Escrito por Mauricio Silva.15 de Marzo. Tomado de El Faro.
La reciente visita del Presidente Funes y su comitiva a los Estados Unidos deja logros y mensajes positivos e importantes para nuestro país, y levanta algunas señales de precaución que ojalá sean tomadas en cuenta. La invitación, reunión y diálogo por parte del Presidente Obama con Funes es importante por su significado que, proviniendo de un actor clave en la región, aumenta nuestro respaldo político y debería generar mayor confianza en nuestros socios comerciales. La invitación es la primera por parte de Obama a un presidente centroamericano. Ella conlleva, pues, un respaldo a las políticas y posicionamientos de la administración de Funes, que incluyen el ver a Estados Unidos como nuestro socio.
Los temas que el Presidente Funes puso en la agenda para dicha reunión, la situación migratoria de nuestros compatriotas, la cooperación bilateral y la lucha contra la violencia y el narcotráfico, son acertados, y Funes los planteó de manera interesante. Los dos primeros han sido abordados por varios presidentes anteriores, pero Funes puso el tema migratorio en el contexto más amplio de la reforma migratoria de Estados Unidos, la cual daría a los salvadoreños una mayor estabilidad. Hubo un compromiso de Obama para apoyar una nueva extensión del TPS, pero la reforma migratoria, dado el contexto político en E.U.A., queda pendiente. Funes, sin embargo, recordó en varios de sus discursos que nuestro interés es por una solución de más largo plazo que produzca mayor estabilidad para los salvadoreños. Debemos continuar recordando este mensaje en las esferas diplomáticas internacionales.
Levantar los temas de la lucha contra la violencia y el narcotráfico es relevante por varias razones. Refleja la principal preocupación de los salvadoreños y reitera el compromiso de Funes en esa lucha, lo cual conlleva la obligación de ver reflejada esa prioridad en acciones y resultados concretos. Las dos son áreas en que Estados Unidos puede ser un socio estratégico. Ligar el narcotráfico a la violencia nacional es un paso clave, es reconocer que para disminuir la violencia se debe enfrentar el tráfico de drogas y su poder de corrupción que tanto daño produce y la impunidad que ha generado en varios niveles de la función pública. En este tema, Funes recordó también una visión importante al mencionar que para reducir los niveles de violencia debemos luchar contra la pobreza.
Al referirse al tema migratorio, reunirse con muchos salvadoreños residentes en Estados Unidos, y reiterar su promesa del voto en el extranjero, Funes reconoce una vez más la importancia de este grupo por la porción tan alta de nuestra población que representan y su aporte a nuestra economía y confirma sus derechos como ciudadanos. Los salvadoreños en el extranjero representan alrededor de una cuarta parte de nuestra población y contribuyen con casi una quinta parte de nuestro PIB.
Funes designó como nuestro embajador en Washington a Francisco Altschul, decisión acertada por ser él una persona con las características tan complejas que dicho cargo demanda y haberse probado en el cargo por varios meses; ello lo confirman varios expertos en sus publicaciones en los medios nacionales, así como por el fuerte aplauso que recibió el Presidente Funes cuando anunció esa decisión en su reunión con los salvadoreños en Washington. Quedan todavía pendientes las nominaciones del cónsul general y el embajador ante la O.E.A., los cuales se deben dar a la brevedad, ya que ha pasado mucho tiempo con esos cargos acéfalos.
Funes incorporó a su delegación a altos representantes de la mayoría de los partidos políticos con el objetivo principal de mantenerlos informados sobre los préstamos que el país está negociando con los organismos multilaterales, lo que se realizó por medio de una sesión conjunta con todos estos actores. Ello es un signo bueno de apertura al diálogo del gobierno y de los partidos. Los mensajes que salen de esa reunión son fuertes y claros: El país necesita, por ahora, de ese financiamiento para lograr un balance fiscal y financiar sus inversiones prioritarias. Sin ese financiamiento la capacidad de inversión del país es casi nula. La aprobación de estos préstamos se debe dar teniendo en cuenta los intereses de nación y no los de algunos partidos. El otro mensaje enviado por la banca multilateral es el de la necesidad de un pacto fiscal que permita elevar la proporción del presupuesto nacional que financiamos con fondos propios, lo que nos permitirá reducir nuestra deuda. El ausente principal en esa delegación fue el propio partido del Presidente, el FMLN. Ello agregado a la percepción que se tiene a nivel internacional, y que nuestros medios explotan, de las tensiones que existen entre el Presidente y el FMLN. Ambos deben poner de su parte para enviar signos que disminuyan esa percepción e incrementar así el nivel de confianza en nuestro país.
El día de la reunión entre los presidentes se publicó, y no por coincidencia, en el muy influyente diario “Wall Street Journal” el artículo titulado “Asistencia Extranjera y Corrupción” cuestionando los gastos de la cuenta de “Gastos Imprevistos” de la Administración de Saca y ligándolos a los préstamos internacionales que recibe el país. El artículo establece conexión entre el gobierno anterior y el presente señalando que el actual no ha investigado el paradero de esos gastos y que las normas que rigen dicha partida, que existen desde hace varias administraciones, se mantienen. Ojalá, por los intereses de país, la administración del Presidente Funes cumpla con su promesa de cambiar dichas normas y transparentar esos fondos.
Opinión - La visita de Funes a E.U.A. - ElFaro.net El Primer Periódico Digital Latinoamericano
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