Escrito por Hugo Sánchez. 19 de Marzo. Tomado de Raices.
En tiempos de elecciones, la población se queja constantemente de los abundantes anuncios publicitarios de la campaña. Aseguran que ven a los candidatos hasta en la sopa, pero terminados los comicios la gran mayoría olvida los mensajes ofensivos y poco propositivos de los partidos, aunque pronto los volverán a consumir.
El domingo 15 de marzo de 2009, cerca de las 9:15 de la noche, luego de una intensa jornada electoral, el candidato del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Mauricio Funes, se proclamó como el presidente electo de todos los salvadoreños.
“El respaldo que ha obtenido mi candidatura, la formula presidencial y mi partido el FMLN, le ha demostrado al mundo entero que El Salvador está preparado para la alternancia gubernamental (…) desde este momento, el partido Arena pasa a la oposición”, dijo Funes a la prensa.
Este hecho marca la historia salvadoreña, dado que Funes es el primer presidente izquierdista que gana el poder en El Salvador.
En 1972 el partido centro-izquierdista Unión Nacional Opositora (UNO) se alzó con la victoria en las urnas, pero un fraude electoral procuró como ganador al candidato oficial del Partido de Conciliación Nacional (PCN), el Coronel Arturo Armando Molina.La histórica victoria de la izquierda se dio pese a tener en contra a la gran maquinaria propagandística manejada por el partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) y una serie de organizaciones afines al partido derechista, que años antes le dio buenos resultados.
Para el jefe de la misión de observadores de la Unión Europea, el español Luis Yáñez-Barnuevo, la campaña fue “tensa, polarizada” y recurrente en “excesos verbales”.
Por su parte, su compañero de Misión, Antonio de Gabriel, afirmó que los contenidos de los mensajes electorales “han sido poco propositivos” y de “descalificación”, especialmente los calzados por Arena.
Campaña adelantada
A diferencia de otras elecciones, en el 2009 se desplegó una amplia campaña proselitista por los partidos mayoritarios, cuando era usual que solo ARENA invirtiera millonarias cantidades de dinero en propaganda.
Pero en contravención con lo estipulado en la Constitución de la República y el Código Electoral, los partidos políticos iniciaron la campaña a menos de un año para las elecciones a través de la Internet, medios escritos, radiofónicos y televisivos.
El artículo 81 de la Constitución de la República establece que la propaganda electoral “solo se permitirá, aún sin previa convocatoria, cuatro meses antes de la fecha establecida por la Ley para la elección de Presidente y Vicepresidente”.
La campaña adelantada fue avalada por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), integrado por los representantes partidos políticos mayoritarios. El entonces magistrado presidente del ente colegiado, Walter Araujo, dijo que “no se violaba la ley” dado que “no se está pidiendo el voto”.
Además de la utilización de los medios de comunicación, los partidos en contienda no dejaron atrás la utilización de la tradicional pinta y pega, marcando con diferentes colores de los partidos cuanto espacio público tenían frente a sus ojos.
¿Entregaron a El Salvador?
Otra estrategia fuertemente utilizada durante la campaña electoral fue la llamada “campaña de conciencia” de parte de grupos e iglesias afines a la derecha. Dicha práctica ya le había rendido frutos en anteriores elecciones, como en el 2004, cuando el candidato a la presidencia por el FMLN, Schafik Handal, fue objeto de innumerables críticas y ataques.
Handal interpuso una demanda por calumnia contra Rafael Menjívar, supuestamente dirigente del Instituto Libertad y responsable de la organización, que tenía similares características a Fuerza Solidaria.
Menjívar fue encontrado culpable de los delitos de calumnia en perjuicio del dirigente efemelenista, por lo que fue sentenciado a tres años de prisión. Sin embargo un juzgado razonó que la “prisión no contribuirá a resarcir los daños”, por lo que ordenó medidas sustitutivas.
En el marco de la campaña surgieron organizaciones afines a la derecha, como el Foro permanente por la libertad, Cruzada Pro Paz y Trabajo, Mujeres por el Trabajo y Fuerza Solidaria capítulo El Salvador.
Fuerza Solidaria es una organización ciudadana originada en Venezuela, que tiene una línea abiertamente anti-chavista, fundada por el empresario y político venezolano Alejandro Peña Esclusa.
Fuerza Solidaria tuvo presencia en todos los medios de comunicación y su cara visible en El Salvador era Jaime Ricardo Hándal Samayoa, quien fue precandidato a la comuna capitalina por parte de ARENA.La campaña de este grupo llegó a diferentes empresas privadas, en donde se daba una charla sobre “realidad nacional” y sobre el “desarrollo político venezolano”, y al final el mensaje era: no votar por el FMLN.
Sus principales mensajes estaban encaminados en alertar a los salvadoreños de los riesgos que tendría el país de ganar el FMLN, ya que este entregaría a la nación al presidente venezolano Hugo Chávez y sus planes de extender el socialismo del Siglo XXI.
Como es costumbre, algunos medios de comunicación abiertamente tomaron partido a favor de alguno de los candidatos y en sus publicaciones buscaban desprestigiar o alabar a los aspirantes.
Ana Julia Escalante, de la Comisión de Derechos Humanos de El Salvador (CDHES) cree que durante una campaña electoral, los medios de comunicación deben difundir información de forma justa e imparcial.
“El Salvador, algunos medios están favoreciendo a determinado partido político”, dijo.
Un informe de Misión de Observación Electoral Unión Europea (MOE UE), presentado luego de las elecciones, señala que otro factor desequilibrante fue que aún en contra de lo dispuesto en la Constitución, varios funcionarios públicos participaron en la campaña, entre ellos el ex presidente, Elías Antonio Saca.
Modelo de campañaPara el economista Roberto Cañas, firmante de los acuerdos de paz y analista político, la campaña utilizada por Arena es un modelo de campaña política nada novedosa que se ha utilizado en otros países de América latina, México, por ejemplo.
“Las campañas electorales han usado el miedo como arma política para buscar desestimular el voto de personas que podrían estar inclinadas a votar por izquierdas”, dijo a Raíces el analista.
En la campaña se transmitió un spot televisivo en el que se encontraban dos mujeres hablando sobre como les había mentido Mauricio Funes. El mismo mensaje fue utilizado en México contra el izquierdista Manuel López Obrador y en España contra el socialdemócrata José Luis Rodríguez Zapatero.
Cañas apunta que el eje de este modelo de campaña en Latinoamérica gira siempre en torno a dos “ejes de manipulación”, el primero consiste en generalizar que “votar por la izquierda es un salto al vacío”, y el segundo en presentar un “fantasma de Hugo Chávez como una amenaza”.
¿El fin de una estrategia?
Para el diputado del FMLN, Sigfrido Reyes, con la victoria del FMLN en las pasadas elecciones presidenciales “se derrotó una maquinaria poderosa de miedo”.
“Me parece que van a seguir insistiendo en este tipo de campañas, pero también creo que cada vez van a ser menos creíbles, cada vez van a tener menos impacto, menos credibilidad”, dijo el legislador a Raíces.
De igual forma, Roberto Cañas señala este tipo de maniobras serán retomadas en un futuro.
“Hay un nivel de cultura política muy baja”, sostiene
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