El presidente fue a Brasil a decir que aquí se puede venir a invertir, y algunos del partido oficial se dan a la tarea de causar zozobra.El presidente Funes recorre la fábrica de aviones brasileña Embraer junto a Roberto Kriete, de TACA, y la delegación oficial.
11 de Agosto. Tomado de El Diario de Hoy.
La imagen de confianza para los inversionistas que el presidente Mauricio Funes fue a promover a Brasil, donde la izquierda democrática ha permitido un despegue de la economía carioca, contrasta con las declaraciones de miembros del FMLN que ahuyentan a los que buscan poner a trabajar sus capitales en ésta nación.
De hecho, hay analistas como Paolo Lüers y Miguel Lacayo que advierten ese contrapunto entre Gobierno y partido oficial, en donde el primero los tranquiliza y el otro los asusta.
"El hecho que el presidente Funes y su esposa hayan llevado a un grupo de empresarios a una reunión con el presidente Lula y empresarios brasileños a Sao Paulo no significa que de repente haya un "clima de confianza" entre el gobierno salvadoreño y la empresa privada del país", opinó Lüers.
"Mientras multinacionales se quejan constantemente, el Presidente quiere traer a inversionistas nuevos en lugar de asegurar que los actuales estén satisfechos", agregó Lacayo.
Funes afirmó, durante la cita empresarial, que "vemos que esos fantasmas del prejuicio se han borrado y que impera un espíritu inédito en la relación público-privada, entre un gobierno democrático, popular, transformador y un empresariado maduro con conciencia social y fuerte voluntad emprendedora".
Esas palabras fueron en alusión a los temores del empresariado, que ha desconfiado de las políticas que emprendería el gobierno de Funes de la mano del FMLN al llegar al poder. Ahora él asegura que esas dudas se han disipado.
Pero en diversas oportunidades la empresa privada salvadoreña le ha externado al nuevo gobierno de izquierda que se necesita certidumbre, confianza, reglas claras del juego y seguridad pública para invertir y sacar adelante al país.
De hecho, ayer Elena María de Alfaro, ex presidenta de la Cámara de Comercio, y Jorge Arriaza, actual director ejecutivo de la ASI, coincidieron en que debe haber una sinergia entre las políticas de Funes y las acciones de los miembros del partido en el Gobierno, y manejar un mismo discurso para dar confianza a los inversionistas.
Esas peticiones se derivan de posiciones como las que han planteado algunos funcionarios efemelenistas. Recientemente la diputada Karina Sosa expresó dos cosas en Estados Unidos, donde se desarrolló el Foro de Sao Paulo, que es un encuentro de partidos de izquierda de América Latina. La primera fue quejarse porque el FMLN no tiene todo el poder que aspiraba al ganar la presidencia.
"Ganamos las elecciones pero no ganamos el poder mediático, no ganamos el poder económico, no ganamos la mayoría del Congreso. Tenemos una Corte Suprema de Justicia con mayoría de la derecha", reprochó la legisladora, según el periódico mexicano La Jornada, la semana pasada.
Sosa añadió que "por eso decimos que este es un gobierno de transición, no tenemos la totalidad del poder....".
Lo otro que expresó fue la tradicional postura antiestadounidense que durante años ha tenido el partido de izquierda. "El Foro ha entrado a las entrañas del enemigo y tenemos el reto de extender nuestra presencia, de continuar estas reuniones en Washington y en Nueva York", externó Sosa.
Mientras Funes habla de democracia y equilibrio entre Estado y sector privado, hay efemelenistas que invocan el socialismo.
El diputado Ricardo González, sobrino del coordinador general del FMLN, Medardo González, expresó en marzo de este año que "el Socialismo del Siglo XXI ya lo comenzamos a construir y ni cuenta se han dado; lo empezamos a construir a partir del 1 de junio (de 2009)".
Funes salió a desmentirlo para tratar de tranquilizar a la empresa privada y a la oposición, que veían en ello la amenaza del chavismo. "Mi gobierno no va al socialismo del siglo XXI", aseguró.
Y en Brasil apuntó lo siguiente frente al empresariado: "(…) como Presidente puedo afirmar que mi gobierno es uno de los que más ha trabajado en fortalecer la seguridad jurídica, hacer respetar las normas del juego económico, combatir la corrupción, eliminar los privilegios que obstruyen las inversiones y el espíritu emprendedor, y fortalecer la institucionalidad democrática en el país".
Pero incluso el efemelenista Óscar Ortiz, alcalde de Santa Tecla y uno de los siempre considerados potables para ser candidato presidencial del FMLN, cree que en el país aún no está instaurada una izquierda democrática. "Creo que en 2011 vamos a ver claro en las encuestas, en la opinión popular y en el espectro de la izquierda, quiénes son las personas que mejor pueden seguir la continuidad de un gobierno de izquierda democrática".
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