Editorial. Miércoles, 16 de Septiembre. Tomado de Diario Co Latino.
Popularmente se dice que alguien “saca las uñas”, cuando públicamente presenta una personalidad y de repente da giros de 180 grados. Eso es lo que ha sucediendo con el Arzobispo de San Salvador, Monseñor Luis Escobar Alas.
Monseñor Escobar Alas, cuando fue investido, incluso hasta invocó a Monseñor Oscar Arnulfo Romero, lo que llevó a pensar que sería un religioso que se dejaría llevar por las enseñanzas de nuestro Arzobispo mártir.
No obstante, el domingo, pidió a los diputados de derecha, presionar al partido de gobierno, el FMLN, para que vote a favor de cambios en la Constitución para impedir los “matrimonios gay”.
El tema por cierto, no fue introducido por la iglesia católica en la Asamblea Legislativa, sino por desprestigiados dirigentes y diputados del Partido Demócrata Cristiano.
El FMLN se ha negado a discutir ese tema, por considerar, por un lado, que la legislación secundaria de El Salvador prohíbe los matrimonios entre personas del mismo sexo. Además, que es un tema sin mayor trascendencia en estos momentos.
No obstante, en un afán de avalar e impulsar la estrategia de la derecha, de desestabilizar el gobierno del Presidente Mauricio Funes, el arzobispo se une al llamado del Presidente de ARENA, Alfredo Cristiani, de impedir los votos para los préstamos y hasta impedir la aprobación del Presupuesto General de la Nación, el cual por cierto, aún no ha sido presentado a la Asamblea para su aprobación.
El llamado del Arzobispo de San Salvador a boicotear los planes del gobierno, seguramente no lo comparten centenares de sacerdotes y hasta obispos comprometidos con el evangelio y con este pueblo, sobre todo, en estos momentos de crisis profunda nacional e internacional.
Es decir, la postura del Arzobispo de San Salvador no solo es anticristiana, sino, antipatriótica. Y si sigue así, alineándose cada vez más a la derecha, al igual que Cristiani, terminará pidiendo que “arda Troya” en El Salvador, con su bendición y su armadura inquisidora.
El Arzobispo de San Salvador, pues, como el cardenal golpista de Honduras y el Obispo derechista de Venezuela, “sacó los cachos” por fin.
Lo importante no es la posicion politica de el sr este sino que tan bien el desempeña su papel como cabeza de la institucion eclesiastica que representa. Este ruco mas parece politico que pastor. Pierde dia a dia mas seguidores por no hacer lo que el mismo dice es su tarea en la tierra: predicar el evangelio.
ResponderEliminarLa falta de moral tan genrealizada en nuestro pais en en cierto modo una responsabilidad de la iglesia. De esto nadie se atreve a hablar a pesar de que no es muy dificil razonarlo.