Contra Punto-Una vida nueva o una nueva vida - Noticias de El Salvador - ContraPunto

 Mauricio Pohl.27 de Agosto. Tomado de Contra Punto.

SAN SALVADOR - El 19 de agosto nació mi hijo, José Bernardo, pesó y midió lo normal de cualquier niño salvadoreño, además traía la “marca del indio” en la espalda, que comprueba que por más que haya nacido “chelito”, lo guanaco lo lleva adentro. Pero es aquí donde comienza el dilema, será un nuevo guanaco o un guanaco nuevo.
Tuvimos la suerte de contar con médicos jóvenes y además altamente capacitados que nos acompañaron en este proceso tan bello, pero a la vez doloroso para la madre. Mi esposa llegó con la presión arterial alta al hospital privado y tuvieron que acelerar el proceso con un “suero”. Pero lo interesante de todo el período de alumbramiento fue el final, nació por parto natural y en el momento que el niño iba saliendo el doctor le decía a la enfermera: “vio que le dije que iba a ser natural, ustedes están acostumbradas a las cesáreas”. Esta frase me dio escalofríos y me puse a pensar en todas las madres que caen en garras de médicos inescrupulosos que practican la cesárea innecesariamente y no se detienen a pensar en el mal que le hacen a las mujeres, que después de un arduo proceso de 9 meses de llevar un bulto en la panza, terminan con una operación.
En nuestro país el ginecólogo común, que no fue nuestro caso,  cobra $350.00 por parto natural y $1,200.00 por cesárea, donde el tiempo que ocupa el parto natural son de 8 a 16 horas y la cesárea le consume, al médico, 45 minutos, este el primer elemento para que los médicos decidan por cesárea. El segundo hecho es que el hospital privado concede 12 horas al trabajo de parto, después de ese tiempo comienza a contar el día de hospitalización. Y el último hecho es que los seguros médicos, los cuales nunca pierden, pagan anestesiólogo sólo si es cesárea, si la mujer necesita la inyección epidural, para disminuir los dolores en un 70% y puedan terminar el trabajo de parto de forma natural, este costo no es cubierto por dichos seguros.
Después de salir del hospital y pagar TODOS aquellos gastos no cubiertos por el seguro médico (con bastante tiempo planificado y previsto), comienzan los dolores de cabeza con el Instituto del Seguro Social, con quienes debe uno tramitar la indemnización y como no se ha realizado el parto en la Primero de Mayo, los trámites se convierten en un laberinto de papeles y sobretodo pedanterías por parte de los funcionarios, haciendo que uno vaya y venga aquí y allá. Las personas que trabajan en el ISSS, en su mayoría, creen que es caridad y no un derecho laboral que tenemos los trabajadores y que pagamos por un servicio; que además valga decir, que pagamos anualmente casi lo mismo que por un seguro médico, que paradójicamente no cubre todo.
En estos momentos, donde todavía existe la esperanza de un CAMBIO, tenemos la obligación, tanto mi esposa como yo, de educar a un guanaco nuevo y no que sea sólo un nuevo guanaco que venga a engrosar las filas de tantos que deambulan en nuestras calles.

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