¿y la austeridad? Los fondos que malgastan los diputados podrían ayudar al Presidente Funes para echar a andar tantos proyectos urgentes de su gobierno
Teresa Guevara de López.08 de Agosto. Tomado de El Diario de Hoy.
Terminadas las fiestas agostinas, empieza el período de volver a la rutina, a los hábitos de trabajo y para muchos, a arrepentirse de haber gastado más de lo que debían, ya que no hemos salido de la crisis y debemos practicar la austeridad.
Virtud que parece desconocer el privilegiado grupo de 84 diputados de la Asamblea Legislativa, quienes según investigación realizada por un periódico local, están aprovechando su período de tres años para divertirse y conocer el mundo haciendo turismo, a costillas de los impuestos de los salvadoreños.
En 2008 y 2009 los diputados gastaron medio millón de dólares cada año en viajes al exterior, y al elaborar y aprobar su presupuesto para 2010, el rubro destinado a viajes se mantuvo igual: medio millón de dólares en boletos aéreos y $387 mil en viáticos. Calculan $200 diarios para destinos cercanos y $325 para viajes trasatlánticos, agregando siempre un día más de viáticos para pago de impuestos de aeropuerto y movilizaciones. Y eso que además del sueldo, reciben mensualmente $2,200 para gastos de representación y comunicaciones. ¡Qué vida!
En cada excursión participan representantes de cada fracción y no tienen que justificar la utilidad del viaje ni los criterios con que se decidió realizarlo. Y contrario a lo que ocurre en la empresa privada, tampoco presentan un reporte de actividades realizadas, contactos y beneficios esperados, y menos un informe de gastos con las respectivas facturas que los respalden. Hay algunos que luego de cobrar los viáticos, deciden no realizar el viaje y disfrutan aquí del permiso.
Dos diputados de ARENA, molestos por la investigación, explicaron que viajaban para "establecer o mantener buenas relaciones con otros parlamentos y acuerdos de cooperación; y que no tienen por qué explicar sus gastos de viaje". Olvidan que gastan dinero del pueblo, que una excursión de cuatro días equivale al sueldo de 2 policías durante 3 meses, y cuando los empleados de la Asamblea, que no ganan lo que ellos, pidieron un sueldo extra como bono, respondieron que no había dinero.
Recientemente los periódicos publicaron una fotografía a colores, con una pésima resolución, de diputados de todas las fracciones que visitaron la Duma de St. Petersburgo, acompañados de sonrientes traductores. Los que pagamos el viaje con nuestros impuestos tenemos pleno derecho a conocer a qué fueron, ya que es muy poco, si es que hay algo, que nuestro país y nuestro sistema puedan tener en común con el ruso, aparte del gusto por el vodka.
Y como el derroche en viajes se suma a las nuevas computadoras, las camionetas y otros gastos innecesarios, cabe considerar si este evidente mal uso de los dineros del pueblo no se considera delito de peculado. Si en la crisis actual, hasta países del primer mundo recortan gastos, ¿qué privilegios tienen los diputados para derrochar? Parecen olvidan las condiciones ingratas en que trabajan los policías, con sueldos miserables; la escasez de medicinas, camas y equipo en los hospitales, y tantas escuelas destruidas, sin servicios sanitarios adecuados, ni el material didáctico necesario.
En cada ministerio debería nombrarse como asesora del titular, a una ama de casa, todas expertas en administrar familias numerosas y pobres, guardando aquí, apretándose el cincho allá, para poder hacer frente a enfermedades, matrículas escolares, reposición de ropa y un largo, etc. Pero siempre alcanza porque las decisiones se toman con sentido común y criterios de austeridad. Los fondos que malgastan los diputados podrían ayudar al Presidente Funes para echar a andar tantos proyectos urgentes de su gobierno.
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