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2010/03/14

LPG-Cuba en la mira de nuevo por DDHH

 Escrito por El País, Agencias. 14 de Marzo. Tomado de La Prensa Grafica.

Críticas han llovido sobre Cuba tras la muerte de un disidente cubano en huelga de hambre. Además, la política del régimen está en tela de juicio con una nueva protesta.

Cuando el preso político cubano Orlando Zapata murió el 23 de febrero tras 85 días en huelga de hambre por las malas condiciones en las cárceles, las esperanzas de mejoras de corto plazo en la relación de Cuba con Estados Unidos y Europa podrían haber muerto al mismo tiempo. Además, la pasada semana se unió la presión al gobierno de Raúl Castro por la huelga de hambre y sed que inició Guillermo Fariñas, periodista independiente, un día después de la muerte de Zapata.

El presidente cubano, Raúl Castro, lamentó la muerte y negó que haya malos tratos o torturas en las cárceles de la isla. La Habana no reconoce presos políticos en sus cárceles.

El entierro de Zapata fue realizado en Banes, provincia de Holguín bajo fuerte seguridad. Opositores al régimen denunciaron detenciones y arrestos domiciliarios en la fecha. Varios realizaron una vela simbólica en La Habana.

Ese día, cinco disidentes, cuatro de ellos encarcelados y Fariñas, iniciaron el ayuno. Hasta el momento, solo el periodista continúa.

La muerte de Zapata se sumó a las tensiones por el arresto en Cuba de un contratista estadounidense y complicó el clima para iniciativas diplomáticas y legislativas que buscan mejorar las relaciones con la isla, dijeron analistas.

Para quienes apoyan un descongelamiento con Cuba, la muerte de Zapata hace más difícil defender su argumento central: que la mejor forma de estimular un cambio en Cuba es el acercamiento.

Una nueva legislación para permitir los viajes de estadounidenses a Cuba y facilitar las ventas de alimentos a la isla fue presentada en la Cámara de Representantes del Congreso estadounidense el mismo día de la muerte de Zapata.

A inicios de semana, Cuba rechazó las presiones y chantajes por la huelga de hambre de Fariñas, y lo llamó “agente de Estados Unidos”. Francia lanzó el martes un “llamado solemne” a las autoridades de Cuba debido al “muy debilitado” estado de salud de Fariñas y pidió la liberación “urgente de todos los presos políticos” cubanos.

Fariñas, de 48 años, ha realizado otras 20 huelgas de hambre, ha sufrido dos shock hipoglicémicos, el primero el 3 de marzo y el más reciente el 11 de marzo. Tras sufrir el primer desmayo, el psicólogo indicó que está dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias y advirtió que tras su muerte habría un grupo que continuaría con la protesta. “No le vamos a dar tregua al Gobierno de ningún tipo. Esto va a ser una cadena constante y vamos a ver si el Gobierno resiste esta presión”, añadió Fariñas, quien además rechazó el asilo que le ofreció España por petición del Gobierno cubano.

Criticas a Lula

La polémica también ha involucrado al presidente brasileño Luiz Inácio “Lula” da Silva. El diario estadounidense The Washington Post criticó en su editorial la muerte de Zapata y en particular cuestionó a Lula. “Qué lástima que él (Lula) y otros procastristas no hablaron en favor del disidente antes de que muriera”, dijo el Post.

El mandatario también fue duramente criticado por la prensa de su país luego de no recibir a la disidencia durante su viaje; además, esta semana defendió a la justicia cubana, condenó la huelga de hambre como método de protesta e hizo una comparación entre detenidos políticos y delincuentes en una entrevista con una agencia internacional de noticias.

“Imagine si todos los bandidos (delincuentes) que están presos aquí en São Paulo entrasen en huelga de hambre y exigiesen libertad”, dijo Lula. “Tenemos que respetar la determinación de la justicia y del Gobierno cubano”, añadió.

En la recta final de su visita oficial a El Salvador, procedente de Cuba, Lula dijo que no le sorprenden las críticas, ya que no eran nuevas, y que él conoce “prácticamente todas las huelgas de hambre de los últimos 25 años” y “no fueron pocas en las que murieron personas que hicieron huelgas de hambre”, dijo Lula en el país.

El pasado 11, la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado brasileño aprobó una moción de solidaridad con presos de conciencia en Cuba.

El presidente de la Comisión, el opositor Eduardo Azeredo, apuntó que el voto fue una respuesta a las declaraciones de Lula. La víspera, Azeredo criticó duramente al mandatario. “El presidente está siendo incoherente con su pasado”, afirmó, recordando que Lula fue preso político en la dictadura militar e incluso realizó una huelga de hambre.

El jueves, el Gobierno brasileño indicó que recibió una carta de disidentes cubanos que pidieron a Lula interceder ante Raúl Castro para que revisen sus penas, sin embargo, el viernes descartó la posibilidad. El asesor del Ejecutivo en materia internacional, Marco Aurelio García, indicó: “Nos relacionamos con los gobiernos, no con los disidentes. El Gobierno brasileño no se relaciona con disidentes ni en Cuba ni en otros países”.

Cuba en la mira de nuevo por DDHH

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