Con el cambio de gobierno hubo una sustancial barrida de funcionarios y técnicos en Obras Públicas para poner esos salarios a disposición de miembros y allegados al partido de gobierno
03 de Septiembre. Tomado de El Diario de Hoy.
Una relativamente pequeña fuga de agua hizo que un grupo de policías tuviera la brillante idea de bloquear --a la altura del llamado Redondel de la Shell--, los tres carriles de la carretera que del Puerto de La Libertad conduce a San Salvador y comunidades adyacentes, lo cual generó un colosal atasco que duró muchas horas. Los pobres automovilistas fueron desviados a otras rutas, igualmente recargadas de tráfico en ambas vías; cierran un punto pero no tienen el alcance de ordenar el flujo de vehículos en las vías donde el tráfico se descarga. Además pudieron haber cerrado sólo el carril afectado por la fuga de agua y dejar libres los otros dos.
Lo sucedido es como si se tapara el cauce de un río desviándolo de su curso sin ocuparse de lo que suceda aguas abajo. Cerraron la carretera sin pensar en cómo regular el tráfico en las vías alternas ni poner agentes a ordenar el tráfico en los puntos donde se podían formar nuevos atascos.
Es evidente que en la institución hacen falta comisionados que anticipen los efectos de un cierre de calles por trabajos en las calzadas o reparaciones de tuberías. Cierran la Juan Pablo pero no colocan policías a dirigir el tráfico en los puntos críticos de la Roosevelt o el Tutunichapa.
Lo aflictivo es que las cosas van para peor. Calles, caminos y carreteras, que fueron los mejores en la región durante la presidencia de Francisco Flores, están en franco deterioro, pues falta mantenimiento y cuando este se efectúa se hace mal. El resultado son los agujeros y parches que hay en cada cuadra y a lo largo de las carreteras; los automovilistas han aprendido a serpentear para cuidar la suspensión de sus vehículos, pero con cada día que pasa nos acercamos más y más a tener empedrados y no pavimentados.
Lo que más vale es el conocimiento
Con el cambio de gobierno hubo una inmediata y sustancial barrida de funcionarios y técnicos en Obras Públicas para poner esos salarios a disposición de miembros y allegados al partido de gobierno, indistintamente de sus cualificaciones.
En la barrida se fueron técnicos con largos años de experiencia, ingenieros que habían sido capacitados en el exterior, eficientes administradores, expertos en cárcavas y recubrimientos de superficies de rodaje; asimismo los equipos profesionales de planificación, previsión, tratos con proveedores, los conocedores de materiales y equipos, lo que dio paso a la improvisación, la ignorancia, las ocurrencias y las torpezas.
Cada vez se descubren más cárcavas, no porque haya quienes las busquen como parte de la lógica labor de prevención del ministerio, sino porque se producen hundimientos repentinos con el tráfico o las copiosas lluvias.
La gente prefiere un mejor mantenimiento de sus calles y pasajes, a que repartan zapatos y uniformes a los escolares.
En varias instituciones se está dando el fenómeno de lo que podemos llamar "la burocracia subterránea": algunos nuevos nombrados, al año y tres meses en sus puestos, están recontratando privadamente pero a muy bajos salarios, a quienes les precedieron en sus puestos para que les digan lo que deben hacer. Les avergüenza seguir devengando haciendo muy poco, pero no quieren renunciar al mejor ingreso que han tenido en su vida.
La riqueza de un país se encuentra en lo material –edificios, maquinaria, siembras, etcétera— pero lo más importante es lo incorpóreo, como el capital en conocimiento, las estructuras productivas, las marcas, el buen crédito, la solidez de las instituciones.
elsalvador.com :.: Por falta de previsión se generan los atascos
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