cola, lo que agota la voluntad, domestica al individuo. La pobreza y la miseria, como lo pregona el carnicero de Corea del Norte, son muy efectivos instrumentos de control político.
Lo ejerce porque en Cuba la gente está forzada a oír sólo lo que autoriza el régimen, a leer lo que recibe del régimen, a trabajar en lo que dispone el régimen. Lo ejerce porque un trabajador está condenado a laborar toda su vida donde lo colocan sus superiores, sin ninguna posibilidad de cambiar de empleo.
Lo ejerce porque los mismos esbirros cercanos a los siameses Castro pueden caer en desgracia de la noche a la mañana, como sucedió al "héroe" de la guerra de Angola, Gral. Arnaldo Ochoa Sánchez, fusilado, o a Camilo Cienfuegos, cuyo avión fue derribado. La última purga fue contra el grupo alrededor del ex canciller Felipe Pérez Roque.
Lo ejerce por esa trágica tendencia de los seres humanos de dejarse llevar al matadero sin oponer resistencia, sumisamente, como ovejas indefensas aunque sepan cuál será su destino.
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