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2010/09/10

La Página-El mito del Estado Laico (II)-Diario digital de noticias de El Salvador

Escrito por Carlos Rivas.10 de Septiembre. Tomado de Diario La Página.

/Pastor del Tabernáculo de Avivamiento Internacional

En El Salvador, sin ser la excepción de América Latina, la Iglesia Católica recibe beneficios por parte del Estado, que no reciben por igual las iglesias de otras confesiones, relegando a estas en las políticas públicas y restándoles legitimidad

Al margen de lo contemplado por la Constitución de la República, quienes defienden esa situación, han argumentado que la mayoría de los ciudadanos profesan la religión católica y por la tanto, es legítimo que el Estado privilegie su relación con aquella.

Sin embargo, al advertir el crecimiento y desarrollo que las iglesias evangélicas han presentado en las últimas décadas aquel argumento se debilita; y es que la verdadera influencia de la iglesia católica, no es producto de factores cuantitativos, sino de un largo proceso en el cual, a través de la historia del país y la formación de su estructura social, se ha ido imponiendo y volviéndose “imprescindible” gracias a sus alianzas con los grupos de poder dominantes, económicos y políticos, en los diversos momentos del devenir histórico.

Como ejemplo dramático, en el período de la colonia, la alianza entre la monarquía española y la iglesia católica, prescribió las creencias de las poblaciones indígenas originales y a sangre y fuego, con la “espada y la cruz”, impuso y oficializó la católica como religión de los territorios colonizados y, consecuentemente, de las naciones emergentes.

Ciertamente, aún no éramos repúblicas y la identificación iglesia-estado, asumió las características propias de la Europa monárquica, en la cual tal identificación era casi absoluta. Pero, al producirse la independencia de la corona española, y construirse las nuevas entidades estatales, también la relación entre la Iglesia católica y el Estado fue modificada significativamente.

Algunos hechos

A continuación presento una síntesis de hechos importantes para conocer la actuación de la Iglesia católica a lo largo de nuestra historia y poder entender los orígenes de la actual situación de la relación iglesia-estado. No son todos los acontecimientos suscitados en nuestra historia al respecto, ni quizá los más importantes, pero su conocimiento nos permitirá una mejor comprensión del tema tratado.

1

La Iglesia católica, o específicamente el clero salvadoreño, jugó un importante e innegable papel en el proceso independentista. Erigida en un factor de poder fundamental de la sociedad salvadoreña, las instituciones católicas participaban de las “delicias del poder” y se consideraban parte indispensable del desarrollo político del país. (Basta recordar que el cura José Matías Delgado en su afán por unir el poder eclesiástico con el poder político, intento crear un obispado en San Salvador).

De esa manera, en los albores de la república, el marco institucional de ésta retomó la herencia política y cultural colonial, caracterizada por la vinculación de la iglesia local con las instituciones y representantes de los nuevos gobiernos, permitiendo que incidiera directamente en la formación del un nuevo poder político en cuyo marco es privilegiada la iglesia católica.

2.

Era lógico, pues, que al producirse la Independencia y el estado salvadoreño empezara a tomar forma y consolidarse, la Iglesia católica, aun cuando perdiera parte de su influencia, continuara siendo parte de la gestión administrativa y las políticas de los sucesivos gobiernos. A respecto, el antropólogo Maurizio Russo1, expresa:

La Iglesia católica sigue siendo fundamental en las estrategias de políticos como Francisco Dueñas o Gerardo Barrios, sea como aliada o enemiga. Empezó, sin embargo, a perder poder en la construcción de un Estado más fuerte y consciente de sus prerrogativas y esferas de competencia exclusivas, como lo demuestra la evolución del derecho constitucional salvadoreño. Por su parte, el Vaticano necesitó varias décadas para reorganizar a la Iglesia en América Latina y retomar el control de la Iglesia local, reanudando relaciones con los poderes políticos y eclesiásticos locales. Estos dos fenómenos estuvieron fuertemente relacionados porque era imposible negociar con el Estado sin contar con el apoyo de la Iglesia local; el concordato

2

fue el fruto de esa estrategia (22 de abril de 1862). Resultado del pragmatismo político y la negociación entre el poder político y el Vaticano, el concordato además refleja muy bien el espíritu de esa fase en la historia de las relaciones Iglesia-Estado, pues estableció claramente la voluntad bilateral de llegar a un acuerdo que les sirviera para solucionar la cuestión fundamental del papel que Iglesia y Estado debían jugar en la nueva sociedad salvadoreña”.

3

La Iglesia católica ha sido instrumento para legitimar gobiernos y poderes políticos, sin importar si los mismos son constitucionales o no, ni cómo obtuvieron el poder. Los siguientes son algunos hechos, acaecidos hasta los inicios del siglo recién pasado, a los posteriores nos referiremos en el próximo artículo.

  • 23 de septiembre de 1890. El obispo Pérez Aguilar pidió a los salvadoreños “olvidar toda injuria y prejuicio contra el nuevo gobierno” del general Carlos Ezeta, quien llegó al poder por medio de un golpe de estado a su “amigo” personal el presidente Menéndez.

  • En 1894, el general Gutiérrez dio un golpe de estado contra Carlos Ezeta, y acudió a la catedral para agradecer su éxito. Y en el 17 de junio de ese año general y obispo asistieron juntos a una solemne función de acción de gracias.

  • 23 de febrero de 1903. Tras la toma de posesión de Pedro Escalón como presidente; este fue invitado a un Te deum en catedral por el “inmenso beneficio” que representaba su nombramiento como presidente de la república.

  • 6 de marzo de 1911. El obispo católico visitó al nuevo presidente, Manuel Araujo, quien dijo que “caminar junto con el Señor Obispo Diocesano es un medio eficaz y poderoso para el bien de la República”.

  • Enero de 1915. Al ser elegido presidente Carlos Meléndez, el obispo católico Antonio Adolfo Pérez Aguilar se alegró por tener un presidente “tan católico”.

  • 1932. Luego de la cruel matanza de campesinos perpetrada popr el General Hernández Martínez, la iglesia celebró misas para agradecer el “éxito” de masacre, y le dio su apoyo total, al punto que en las ejecuciones de los opositores habían presentes siempre sacerdotes.

Los hechos son reveladores. La Iglesia católica ha sido desde siempre un poder que, ya desde los entretelones de los diferentes gobiernos o desde “la “oposición”, ha influido en las estrategias políticas y sociales del Estado salvadoreño, fundiéndose en ciertos períodos de nuestra historia con el Estado mismo y dictando lineamientos para su gestión. Esto ha sido así, tanto para bendecir dictaduras, como para condenarlas; dejando el regusto de que sus “condenas” y “bendiciones” nada tienen que ver con la voluntad de Dios sino con sus intereses institucionales… El Estado Vaticano, sabe hacer diplomacia y “relaciones públicas”, antes como ahora, tal como lo abordaremos en el próximo artículo.

Estatus de la iglesia católica en algunas Constituciones de América Latina

  • México, Nicaragua, Cuba y Uruguay, enfatizan el laicismo y la separación entre el Estado y la Iglesia.

  • La Constitución de Bolivia, hasta el momento, reconoce el privilegio de la Iglesia Católica.

  • Argentina y Costa Rica, establecen relaciones orgánicas.

  • El Salvador, Guatemala, Perú, Panamá, Paraguay, Costa Rica, Colombia, Ecuador, Honduras, Brasil, Argentina y Venezuela, contienen en el preámbulo de sus respectivas constituciones la invocación a Dios.

  • El Salvador y Guatemala, comprenden un trato preferencial en el reconocimiento de su personería jurídica.

  • Paraguay y Perú, hacen mención a la importancia de la iglesia católica en su formación histórica y cultural.

  • Ecuador y República Dominicana expresan un explícito apoyo a las vicarías castrenses.

1 Russo, mauricio. Relaciones entre Estado e Iglesia católica en El Salvador (finales del siglo XIX, comienzos del XX)

2 Firmado por PíoIX y el general Gerardo Barrios. A través del concordato el Vaticano quería era encontrar acuerdos comunes con el gobierno, y era parte de una política eclesial aplicada en general a América Latina.

Diario digital de noticias de El Salvador

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