Los jueces de "menores" deberían ser los primeros en denunciar no sólo que la ley es inoperante, sino que es una de las principales causas del horroroso auge de la delincuencia
Editorial. 23 de Marzo. Tomado de El Diario de Hoy.
"El violador de Merliot" fue atrapado, procesado y condenado gracias a las fotos del individuo publicadas, que permitieron a muchas de sus víctimas reconocerlo y sumarse a la denuncia colectiva. De no haber sido por esas publicaciones el criminal seguiría libre, más si se considera la permisividad, rayana en la complicidad, con que muchos jueces tratan a asesinos, secuestradores, asaltantes y extorsionistas.
Se publican fotos de criminales capturados, o "presuntos delincuentes", por muchas razones, pero principalmente por las siguientes:
La primera, el derecho que tiene el público de saber quiénes perpetran crímenes y de qué se les acusa;
la segunda, que al divulgar las fotos de capturados o prófugos, víctimas o testigos de hechos en los que participan, pueden abonar a las denuncias, fortaleciendo las pruebas de los fiscales y captores contra ellos;
la tercera, que al identificarse a un sospechoso se ayuda a los que puedan haber sido confundidos con ese individuo;
la cuarta, que parte del castigo al delincuente es exhibirlo ante sus vecinos, compañeros de trabajo y hasta familiares, que pueden además brindar información sobre quiénes son sus cómplices o forman parte de su banda de facinerosos;
la quinta, que al salir de la cárcel o ser liberados por los jueces cómplices, la comunidad está alertada del peligro que estos individuos representan. En los Estados Unidos a los vecinos de pederastas y abusadores se les informa dónde viven esos malvados, para que entre todos los vigilen.
Pongan orden en sus actuaciones profesionales
Como hemos dicho, tanto en Estados Unidos como en Europa se publican las fotos de autores de crímenes espantosos indistintamente de su edad, lo que sirve de advertencia para que otros jóvenes se den cuenta de que no son impunes, de que asesinar, extorsionar o asaltar acarrea graves consecuencias. Que esto no es frecuente se debe a que, como ejemplo, en España se cometen menos de ochenta asesinatos por año, mientras que en El Salvador esa cifra se queda corta para una semana teniendo nosotros apenas la décima parte de habitantes.
Es repugnante que una jueza pretenda investigar y se dé a la tarea de reprender a periodistas por cumplir con su deber profesional, que es trasladar al público sucesos que causan conmoción, hechos que hieren la médula misma de la cohesión social.
El caso en cuestión no es aislado, sino que presenta las terribles evidencias del caos en que estamos cayendo, en que un "menor infractor" mate a cuchilladas a un joven indefenso que además estudiaba para ser profesional, para valerse por sí mismo en la vida. La jueza que ahora monta el escándalo por la publicación de las fotos no encontró pruebas para encausar a tres sujetos, "menores infractores", que descuartizaron a dos muchachas. Si cuando esas jóvenes fueron asesinadas se hubieran tomado fotos, estaríamos pasando por la misma clase de grotesca situación.
Los jueces de "menores" deberían ser los primeros en denunciar no sólo que la ley es inoperante, sino que es una de las principales causas del horroroso auge de la delincuencia, de la proliferación de las extorsiones, de los asesinatos sin sentido, del infierno que se vive en las comunidades en la periferia de las grandes ciudades. Deberían asimismo denunciar la inepcia de los planes de seguridad, de los que dirigen la defensa social, de todo el aberrante esquema de perversión en que nos estamos hundiendo.
elsalvador.com :.: La gente tiene el derecho de saber quiénes delinquen
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