Aunque hace 12 años que los diputados estudian la derogación de la Ley de Policía vigente desde el mismo siglo de la independencia, han fracasado en tres intentos por emitir una normativa sustituta. Ahora están preparando una nueva acometida para regular aquellas conductas que no son tan graves como para considerarse delitos.
Patricia Carías. 15 de Septiembre. Tomado de El Faro.
Después de tres intentos fallidos, la Asamblea discute nuevamente una propuesta de ley que derogaría la Ley de la Policía de 1879. La nueva normativa permitiría a las autoridades afrontar aquellas conductas que, por no ser tan graves no llegan a considerarse delitos, pero que por ahora solo son reguladas por una ley cuyos términos se volvieron obsoletos hace décadas.
El ministro de Seguridad, Manuel Melgar; el director de la Policía, Carlos Ascencio; la procuradora general, Sonia de Madriz, y el representante de la Fiscalía, Ovidio Portillo, se dieron cita este martes en la Comisión de Seguridad de la Asamblea Legislativa, para estudiar, una vez más, dos anteproyectos de ley que servirían como documentos base para generar la normativa que regule la convivencia ciudadana y las contravenciones administrativas de las municipalidades.
El punto de partida son los anteproyectos Ley Marco Para la Convivencia Ciudadana e Infracciones Administrativas, propuesto por el FMLN y el Consejo de Alcaldes del Área Metropolitana de San Salvador (Coamss), y la Ley de Contravenciones Administrativas, anteproyecto que llegó a la comisión desde 1998.
En los últimos 12 años, la comisión de seguridad emitió tres dictámenes para dicho proyecto, los cuales, al ser discutidos en las plenarias, fueron rechazados. En dos ocasiones el FMLN rechazó los dictámenes por considerarlos inconstitucionales, aludiendo a que estos rompían la autonomía municipal de la que habla la Constitución en su artículo 203. En otro momento fue el pecenista Francisco Merino quien se opuso a la normativa dado que de derogarse la Ley de la Policía, los casinos y los juegos de azar serían permitidos.
La discusión inicial se centró en los procesos de violencia ciudadana que han sido noticia los últimos meses, como el caso del asesinato del capitán de la Fuerza Armada, Ricardo Alfaro Monge, en manos de su vecino, a raíz de una disputa por parqueo en la vía pública. Según Ascencio, la creación de esta normativa permitiría regular los trastornos de violencia ciudadana en el país, es decir, aquellas faltas de convivencia pequeñas que pueden terminar en situaciones de violencia si no se les da atención. “La necesitamos para abordar de forma integral el tema de la violencia”, dijo.
De acuerdo con la procuradora Madriz, se reporta aproximadamente 56 casos diarios de violencia ciudadana en el Área Metropolitana de San Salvador. Los primeros cinco causas son las deudas, los ruidos, las mascotas, los niños jugando en la calle y el parqueo.
El pecenista Antonio Almendáriz considera que la finalidad de la discusión de una nueva normativa es evitar que el estrés de los ciudadanos sea la causa principal de violencia. Asimismo, sancionar a las personas que incurran en faltas que atenten contra la paz de las comunidades. Y como último punto rescatar faltas relevantes en la Ley de Policía para posteriormente derogarla, dado que ya no contiene información que pueda ser aplicada en la actualidad.
La Ley de Policía de 1879 tiene una enumeración de conductas y medidas disciplinarias que, a casi siglo y medio de haber sido emitida, resultan absurdas. Por ejemplo, establece que es deber de los inspectores de policía perseguir a las mujeres “holgazanas” obligándolas a trabajar, que están prohibidos los vagos, los buhoneros sin patente, los tinterillos temerarios, los curanderos sin licencia, los rufianes y mujeres públicas, los que quieren pasar por estudiantes y no comprueben estar haciendo estudios con algún profesor, los que sin la licencia respectiva andan con imágenes de santos solicitando limosnas... Además, dispone secciones que para la época de autoritarismo en la que fueron creadas eran factibles pero que a esta fecha son irracionales, tales como la vagancia, la holgazanería, la ebriedad, los juegos de azar...
Parte de los beneficios de la ley en estudio, según Manuel Melgar, es la reducción de trabajo que esta generaría para la PNC y la Fiscalía, dado que el Cuerpo de Agentes Municipales sería el encargado de atender los casos de problemas de convivencia ciudadana. Los agentes policiales intervendrían, únicamente, si un ciudadano, después de recibir una advertencia y una multa, incurre en determinada acción que violente la paz de la comunidad.
En la Asamblea aún no hay certeza del cuál será el rumbo que tome la normativa, ni del tiempo que tome la discusión. Tampoco se conoce si en realidad se podrá derogar la ley que data del siglo pasado, dado que se viene intentando desde hace 12 años. La próxima semana se reunirán los representantes de las entidades involucradas para comenzar a armar la normativa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios que incluyan ofensas o amenazas no se publicaran.