Hay una Comisión Especial para investigar el accionar de la Inspectoría porque dicen está investigando casos de manera parcializada. ¿Quieren continuar debilitándola? ¿Quieren hacernos dudar sobre la importancia y conveniencia de una institución con más dientes y garras?
Escrito por Sandra de Barraza.17 de Septiembre. Tomado de La Prensa Gráfica.
La población tiene miedo de ir en bus... 9 de cada 10 personas se sienten inseguras cuando viajan en bus. Los buses tienen el primer lugar en inseguridad. El tema de seguridad fue uno de los peor evaluados por los entrevistados. Esta es la información resultante de la Encuesta de LPG Datos. ¿Y entonces? Es la pregunta que parece no tener respuesta.
Las cárceles están hacinadas y se dice que continúan siendo el lugar desde donde se planifica y controla el accionar de las pandillas. Así se escuchó del paro de tres días que afectó todas las actividades económicas y sociales del país. Las pérdidas fueron millonarias. La realidad demuestra que las medidas adoptadas son ineficaces e insuficientes. ¿Y entonces? Es la pregunta que parece no tener respuesta.
Le pregunté a un joven estudiante residente en uno de los municipios con más índice de violencia sobre su experiencia durante el paro. Él y su madre lograron uno de los escasos buses el segundo día. Antes de salir de la colonia, los pararon jóvenes reconocidos que les advirtieron sobre “sus órdenes”. Les preguntaron si querían quedar quemados y los bajaron del bus. De la conversación concluyo que será difícil que las autoridades logren el control de las pandillas si se mantiene la desconfianza de la ciudadanía en la capacidad del accionar de las autoridades. La gente sabe quiénes son. La gente no los denuncia porque desconfía de la PNC. La gente no denuncia porque sabe el riesgo y las consecuencias. Todos se callan porque allí están, allí actúan y a todos los tienen sometidos. ¿Quién dice que no hay nada ni nadie a quien temer? ¿Quién cree en el llamado a la confianza institucional?
La percepción y la opinión que se tiene de la “autoridad” están alejadas de lo que se necesita en un momento como el que estamos viviendo. La PNC ha ido perdiendo credibilidad y confianza por el accionar poco efectivo y también por los casos de infiltración que se han conocido. ¿Cuántos serán los que al interior protegen a los criminales y a los mareros? ¿Cuántos están comprados por el crimen organizado? Son preguntas sin respuesta que prevalecen en el ambiente.
En la PNC hay una Inspectoría General que tiene la tarea de “la vigilancia y el control de las actuaciones de los servicios operativos y de gestión del cuerpo”. Dos de sus funciones son las de “procurar, fomentar e impulsar el sometimiento de la actividad policial a lo establecido por las leyes, reglamentos y procedimientos de actuación” y la de “recibir quejas, denuncias y comunicaciones de instituciones públicas o privadas y de particulares relativas al funcionamiento de los servicios operativos y de gestión y la conducta de los miembros de la Policía Nacional Civil”. Una de las atribuciones del funcionario que ejerce el cargo es la de “hacer a las autoridades y miembros de la Policía Nacional Civil advertencias, recomendaciones y recordatorios sobre sus deberes y sugerencias para mejorar la prestación del servicio policial y de las actividades de gestión”. Esto debe hacerlo en el marco de la Ley Orgánica de la Policía Nacional Civil de El Salvador, la Ley Disciplinaria Policial, el Reglamento de la Ley Orgánica de la Policía Nacional Civil de El Salvador y el Reglamento de la Inspectoría.
Cuando surgió la PNC, como producto de los Acuerdos de Paz, tenía más independencia y autonomía en la tarea de asegurar a todos los ciudadanos el adecuado accionar de todos los elementos vinculados con la seguridad pública. Hubo confianza para denunciar, confianza que se fue perdiendo porque hubo cambios legales y orgánicos en 2001 que debilitaron su accionar. Poco o casi nada se dijo en aquel momento, mucho menos por los diputados de la Asamblea Legislativa. Nadie alertó sobre las implicaciones y riesgos de debilitar la institucionalidad responsable de información para una depuración sistemática de la PNC. Los diputados no se dan cuenta porque seguramente para ellos es suficiente tener protección por ser “personalidades importantes”, pero ¿y el resto de la gente?
Hay una Comisión Especial para investigar el accionar de la Inspectoría porque dicen está investigando casos de manera parcializada. ¿Quieren continuar debilitándola? ¿Quieren hacernos dudar sobre la importancia y conveniencia de una institución con más dientes y garras? ¿Estamos para favoritismos y proteccionismos según la procedencia de los elementos de la PNC? Esa Comisión ¿asumirá la tarea de la depuración policial? Con tanto problema que la gente común enfrenta, deberían ocuparse de evaluar la eficacia institucional respetando el marco legal del país. Deberían evitar la práctica de debilitamiento que tanto daño hace a todos.
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