Hay en este suelo personas, dirigentes de empresas, grupos, profesionales y técnicos con mucho conocimiento y largas y ejemplares trayectorias, que en conjunto superan cualquier equipo estatal que se pueda formar
Editorial. Miercoles 9 de Septiembre. Tomado de El Diario de Hoy.
Al pedir al recién nombrado Consejo Económico y Social plena transparencia en sus deliberaciones y al recoger información, partimos de una realidad decisiva: que el mundo de la producción, el comercio, los servicios y la inversión, aquello de lo cual depende lo que comemos y usamos, es en extremo complejo. Es un mundo en permanente cambio, en el cual lo que vale hoy pierde relevancia mañana. La tecnología avanza segundo a segundo, lo que obliga a adaptaciones difíciles y costosas para que una empresa, sector o país se mantenga competitivo.
Las manufacturas, la prestación de servicios, el intercambio y mercadeo, son distintos hoy de lo que fueron hace cinco o quince años. Es rara la empresa que no ha tenido que cambiar o renovar sistemas en ese lapso, lo que representa importantes inversiones. Si bien la agricultura de subsistencia se mantiene en los moldes fijados por los precolombinos, producir alimentos es hoy un quehacer que utiliza más y más tecnología e investigación.
Lo decimos por experiencia propia y por lo que se conoce de muchas empresas y actividades. Aplicar un nuevo programa para hacer más eficiente el procesamiento de información tomó en esta empresa dos años; pero el renovar no acaba allí, pues cada cambio presenta problemas que se deben resolver asimismo la oportunidad de hacer mejoras, como ocurre al pasar contenidos de la edición impresa de EL DIARIO DE HOY a la página web elsalvador.com .
Cada día se introducen nuevos materiales, se descubren nuevos campos de aplicación de tecnologías innovadoras, se exploran distintos mercados y oportunidades. Los restaurantes de comida rápida introducen variantes de su oferta habitual, como los grandes centros comerciales se vuelven más seguros y amables para los compradores. Continuamente nacen empresas y mueren otras, van desapareciendo servicios y surgen alternativas. Como el dios Hermes de la mitología, los emprendedores no pueden detenerse nunca.
Nadie quiere caer en otra Nicaragua
Lo vertiginoso del cambio en el mundo de la producción obliga a estar al día, investigar otras maneras de hacer las cosas, ir a conferencias y exhibiciones. Un amigo hizo fortuna con una técnica que compró en la Feria de Milán hace más de cuarenta años; asistir a las grandes exposiciones fue decisivo para nosotros. Como contraste, el transporte público está petrificado en las formas de medio siglo atrás y constituye una carga sobre la Nación.
Decimos esto porque así como no hay nadie que sepa todo sobre construcción o mercadeo, no hay comisiones formadas por funcionarios que tengan en su haber siquiera una pequeña parte de los conocimientos y la experiencia requeridos para una buena comprensión de lo que sucede en cada campo de actividad del país. Siendo así, para no cometer fatales errores sus miembros y el Ejecutivo están en la obligación de averiguar, hablar con las partes involucradas, comparar experiencias nacionales y del exterior, discutir cada planteamiento de cara al país. Hay en este suelo personas, dirigentes de empresas, grupos, profesionales y técnicos con mucho conocimiento y largas y ejemplares trayectorias, que en conjunto superan cualquier equipo estatal que se pueda formar. Las dos partes deben complementarse, aprender unos de otros y llegar a las mejores soluciones para bien de la generalidad. Nadie quiere para El Salvador la clase de descalabro económico, institucional y moral que sufre Nicaragua por culpa de cerrarse en el "socialismo".
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