El consumismo en el que estamos inmersos nos está llevando a la destrucción de la vida, no somos conscientes del daño que nos hacemos al utilizar tantos productos desechables y no regresar a la tierra los desechos orgánicos. En los últimos 50 años, la humanidad ha producido y consumido tantos recursos como todas las generaciones pasadas.
Escrito por Silvia Mariana. 04 de Septiembre. Tomado de Tendencia Revolucionaria.
El mundo está a punto de sucumbir a una catástrofe ambiental sin precedentes; el capitalismo, en su lógica de acumulación de recursos ha pasado por encima de la naturaleza y del hombre. Si bien es cierto que el grueso de la contaminación es provocada en el proceso de producción por las grandes transnacionales, nosotros llevamos parte de culpa al consumir tan vorazmente sus productos.
El consumismo en el que estamos inmersos nos está llevando a la destrucción de la vida, no somos conscientes del daño que nos hacemos al utilizar tantos productos desechables y no regresar a la tierra los desechos orgánicos. En los últimos 50 años, la humanidad ha producido y consumido tantos recursos como todas las generaciones pasadas. En este mismo tiempo hemos acabado con la mitad de los bosques y selvas de la Tierra, cada año desaparecen 1,000 especies animales y vegetales. Una cuarta parte de la población mundial vive en países industrializados, consume el 65% de los recursos naturales del planeta y genera el 75% de los contaminantes.
Estos países “desarrollados” o de “primer mundo” promueven un estilo de vida que es insostenible.
Un estadounidense promedio consume al día 681 litros de agua, 3.3 libras de comida, 15.4 lbs de combustibles fósiles, 5.5 lbs de basura y 13.3 lbs de contaminantes. Un ciudadano de un país industrializado consume 3 veces más agua, 10 veces más energía eléctrica y 19 veces más aluminio que una persona en un país en vías de desarrollo. El papel desechado en Gran Bretaña en un año equivale a 130 millones de árboles. En Estados Unidos se tiran al año 7 millones de toneladas de papel de oficina. Los recursos necesarios para alcanzar este nivel de “vida” son explotados de paìses en vìas de desarrollo.
Datos de la Organización Panamericana de la Salud establecen que cada habitante de El Salvador genera en promedio 1.4 libras de basura al día, aclarando que quienes viven en zonas urbanas generan 1.6 libras y quienes viven en zonas rurales sólo 0.33, al multiplicar esta producción percápita por la cantidad de salvadoreños y salvadoreñas hace un total de 2,800 toneladas de basura producidas cada día en el país. El 50% de este volumen se genera en el Area Metropolitana de San Salvador. Esto puede tomarse como poco comparado con otras ciudades (Los Angeles 8.9 lbs/día/persona, Chicago 5, Tokio 3, París 2.97, México, D. F. 2.8,) pero debemos reflexionar si son necesarias estas libras.
Nuestro aporte para reducir la cantidad de residuos sólidos generados, por mínimo que sea, contribuye a reducir el calentamiento global, además de ayudar a reducir gastos, la basura nos la venden las empresas (en forma de botellas desechables, pajillas, envolturas, etc..) y después nos cobran por regresarla, en lugar de hacerse responsables de la basura que producen. Si nuestro consumo aumenta, necesitaríamos cincuenta planetas Tierra, para explotar sus recursos y contaminarlos.
La defensa del medio ambiente es lo mismo que la defensa de la vida. Si no tenemos planeta en dónde vivir, no hay futuro para la humanidad. Debemos exigir nuevas formas responsables de producción, eliminar este sistema de consumo desmedido y ser responsables con nuestros residuos sólidos. La próxima vez que vayamos de compras pensemos: ¿Realmente necesito este producto?, ¿Puedo conseguirlo sin empaques?, ¿Está hecho a partir de materiales reciclados o reciclables?, ¿Es fácil su mantenimiento y se puede reparar?, ¿Lo puedo pedir prestado, rentar o comprar usado? .
El separar residuos orgánicos de inorgánicos, reutilizar y reciclar ayuda mucho, pero una verdadera opción es no generar residuos innecesarios.
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