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2010/03/19

LPG-¿Cuántas vidas más?

Carlos Francisco tenía apenas 18 años, cursaba bachillerato en Hostelería cuando a plena luz del día, Jonathan, un menor de edad, le asestó cinco puñaladas acabando con su vida y aspiraciones. ¡Pobre madre, qué sufrimiento, malaya la suerte de ver truncada la vida de su querido hijo! Mientras tanto, el padre de Blanca Cecilia se mostraba atónito y con la mirada perdida; posiblemente le causaba mucho dolor pensar que su hija se había convertido en cómplice de un asesino.

Escrito por Nena de Alfaro. 19 de Marzo. Tomado de La Prensa Grafica.

¿Cuántos jóvenes han muerto en lo que va del año? ¿Cuántos padres de familia estarán penando y cuántos más tendrán que pasar por la tragedia y el dolor generados por la violencia? ¿Cuántas vidas habrá que lamentar hasta lograr que se tome en serio este gravísimo mal que aqueja a nuestro país? ¿Qué más se necesita para que reaccionen las autoridades?

Sobre este hecho que ha causado tanto estupor entre los salvadoreños, sorprende la pasividad de las personas que se encontraban en los alrededores, pero más sorprendente fue la rapidez con la que el joven Jonathan cometió el asesinato: le bastaron tres escasos minutos. Para este tipo de jóvenes criminales, no hay duda que la vida tiene muy poco valor y sus mentes han de estar muy enfermas: son capaces de matar para obtener una camiseta ensangrentada como trofeo, cuando deberían de esforzarse por ganar una medalla en competencias deportivas y educativas.

Es impostergable la aplicación de medidas concretas y efectivas para evitar que nuestro país se siga desangrando. Hasta la fecha, ha existido incompetencia de parte de las autoridades en resolver el tema, han sido incapaces de dar resultados y la situación delincuencial sigue deteriorándose. El gobierno debe demostrar una sincera y verdadera voluntad para combatir sensiblemente la violencia, así como dar a conocer su política integral para lograr resultados palpables, que nos permitan a mediano plazo vivir en paz y sin miedo.

Entre estas medidas está la de priorizar el gasto. No puede ser que así como en la administración del presidente Saca, se siga malgastando fuertes sumas de dinero en publicidad sin beneficio para la comunidad, como la que últimamente se transmite en los medios sobre las reuniones sostenidas con los presidentes Obama, Lula y Funes, mientras lo que se necesitan son llamados claros a la población para que todos juntos hagamos lo que nos corresponde para prevenir y vencer la delincuencia. No puede ser que el gobierno siga diciendo que no hay dinero ni recursos humanos para combatirla, cuando se montó toda una barrera de policías para acompañar y proteger a mareros y pandilleros, que marcharon fumando marihuana, pintando paredes y reclamando sus derechos y la aplicación de penas más suaves.

Son pocos los salvadoreños causantes del clima de violencia y de la inseguridad física y jurídica que impera en nuestro país; son pocos, pero suficientes para causar malestar, implantar el dolor, ahuyentar la inversión y mantener a los salvadoreños temerosos por sus continuos actos delictivos. ¡Ya basta, esto no puede continuar así!

Ojalá que la muerte de Carlos Francisco no sea en vano, que provoque superar el veto en la Asamblea Legislativa y conlleve a aplicar las medidas de seguridad esperadas por la población. Ante tal oleada de violencia, deben considerarse castigos más fuertes y penas más largas, incluyendo a menores infractores entre 15 y 17 años, cuando cometan delitos graves como secuestros y homicidios como en el caso de Jonathan. Lamentablemente, dadas las condiciones en que se encuentra nuestro sistema penitenciario y al carecer de programas eficaces de rehabilitación que conlleven a prevenir que cometan delitos posteriores, lo más común es que el joven que entró a la cárcel por haber matado a dos o tres personas salga “corregido y aumentado”, es decir, peor delincuente de cómo entró.

¿Cuántas vidas más?

2 comentarios:

  1. Eso no es asi o es sensato hablar de que son pocos las decenas de miles de salvadoreños en las maras?. Hablamos de decenas de miles!!! Esta sociedad mata a ritmo de 14 ciudadanos por dia y crea al menos el doble potencilaes mareros al dia. Lo mas ridiculo es que la sociedad que se autodenomina como "normal" y civilizada todavia no entiende que el problema causante de este terrible fenomeno no esta en la maldad de los jovenes sino en el ambiente social, economico, cultural que la sociedad "normal" les ofrece.

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  2. Un monton mas... se han preguntado cuantos ciudadanos han caido en esta lucha por la vida entre ciudadanos que ya lleva casi veinte años?
    Digamos que nos hemos matado a un ritmo de 10 por dia desde el 93 entonces ya van 62050 guanacos que la sociedad corta y deshumanizada tiene que desechar para poder seguir en esta direccion en espiral de la que jamas saldremos si la izquierda no da unnpaso adelante y encamina toda la cosa de nuevo. La derecha no puede ni podra , eso ya esta comprobado. Y si a esto le sumamos los expulsados hacia el norte y otros rumbos ... no me jodan esto es un mecanismo primitivo de regularse con respecto al acceso a alimentacion, educacion, salud y una vida digna y prospera. La sociedad esta no esta a la altura de ofrecer todo eso a sus ciudadanos, entonces se regula a si misma. Primitivo muy primitivo...

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