Escrito por Redaccion. 12 de Marzo. Tomado de Contra Punto.
La posición del FMLN en el legislativo revela confrontación con Funes, supuestamente de “sectores duros”; ARENA hace lo mismo. ¿Se cumple la máxima acerca de que las extremas se unen?
SAN SALVADOR
– Las facciones legislativas de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) y del izquierdista y gubernamental Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), fracasaron este jueves cuando la aritmética de los votos les impidió llegar a los 56 necesarios para superar un veto presidencial impuesto sobre una reciente reforma que endurecía la Ley Penal Juvenil.La reforma a la Ley Penal fue aprobada por el congreso de diputados el pasado 11 de febrero por medio de 76 votos del total de los 84 diputados que conforman el parlamento.
La reforma planteaba fundamentalmente un endurecimiento de las penas a niños y jóvenes que delinquen, supuestamente como un disuasivo para tratar de frenar la ola delincuencial que abate a El Salvador. Eso era en esencia y se proponía que la máxima condena pasara de 7 a 15 años de prisión en caso de jóvenes de entre 16 y 18 años de edad.
Margarita Velado, de la fracción del FMLN, dijo entonces que para su grupo parlamentario no era “agradable” aumentar penas, pero en “este momento” era necesario. Los diputados de ARENA hablaron casi en los mismos términos.
El Salvador lleva, año tras año, un ritmo de crecimiento de la violencia delincuencial, a tal grado que no ha bajado de ser desde hace más de 5 años el país más peligroso de Latinoamérica, y en la actualidad el segundo más violento del mundo sólo superado por Irak, donde impera prácticamente un guerra civil interna a raíz de la ocupación de Estados Unidos en 2003.
Por su parte, el presidente Mauricio Funes consideró que la reforma de la Ley Penal Juvenil violentaba la Constitución y los Convenios internacionales suscritos por El Salvador.
Por ellos, el 25 de febrero decidió vetar el decreto aprobado por el legislativo, con lo que removió el ambiente en el parlamento, hasta llegar este jueves a enviar la reforma nuevamente a estudio y debate en la Comisión Legislación de la Asamblea Legislativa.
El futuro de dicha reforma puede ser su “engavetamiento”, según algunos legisladores.
Más allá de los hechos
Los argumentos en contra del aumento de penas para vencer la actual y agobiante delincuencia son harto conocidos entre la sociedad civil. “Creo que se debe ser muy racional y balanceado en el tema: ni muy garantistas frente a esta realidad (de criminalidad) ni tampoco sacrificar el marco de protección de los jóvenes”, dice Claudia Hernández, abogada del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana (IDHUCA).
Hernández reconoce que la Ley Penal Juvenil tiene problemas de aplicación en El Salvador, donde apenas existen proyectos de rehabilitación para los jóvenes reñidos con la ley. Ni existen políticas públicas para atender a la juventud y evitar, por ejemplo, la proliferación del pandillerismo.
De alguna manera, la posición del FMLN, haciendo alianzas con ARENA, para endurecer leyes penales ha asombrado a ciertos sectores de la sociedad civil, profesionales y la opinión pública. “El FMLN nunca había tenido la tendencia de endurecer penas; fue un gran opositor a las políticas de manos duras que implementó ARENA en el pasado. Pero ahora que ganó las elecciones algo raro pasa porque se está comportando como opositor”, dijo un abogado penalista que no quiso ser identificado.
Ciertamente, la confrontación del FMLN con el presidente Funes no es nueva. Recién la refriega se puso “color de hormiga” cuando la bancada del FMLN, junto con su “archirrival” ARENA, promulgaron un decreto que abolió un cargo o cobro fijo en la estructura de precios de la telefonía residencial y comercial.
Tal decreto fue observado por el presidente Funes, quien alegó que de poner en vigencia lo hecho por el legislativo iría en contra de “las reglas del juego establecidas en materia económica”. Al final lo que se logró fue que el referido monto fuera reducido de 9 a 6 dólares, gracias a las negociaciones que establecieron las empresas telefónicas con los partidos políticos de derecha. El FMLN quedó fuera del juego.
No es lo único, han existido más confrontaciones entre el Funes y el FMLN: por las partidas de nacimiento exigidas para la reposición del Documento Único de Identidad (DUI), que el presidente consideró innecesario y el FMLN lo contrario. En la actualidad las partidas de nacimiento no se están exigiendo.
También ha habido confrontaciones, que ambas partes “disfrazan” como nuevas reglas de la democracia, entre el Ejecutivo y el partido de gobierno, en temas de política exterior. Funes ha confirmado estar más cercano al moderado líder brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, mientras el FMLN añora la inclusión de El Salvador al ALBA, que lidera el presidente venezolano Hugo Chávez.
En la prensa local se extrañó mucho la ausencia del Coordinador General del FMLN, Medardo González, en Washington, en una reunión con la dirección del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que Funes y líderes políticos de todos los partidos sostuvieron. El FMLN se excusó por problemas de "agenda".
“La realidad muestra dos cosas que están muy unidas: la debilidad y la fortaleza del presidente Funes. Debilidad porque no tiene base política propia, y fortaleza porque actúa como un removedor de posiciones políticas que hacen variar a su favor la correlación de fuerzas”, dijo un diplomático que pidió mantenerse en el anonimato.
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