LPG-Un llamado a la prudencia y a la sensatez

 Todos estamos en el deber histórico de darle fortaleza al sistema en sus diversas manifestaciones, y por eso no es justificable ni aceptable ninguna actitud o decisión que ponga en riesgo la estabilidad del mismo.

Escrito por Editorial. 04 de Agosto. Tomado de La Prensa Gráfica.

Al conocerse el enfrentamiento entre la Sala de lo Constitucional y la Asamblea Legislativa por el tema de las candidaturas independientes, el Presidente de la República les pidió prudencia y sensatez a los otros Órganos Fundamentales del Estado especialmente cuando se trate de cuestiones tan decisivas como la aludida. El llamamiento se hace en función de resguardar la institucionalidad, que requiere, más que nunca, certeza, estabilidad y solidez. En el caso señalado, lo que se crea con la contradicción entre una sentencia dada y una reforma constitucional en proceso es más incertidumbre y perturbación en el ambiente.

En este caso específico, es muy claro que abrir la puerta a las candidaturas independientes es una decisión aventurada, que debilita al sistema de partidos cuando más se requiere fortalecerlo. Pero a la vez los partidos deben autocriticarse a fondo y reformarse también a fondo, porque muchas de las cosas que hacen son muy perjudiciales para el sistema.

Lo que estamos viendo en este caso es de nuevo la fragmentación de las decisiones sobre los temas principales y más palpitantes de la realidad nacional, ésos que más inciden en el destino del proceso de democratización y modernización en marcha. ¿Será posible que alguna vez los responsables de tomar las grandes decisiones nacionales entiendan y asuman que lo que les corresponde hacer, respetando las atribuciones específicas de cada quien, es buscar interactivamente con los otros responsables los debidos entendimientos básicos, para no caer en despistes, contradicciones y conflictos que lejos de ir arreglando las cosas más las enredan? ¿Alguna vez dejará de prevalecer el obsoleto feudalismo institucional que tanto daño le viene haciendo al país desde hace tanto tiempo?

La institucionalidad que necesitamos

Hemos venido insistiendo reiteradamente en el imperativo de fortalecer nuestra institucionalidad pública, como requisito indispensable del sano avance democrático del país. Y ese llamado se vuelve cada vez más urgente. Más específicamente, en lo que se refiere al sistema de partidos políticos, lo que se necesita es asegurar su solidez y su desarrollo, para evitar que lleguemos al vacío que se dio en otros países latinoamericanos, que a raíz de tal vacío han derivado en aventuras populistas de alta peligrosidad, como la que ha intentado vestirse con el caricaturesco disfraz del autollamado “Socialismo del siglo XXI”.

Por el contrario, la institucionalidad que necesitamos debe ser la que salvaguarde y estimule la vigencia del régimen de libertades, en forma ordenada y previsible. Por eso hemos señalado el peligro de estar impulsando “movimientos sociales de cariz político” y el de dar cabida legal a las llamadas candidaturas independientes. Hay que ser muy realistas: el sistema político en su conjunto aún es muy vulnerable, y lo que en verdad conviene hacer es ayudarle con decisiones sabias y consecuentes a ganar solidez y credibilidad.

Todos estamos en el deber histórico de darle fortaleza al sistema en sus diversas manifestaciones, y por eso no es justificable ni aceptable ninguna actitud o decisión que ponga en riesgo la estabilidad del mismo. Dicha estabilidad es crucial para avanzar en los diversos asuntos de nación que están pendientes y que apremian cada día más. Que todos lo tengan presente es una obligación a la que nadie puede ni debe escapar sin consecuencias.

Un llamado a la prudencia y a la sensatez