"Por supuesto que se ha politizado su legado, sobre todo por parte de grupos revolucionarios, pero también se puede hablar de politización cuando se le atribuye, del otro lado del espectro político, gran parte de la violencia que en aquellos tiempos asoló el país", dijo.
21 de Marzo.Tomado de La Página
El obispo auxiliar de San Salvador, monseñor Gregorio Rosa Chávez, reconoció que el legado de monseñor Óscar Romero "se ha politizado" en una entrevista concedida a 'Vida Nueva', con motivo del trigésimo aniversario de la muerte del arzobispo, asesinado en el país centroamericano en 1980 mientras celebraba una Eucaristía.
"Por supuesto que se ha politizado su legado, sobre todo por parte de grupos revolucionarios, pero también se puede hablar de politización cuando se le atribuye, del otro lado del espectro político, gran parte de la violencia que en aquellos tiempos asoló el país", agregó.
Al margen del problema de la politización, Rosa Chávez cree que hay un segundo problema, que es el "hecho de que monseñor Romero fue asesinado, no por comunistas o gente atea, sino por cristianos". "Esto vuelve incómodo el tema para mucha gente dentro de la Iglesia", manifestó.
Por otra parte, señaló que "hay que tener paciencia" con respecto al retraso de su proceso de beatificación y recordó las palabras del cardenal Roger Etchegaray, quien había señalado que Romero estaría en los altares pero no pronto. En cualquier caso, el prelado salvadoreño calificó a Romero como "mártir atípico". "Es un santo que no nos deja tranquilos, que cuestiona nuestra forma de vida, que nos invita a dejar las posiciones cómodas y a atrevernos a correr riesgos", apuntó.
En cualquier caso, dijo que "Romero va siendo el santo del pueblo sencillo, poco informado o intoxicado por la brutal propaganda oficial que demonizó al venerado pastor". Así, añadió que el trigésimo aniversario de su muerte "está despertando muchas energías dormidas, lo cual es favorecido por la nueva coyuntura política, ya que por primera vez en la historia de El Salvador gobierna la izquierda.". "Tengo la impresión de que Romero ha vuelto para quedarse", agregó.
Al ser preguntado en que punto está la causa del proceso de canonización de Romero, monseñor Rosa Chávez recordo que exactament diez años después de su muerte, su sucesor y amigo, el arzobispo Arturo Rivera Damas, abrió en San Salvador la etapa diocesana del proceso de canonización. Rivera murió cuatro años más tarde, en noviembre de 1994, pero el proceso ya no se detuvo: la solemne clausura del mismo fue presidida por el nuevo arzobispo, monseñor Fernando Sáenz Lacalle, el 1 de noviembre de 1995.
La documentación se encuentra actualmente en la Congregación para las Causas de los Santos, tras haber superado satisfactoriamente dos pruebas en la Congregación para la Doctrina de la Fe; allí se examinó la ortodoxia de las homilías, las cartas pastorales y demás escritos de Romero. Luego la documentación pasó a la Congregación para las Causas de los Santos, de donde volvió al dicasterio que dirigía el cardenal Ratzinger antes de convertirse en el papa Benedicto XVI: esta vez se examinó la doctrina social de la Iglesia predicada por monseñor Romero. La segunda prueba fue también pasada con éxito. Así están las cosas.
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