José María Méndez Hijo.01 de Septiembre. Tomado de Diario Co Latino.
Giacommo Spertti, de cuyo retorno a las letras escribiré algún día porque toda su vida es una novela, me ha mandado su último análisis sobre lo que está pasando en El Salvador, publicado ayer en la revista “Callere D´lassera”, yo como buen amigo lo remito a Diario Co Latino para su republicación, periódico en el que antes de su extraña desaparición, colaboraba el famoso periodista italiano.
Dice Spertti que está confundido porque: “Cuando se anunció que el presidente Funes, después de cumplir la promesa de restablecer relaciones diplomáticas con el gobierno cubano, iba a la isla en visita oficial, acompañado de funcionarios, empresarios y políticos - que nunca se quedan-, a buscar mecanismos de cooperación, algunos pensamos que realmente el cambio se estaba dando en El Salvador. Pero días después los empresarios oficiales, los directivos de la ANEP y de la Cámara de Comercio, se rajaron y dijeron que no, que ellos no van”.
Lo mismo sucedió con el ex partido de gobierno, cuyo presidente dijo que tampoco van pues en Cuba no hay nada que ir a negociar, nada que aprender. Funes replicó diciendo que ese señor, por cierto un ex presidente de la República, vivía en las telarañas del pasado; a lo que replicó Alfredo Cristiani exclamando: “¡Ah sí pues, que le diga a Obama que también él vive en el pasado, pues tampoco tienen relaciones con Cuba!” Un ex candidato presidencial que vende camas y similares, manifestó su desagrado por haber sido citado por Funes, como ejemplo de empresarios que han negociado con Cuba por años y hoy se rasgan las vestiduras por el viaje. Zablah dice que el lo único que hizo fue vender unas pocas colchonetas a la Cruz Roja cubana, nada más. Al fin, no se sabe si el viaje va y quien va.
Otros vientos que olían bien, a cambio escribe Spertti, fueron el que ordenaba cancelar el desfile de cachiporristas en los actos de celebración de la independencia, porque ello se consideraba inmoral; y el realizado por la delegada oficial a una conferencia internacional, en la que comprometió al gobierno a revisar las leyes que impiden el aborto terapéutico, que pretende proteger a la mujer de embarazos peligrosos, riesgosos o no deseados.
Contra ambos se desató una reacción violenta de varios sectores y personas; unas asombradas por la medida púdica que ridiculizaron, y otras enfurecidas por lo del aborto; al final las cachiporristas y sus patrocinadores ganaron y van a desfilar con todo y Banda (con B y no V); el gobierno aclaró que lo de atribuido a la delegada al cónclave, no es la posición que le gusta y que se iba a desmentir oficialmente.
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