Comentarios mas recientes

2010/09/25

EDH-Razón y fe, religión y política

 Carlos Mayora Re.25 de Septiembre. Tomado de El Diario de Hoy.

En estos días hemos estado pendientes de la visita de Su Santidad Benedicto XVI a Inglaterra y Escocia. Un viaje que se presagiaba tormentoso y difícil, pero que resultó aleccionador: los ingleses en general no sólo no se opusieron al viaje, sino que recibieron al Pontífice con los brazos abiertos.

Una de sus primeras alocuciones fue la que dirigió al Parlamento y a los representantes de la sociedad inglesa reunidos en Westminster Hall.

En esa sede tan importante decía el Papa: "Cada generación, al tratar de progresar en el bien común, debe replantearse: ¿Qué exigencias pueden imponer los gobiernos a los ciudadanos de manera razonable? Y ¿qué alcance pueden tener? ¿En nombre de qué autoridad pueden resolverse los dilemas morales?" Preguntas que tocan el meollo de la política, precisamente en el tema de la fundamentación ética de la vida civil.

Las bases de la ética política, decía Benedicto, deben apoyarse en algo más sólido que el mero consenso social, y su fundamentación racional se convierte en desafío clave para cualquier democracia.

No valen soluciones pragmáticas o de aplicación de poder: sin una ética a la altura de la dignidad de la persona, se corre el riesgo de terminar en descalabros económicos o totalitarismos políticos.

"¿Dónde se encuentra la fundamentación ética de las deliberaciones políticas?", se preguntaba. Y antes de responderse ponía por delante una consideración importantísima: las normas objetivas en que se apoya la ética política deben ser accesibles a la razón, deben ser capaces de prescindir del contenido de la revelación, es decir, deben ser comprensibles para cualquier persona, independientemente de sus creencias religiosas.

El papel de la religión "no es tanto proporcionar normas éticas, como si no pudieran conocerlas los no creyentes. Menos aún proponer soluciones políticas concretas, algo que está totalmente fuera de la competencia de la religión. Su papel consiste más bien en ayudar a purificar e iluminar la aplicación de la razón al descubrimiento de principios morales objetivos"…, una conclusión que podría resultar sorprendente para los que piensan que la religión es un conjunto de dogmas y preceptos frente a los que los católicos no les queda más que decir amén. O un agregado de mandamientos poco razonables e impositivos.

Opiniones erróneas confirmadas por algunas doctrinas religiosas hipertrofiadas en sectarismos o fundamentalismos, que han intentado imponer soluciones políticas concretas, o sostener regímenes políticos determinados que, invariablemente, han producido resultados sociales catastróficos; no por su componente religioso, sino por la negación a la libertad de acción y a la libertad de pensamiento para los ciudadanos o súbditos que las han padecido.

El Papa, profundizando en el tema, explicaba que el papel de la religión con respecto a la política puede ser doble; por un lado, sin el rol moderador de la religión la razón puede ser presa de ideologías, mientras que por el otro, si se prescinde de ella, la razón corre el riesgo de aplicarse parcialmente, distorsionando a conveniencia nociones fundamentales como la de libertad o dignidad humana. Produciendo, en ambos casos, grandes injusticias.

Entonces, entre religión y política nunca puede haber indiferencia o subordinación, ni absorción de una por la otra; mucho menos imposición. Su relación es de mutua colaboración, recíproca ayuda, y un respeto bilateral que deje libre actuación a cada una en su campo.

Por discursos e ideas como las expuestas, David Cameron, Primer Ministro de Inglaterra, agradecía a Su Santidad la visita manifestándole, en la despedida oficial, que "ha dejado un importante reto a todo el país para que nos sentemos y reflexionemos, y eso es muy bueno"; hagamos propio el consejo, y procuremos sacar provecho también nosotros.

elsalvador.com :.: Razón y fe, religión y política

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios que incluyan ofensas o amenazas no se publicaran.