Comentarios mas recientes

2010/08/24

RAICES - Dos incendiarios pacíficos: Noam Chomsky y Pierre Guillaume-Periodismo Alternativo desde El Salvador

 Maria Plumier. 24 de Agosto. Tomado de Raices.

 

1. Quién es El Viejo Topo

En Francia  tenemos un escritor, seguidor de Jacques Debord, al cual le está llegando la hora del triunfo. Se trata de Pierre Guillaume, editor de los historiadores revisionistas desde 1979, y redactor de unos boletines firmados “El Viejo Topo” que han logrado lo impensable: la conversión íntima, sincera, a la adoración de la verdad, de sus lectores; sabemos que el proceso abarca a muchas personas con responsabilidad a nivel de gobierno, judíos o no judíos, pues la circulación semiclandestina de razonamientos muy bien pensados y explicados alcanza niveles de la persona mucho más decisivos que el sometimiento superficial que consigue la propaganda. Se trata de una labor subterránea, en la profundidad de la conciencia de cada cual, y es un deber reconocer que los vericuetos ciegos del Viejo Topo han alcanzado su destino: ya el holocausto con mayúscula ha dejado de ser objeto de congelación de la razón, ya podemos tomar nuestras distancias desapasionadas, lo que nos fascina ahora es observar el mecanismo que lo impuso como tabú religioso durante los últimos 20 años, después de una primera etapa en que la mayoría de los historiadores tomaban en serio los cuentos más espeluznantes pero descabellados acerca del martirio de los judíos durante la segunda guerra mundial, algo muy real, por otra parte, tan innegable como el martirio de muchísimos europeos más en los mismos años.

En 1990, un libro se imprimió pero no se pudo comercializar, con título “Un fósforo prendido en el glaciar”. El autor era el militante antiimperialista  Serge Thion. Gracias a él y a su amigo editor Pierre Guillaume, representantes de la sensibilidad izquierdista ante el tema del Holocausto, ya el glaciar está fluidizado, y riega los pastos de Occidente, del mundo islámico y de todos los países donde despunta el Alba.

Pierre Guillaume es modesto. Nunca fue historiador asalariado, ni profesor, ni funcionario. Y no ve televisión. Pero siempre está en la calle, repartiendo volantes, o regalando libros, con lo cual le toma el pulso a la gente, y tantea el aguante del poder represivo ante sus provocaciones. Así, cuando más amenazado se sintió, tras varias tentativas de asesinato, le dirigió una carta pública a Lionel Jospin, viejo amigo de su familia; allí revelaba que el padre de Jospin había conocido además a Raul Rassinier, el socialista que primero que nadie puso en duda la existencia de cámaras de gas; y le recordaba a Jospin que había prometido, antes de ser ministro y luego presidente de la República, que nunca votaría leyes contra la libertad de investigación histórica (carta del 25 de mayo de 1997 http://aaargh.codoh.com/fran/revu/TI97/TI970529.html ). Esta actitud frontal y constante le ha dado una libertad interior poco común. Acaba de publicar en internet(1) una serie de conclusiones acerca de la trascendencia del método chomskiano para derrocar el culto al Holocausto, de lo cual seleccionamos y traducimos algunos párrafos a continuación, como muestra del rigor de sus demostraciones; del conjunto extraeremos lecciones para la batalla actual, para el desmantelamiento pacífico del Estado fallido y delirante de Israel.  Agregamos entre corchetes y en notas algunos datos que aclaran sus frases alusivas, y al final unos comentarios sobre la situación en la izquierda de habla española, prolongando la reflexión de Pierre Guillaume mismo.

2. Cómo Chomsky protegió a los seguidores de Faurisson

Escribe Pierre Guillaume: “Chomsky llevaba 30 años boicoteando a Francia, porque los intelectuales parisinos y los medios lo habían insultado a raíz de un texto sobre la libertad de opinión que figuraba como prólogo al libro de Faurisson “Memoria en defensa contra los que me acusan de falsificar la historia”. El contestaba entonces que los franceses no eran sino estalinistas, que no respetaban los hechos. Y reiteró su desprecio en el folleto  Réponses inédites à mes détracteurs parisiens  publicado como « Cahier Spartacus » n° 128, con un prólogo firmado P.G., que se publicó en 1984, el mismo año que le dio su título a la novela de anticipación del totalitarismo blando de nuestro tiempo, el libro que hizo famoso a Orwell: 1984.
Allí Chomsky decía lo siguiente: “Los tribunales franceses han condenado a Faurisson por que careció de « sentido de su responsabilidad » y le faltó  la « prudencia » del historiador, por no haber utilizado ciertos documentos probatorios, y  por dejar que “otros retomaran su discurso con una intención de apología de los crímenes de guerra o incitación al odio racial”. Con total cobardía, la corte pretende que no está restriñendo el derecho para el historiador de expresarse libremente, pero castiga a Faurisson por haber usado de esta misma libertad. Por este fallo vergonzoso, se le da al Estado el derecho de determinar una verdad oficial (a pesar de las protestas de los jueces) y castigar a los que son culpables de irresponsabilidad. Si esto no da lugar a protestas masivas, será un día negro para   Francia”. Y hasta el día de hoy, no se ha visto protesta masiva alguna.....” (2)
Entre los que se destacaron por la mala fe, la falsificación y la abyección estaban Jcques Attali y Bernard-Henri Lévy, André Glucksman, Gérard Chaliand, Thibaud y hasta Pierre Vidal-Naquet, el ídolo de la izquierda, a los cuales Chomsky denunció de manera precisa. Así pues, había chocado contra el muro de los intelectuales franceses « prestigiosos ».

En aquel momento, si los enemigos de Faurisson hubieran descubierto errores o mentiras en sus escritos, disponían de todos los medios imaginables para hacerlo saber. Chomsky consideró que su deber era frenar la caza de brujas.

Así fue cómo firmó junto con unos 500 universitarios o una petición iniciada por el revisionista norteamericano Mark Weber. Esta petición hizo que los jueces midieran la amplitud de los problemas que se planteaban, y posiblemente hizo retroceder a algunos que tenían pensado resolver el problema definitivamente, mediante el asesinato de Faurisson. El hermano de Daniel Cohn-Bendit, Jean-Gabriel Cohn-Bendit, se pasó al bando del Viejo Topo, y fue co-firmante de su folleto siguiente. Pero la polémica se mantuvo confidencial, hasta la publicación del Prólogo de Chomsky. Y este texto fue un pararrayos extraordinario, cosa que muchos no miden hoy en día. Los medios desataron una campaña, eligiendo mentir descaradamente, diciendo que Chomsky no había autorizado la publicación de dicho prólogo, que por lo tanto era algo así como un apócrifo.

En realidad,

“1. Noam Chomsky defendió y sigue defendiendo con energía y eficacia la libertad de investigación y expresión de Robert Faurisson. Como había acordado con El viejo Topo hace 30 años, siempre se ha negado a entrar en el debate sobre el fondo histórico de las investigaciones del profesor, por dos motivos : no se sentía con competencias para ello, y para adquirir dichas competencias, habría tenido que acometer a su vez una labor enorme que no le apetecía.

2. Al cabo de un proceso judicial que duró 4 años (15/02/1979 – 26/04/1983) el tribunal y luego la corte suprema tuvieron que constatar que los demandantes, Liga contra el Racismo y el Antisemitismo (LICRA, nacida de la LICA, que sólo se preocupaba por la defensa de los judíos) y nueve asociaciones para la memoria, coligadas, habían sido incapaces de convencer a ninguna instancia judicial de que el profesor Faurisson hubiese mentido ni falsificado nada.

3. Al resultar imposible demostrar científica ni judicialmente la existencia de las cámaras de gas, unas recámaras fundadoras de la posmodernidad se han convertido en dogma republicano, por la ley Fabius-Gayssot del 13 de julio de 1990.

4. En junio de 2010, Noam Chomsky sigue denunciando esta ley como estalinista: no reniega nada de su posición inicial.

Por lo tanto, el que tenga autonomía de pensamiento dejará de preguntarse si Chomsky es revisionista o no, y sacará su propia conclusión.”

[ Véase en  http://www.aaargh.codoh.com/blog/revifr/ una carta del 20 de diciembre de 1993 de Chomsky al amigo del Viejo Topo Serge Thion, que autentifica el testimonio de Pierre Guillaume. Muchos ya han llegado a la conclusión de que Chomsly era revisionista, por mucho que les desagrade a los “sanayim” de izquierda, los agentes espontáneos del Mossad, que sólo quisieran difundir sus aportes al combate antimperialista.]

A raíz de la gira de conferencias parisinas del “papa de la izquierda” salió en la revista Rivarol un artículo firmado con el seudónimo “Donatella”, especialmente alevoso, criticando a Chomsky como supuesto cobarde; según este artículo, Chomsky es un cripto-revisionista  que debió haberse declarado abiertamente seguidor de Faurisson desde 1979, en un “outing” espectacular, a lo gay(3).  Contesta Pierre Guillaume: “es un reproche que nos parece muy flojo, pues se ha portado como un defensor perfecto del revisionismo como método universal. , Me acabo de enterar –sigue Pierre Guillaume- que se descubrió en estos días al profesor polaco y revisionista Dariusz Ratajczak muerto en circunstancias especialmente horribles y conmovedora(4). ¿De eso también tendría la culpa Chomsky, por no haber defendido frontalmente a los revisionistas, como insinúan los rencorosos? Le dejo a Dios que saque las cuentas; es menos vengativo, según su propio hijo.”

3. Paréntesis : Lo que le costó personalmente a Pierre Guillaume la defensa de Faurisson

Sigue contando Pierre Guillaume: “Varias tentativas de asesinato, abortadas. En un caso, lo que me salvó fue la intervención de René Lefeuvre en el medio de los Cahiers Spartacus [órgano de la extrema izquierda; Pierre Guillaume era el editor de dicho cuaderno, junto con el militante socialista revolucionario René Lefeuvre.]. Otra vez, gracias a la intervención de Jaques Baynac [historiador de la Resistencia] y Daniel Cohn-Bendit [el mismo que es ahora jefe del partido Verde en Francia]; esta vez eran los izquierdistas leninistas maoístas estilo judaico los que me pedían la cabeza. También se dio el caso de un joven que me vino a buscar con un revolver, y entró armado en mi librería rue des Fossés Saint-Jacques, n° 16, porque se había enterado por los medios de que yo había abusado de la confianza de Chomsky. Esta mentira la difundió Anne Sinclair, [periodista popular, esposa de Dominique Strauss-Kahn, el que pretende, después de su presidencia en el FMI, ser el próximo presidente nuestro]. No lo cuento entre mis asesinos porque le enseñé las cartas de Chomsky, y descubrió que la acusación mediática era una falsedad, desmentida por dichas cartas; y allí mismo renunció a su proyecto.

Además, como editor, tuve que padecer los principales juicios formados contra Faurisson como inculpado principal, del cual Faurisson no era más que el cómplice. Las mismas persecuciones judiciales, y algunas más, por ser editor además de Pierre Marais y de Roger Garaudy por ejemplo. Y otros juicios, burlescos, por ser editor de Bernard Lazare, nada menos. Pero estos juicios me permitieron reafirmar ciertos principios. Otros juicios más, especialmente retorcidos, en tanto editor de los Anales de Historia Revisionista [revista prohibida a partir de 1990] ...] . Y otros juicios más por los volantes  y folletos que repartía, porque nunca me negué a dar mi nombre ni mi dirección. Esto lo seguí haciendo aún cuando tenía ya varias condenas a penas de cárcel en suspenso. Al final, sumo más condenas que el propio Faurisson! Hasta tengo pendiente el cumplimiento de una condena a 120 días/multa, lo cual equivale a 60 días de prisión firme. Y todavía no los he cumplido... Me enorgullece más que nada pensar que ninguno de los pleitos que me busqué fue inútil o fue algo turbio, por ínfulas de cualquier tipo, o pulsiones oscuras.

En cuanto a mi carrera, eso que nuestros intelectuales consideran sagrado, a los 20 años, ya había decidido renunciar a nada por el estilo. Pero que conste que después de dejar por voluntad propia mi empleo, para enfrentarme a la situación de que había que salvar a Faurisson, me echaron de  las ediciones  De la Différence, donde era director de colección, así como de Albin-Michel; al final tuve que liquidar mi segunda librería La Vieille Taupe, que había fundado rue d’Ulm, n° 12, en el barrio latino de Paris. Hoy cobro unos 600 euros mensuales como jubilado, y no pierdo el tiempo en contar shekels, ni míos ni ajenos. Dios suele proveer a las avecillas del campo ... [Pierre Guillaume confiesa que todo esto lo llevó al hospital siquiátrico, con diagnóstico severo; pero al cabo de unos años en que parecía que su vida intelectual había concluido, volvió  al combate, brioso como nunca.]

... También se podrían evocar las sanciones administrativamente más severas, y existencialmente más devastadoras que padecieron Vincent Reynouard [profesor de secundaria echado de su puesto y actualmente preso en Bélgica, ver http://putocracia.blogspot.com/2010/08/un-escritor-frances-padre-de-ocho-hijos.html ], Michel Adam [filósofo], Jean-Louis Berger [historiador que falleció en 2007] o Bernard Notin [investigador en economía] que vio su carrera universitaria quebrada por menos que nada. En el plano judicial, otro caso grave es el de Georges Theil [condenado a seis meses de prisión por haber enviado, en 2004, su libro “Un caso de insumisión” a algunas personalidades, siendo un ingeniero retirado de gran prestigio].

Para acabar de una vez con el dolorismo y la evocación de los sufrimientos padecidos como argumentos en una controversia : son cosas de orden diferente. Pero no permitiré que nadie insinúe que Chomsky tuvo la menor responsabilidad en ello, porque es repugnante. De una vez por todas: no me quejo, hice lo que tenía que hacer porque tenía ganas de hacerlo, de lo contrario no lo hubiera hecho. Nunca tuve que elegir. Es muy fácil evitar meterse en líos: basta con no hacer nada. Pero yo no puedo dejar de hacer lo que hay que hacer. Si no hubiese hecho lo que hice, lo más probable es que estaría muerto, tras algún cáncer, o una úlcera, o una depresión grave, o cualquier accidente, o qué sé yo.”

4. ¿Hasta dónde llega Chomsky en la condena de Israel?  Por qué ciertos intelectuales de izquierda decidieron mediatizar la gira de Chomsky en París?

[Si Chomsky tanto ha hecho, en definitiva, por el triunfo de los revisionistas, ¿por qué los medios le han dado tanto eco a su gira parisina? ¿Acaso también quieren a su manera impulsar el revisionismo? ¿O se trata de una tentativa por conseguir que Chomsky reniegue de su apoyo a la libertad de opinión? Esta es la pregunta que se hace Pierre Guillaume, concluyendo a favor de la segunda hipótesis. En todo caso, si fue así, la maniobra ha fracasado...]

Continúa Pierre Guillaume: “A Chomsky lo odian y lo tienen en la mirilla el gobierno del Estado de Israel y sus servicios, lo vigilan como una granada destapada(5). Lo que pretendían los organizadores de la gira de Chomsky era que, una vez colmado de honores por la adhesión de la nueva generación, demostrara en la práctica que ya no defendía la libertad de expresión. La gira debía ser una entronización en el pensamiento medio, mayoritario, se iban a borrar las cuentas viejas y el malentendido con la generación anterior por lo del revisionismo. Y era Chomsky el que le iba a devolver a Francia su certificado de que seguía siendo patria universal de la libertad de pensamiento. La reconciliación tenía que ser espectacular. Pero Chomsky no se prestó a esta farsa… No desarrollaremos aquí los argumentos críticos de Chomsky contra Israel. Él no es un Otto Weininger [el judío hipercrítico que terminó suicidándose en 1903 después de escribir un libro calificado de auto-antisemita]. En nuestra generación, ya muchos judíos encuentran la salida entre los puntos de vista judaicos y antisemitas simétricos. Israel Adán Shamir, Gilad Atzmon, Paul Eisen o Chomsky están en ese grupo. Ni es traidor a su patria americana ni a la religión de sus antepasados. No ha buscado acomodarse, lo cual es la motivación normal de los traidores, no se ha pasado de un bando al otro sino que busca la superación universal del enfrentamiento. Su honor radica en la fidelidad a sus principios. Tampoco, como tampoco nosotros, Chomsky le exige a nadie que comparta su posición. Simplemente, hacemos juntos  lo posible por derrocar a dos bandos de aspirantes a la tiranía.

Es falso pretender que Chomsky subestima el poderío del lobby israelí sobre el Estado USiano. Se opone a las conclusiones que algunos sacan del mismo, pues subraya que sin la aceptación de la mayoría, dicho lobby no habría podido imponerse. Así, según él, Israel no controla a USA, sino que Occidente entero deja que sea así, como la mano izquierda sostiene las iniciativas de la derecha, en provecho de una meta abarcadora común, aunque un observador extraterrestre podría observar que una mano parece estar dominada, inferiorizada por la otra, sugiere Pierre Guillaume. Lo importante es cambiar la orientación de los judíos, mucho más que aumentar la gritería de los antisionistas. Por cierto, ya es oficial el reconocimiento de que nuestro siglo es judío. Lo dice abiertamente el libro de Yuri Sletzkin (ediciones La Découverte, antiguamente François Maspéro) tras el de Jaques Derogy y Hesi Carmel con su libro de 1894 “El Siglo de Israel”, ediciones Arthème Fayard, 1994, editorial izquierdista también. Lo cual a su vez nos autoriza a decir: el esplendor de la dominación judía ya pasó. En Francia, otro libro de un judío sionista pero de izquierda, Jean Robin, popularizó el término hipercrítico de judeomanía, por el cual se perseguía al Viejo Topo hace 30 años, así como el de ‘lobby judío’. Sin ellos, la LICRA ya nos estaría formando juicio. (Recado de P. G. al lector asustado, pero deseoso de transmitir todo esto: amigo lector, puedes echarle toda la culpa de lo que estás compartiendo aquí a Pierre Guillaume, dando todas sus señas, pero no hace falta, LICRA y demás gendarmes ya las tienen, y él se responsabiliza, como siempre lo ha hecho).

5. El revisionismo universal de Chomsky

Y dice El Viejo Topo sabio: “El mérito de Chomsky es inmenso, en cuanto a su intransigencia en la defensa de la libertad de expresión sin fallo, desde hace 30 años. Pero también es admirable el método que se desprende de su postura, método que llamamos del “revisionismo universal”: es lo que permite a los judíos salir de su prisión mental, y por lo tanto llevar a cabo la “perestroika” que deseamos todos, abriendo paso a la abolición del paradigma del H con mayúscula. Negarse a hacer filosofía es lo que hace Chomsky, y es la postura inicial que conviene cultivar: oponer hechos a ideologías, justificaciones y cebos moralizantes de todo tipo, creer en la objetividad, en la verdad material de los hechos: lo mismo que Faurisson! Por ello, de la misma forma que no se pudo sepultar a Faurisson en el olvido y la calumnia, no se podrá acabar con Chomsky; él no es ningún monumento del pasado, sino que es el abridor del futuro ya presente.

Llamo revisionismo generalizado la aplicación universal de las reglas de la crítica a todos los temas posibles e imaginables, e incluso a los demás. El primer paso, el más difícil, es aceptar aplicarles a uno mismo, a las propias creencias de uno, al formateaje de nuestro propio cerebro, al reconocimiento de nuestras pulsiones, los métodos y principios de la crítica revisionista. Porque hay que reconocer que son los principios mismos de la crítica, nada más. Y ninguna censura vale, por lo cual ningún dogma tampoco, ni el Dogma del Holocausto, ni el Dogma de la no existencia de las cámaras de gas. Y debemos negarnos a imponer ninguna verdad, por muy demostrada que la tengamos.

Estas son las tesis del Viejo Topo:
1. Ninguna verdad histórica liberará a nadie si no está asociada al respeto intransigente de la libertad de expresión de todos.
2. Al renunciar a esta orientación, que era la de Paul Rassinier, Faurisson retrasó el nuevo arranque del pensamiento, paralizado por el tabú.
3. El reconocimiento del valor de los trabajos de Rassinier y Faurisson debería ser una oportunidad para que la humanidad reconozca la necesidad de la libertad de expresión,  no como simple declaración de principios abstracta y generalmente hueca, sino por los beneficios colaterales que entraña.
4. El revisionismo universal no se aviene con el revisionismo restringido de quienes consideran que la racionalidad en cuanto al tema del H debería  triunfar por su propio peso, por lo cual convendría imponerla; una rigidez nunca vencerá a otra rigidez, y no deberíamos desear la victoria por la violencia ni siquiera por la presión.

El viaje mediático de Chomsky, cuyo alcance fue profesionalmente organizado en torno a Le Monde Diplomatique, Le Collège de France, y el centro de investigaciones prestigioso CNRS, tenía por objetivo que Chomsky se presentara por fin al examen de permiso de conducir de nuestro tiempo, y contestara « sí » a la pregunta fatal : « ¿existieron, sí o no, las cámaras gas? »; algunos amigos nuestros, revisionistas, querían que contestara con un ¡No! rotundo. Ya Faurisson se lo había exigido en la revista Etudes révisionnistes, n° 7, p. 7-11. Ambos campos mantenían la ilusión de que la respuesta de Chomsky les aseguraría el triunfo... Pero él sigue sin caer en la trampa, y no lo hace ni por indiferencia ni por escepticismo. Los que pretendían acorralarlo demuestran que no entienden lo que es la realidad del tablero.”

6. El mecanismo social y religioso del tabú

Sigue con sus reflexiones nuestro Viejo Topo: “En 1995, con la publicación de “Los Mitos fundadores del gobierno israelí » (título exacto de la edición original, por la editorial La Vieille Taupe) se vio cómo funciona el tabú. Garaudy fue unánimamente repudiado en Francia como “negador del Holocausto”, y perdió 3 juicios entablados por LICRA y asociaciones de deportados varias; la corte de justicia europea se negó a retomar el caso. A Garaudy lo defendió el Abbé Pierre, la figura más popular de Francia(6). En seguida los medios se dedicaron a apagar el incendio que podía nacer del comentario favorable del Abbé Pierre al libro, y todos comentaron que estaba chocho, y sólo se expresaba por fidelidad a un viejo amigo de juventud. (7)El abate no fue tratado como Garaudy, no le colgaron el sambenito, porque pronto su jerarquía lo mandó a callar, y se recluyó en un convento, pretextando su mala salud; “que no se había leído bien el libro”, dijo, para justificar su respaldo a Garaudy; algunos años más tarde, se le hizo un funeral nacional, con la presencia del presidente de la República, en la catedral de Notre Dame de Paris. Y uno se pregunta ¿cómo los medios lograron fagocitar así tanto a Garaudy como a su hermano l’Abbé Pierre por igual, aunque fulminando a uno como “racista que se pasó a la extrema derecha”, y levantando al otro al rango de monumento nacional? Hay que detenerse en los mecanismos del tabú.
Se nos ha paralizado con la fascinación por el tabú, disfrazado de “lucha contra el antisemitismo”. (8)El programa informático según el cual nos movemos inconscientemente es el que estableció como límite para nuestros raciocinios el temor a un “nuevo Holocausto”. Con esto se ha pretendido abolir el derecho humano básico, el derecho a pensar.

Desde la aprobación de la Ley Gayssot, la mención de la “cámara de gas” funciona como palabra ‘sésamo’ para ser atendido en los medios serios, y además sirve por consenso general para la identificación en un bando u otro, eso mismo que rechazó Chomsky. (9)El tabú diseña los límites entre verdades aceptables y verdades indeseables. Pero estas siempre terminan fervorosa aunque clandestinamente deseadas...”

7. Ya ha llegado el tiempo del cambio de paradigma

Concluye El Viejo Topo: Siempre terminan por darse situaciones que no corresponden a los programas informáticos cuya pertinencia y eficacia ya se habían comprobado. Hay factores convergentes para el cambio de paradigma: entre nuestros censores mismos, algunos han comprendido que ya el tabú no funciona, desde que la libertad de expresión entre los musulmanes ha popularizado lo que en Occidente era confidencial, la sospecha de cierta inflación en los crímenes que se le reprochan a Hitler; entre nuestros enemigos, los más listos se han percatado del efecto devastador del argumento siguiente: donde hay censura, hay gato encerrado, hay verdad sofocada, hay imposibilidad de convencer racionalmente. Desde el principio, padecemos Tartufos como Pierre Vidal-Naquet, que decía oponerse a la promulgación de la ley Gayssot “porque los historiadores no la necesitan”, decía él, pero haciendo lo posible por imponer la ... versión oficial(10). En 2005, hubo una tentativa interesante, de parte del historiador René Rémond, para aflojar la censura sin crear crisis: lanzó la petición “Libertad para la historia” por la abrogación de todas las leyes “memoriales” vigentes en Francia, las que oficializan la prohibición de disentir sobre los temas siguientes: la calificación como genocidio y crimen contra la humanidad de –1) Holocausto, -2) deportación trasatlántica de los africanos esclavizados, y –3) armenios masacrados por los turcos a principios del siglo XX. Pero el enemigo maniobró, y no pasó nada, cayó en el olvido la petición “Libertad para la historia”.(11)

Aún así, el tacto pedagógico de Chomsky ha logrado lo que parecía imposible: lanzar a los judíos creyentes en las cámaras tres ideas verdaderamente revolucionarias para ellos: 1. El tema del sufrimiento judío y de las cámaras de gas no es el centro del mundo; 2. el hecho de creer en las mismas no otorga el derecho de imponer por la violencia su creencia a los demás; 3. hay gente que no cree y con la que se puede uno codear perfectamente, ya que yo mismo me dejo ver sin problema con ellos. Ya con esto entraban tres virus capaces de atacar los programas informáticos que formatean la mente de muchos sionistas y judíos reales. Y cuando uno empieza a plantearse esas preguntas, ya uno deja de ser totalmente judío.

La novedad es que, a raíz de las barbaridades israelíes en Gaza y contra los defensores turcos de Gaza, los judíos tienen miedo. (Ver: (http://www.ejpress.org/article/44836).  (12) Y a su vez, hay revisionistas crispados, aterrados  con la idea de los propios judíos decidan encabezar el revisionismo de manera a controlarlo(13). En Francia, Alain Finkielkraut o Eric Zemmour son figuras que lo podrían hacer, porque desde el vamos ya gozan de más libertad que los no judíos para ser voceros de pensamientos incorrectos(14); la LICRA a ellos no los acusará jamás de islamofobia, de antisemitismo o de racismo, se demuestra cada día que el escudo comunitario los protege perfectamente. Un argumento para los judíos sionistas que quisieran renunciar a chantajear al mundo con el “recuerdo” de las cámaras de gas, pero sin renunciar a conservar el control de la palabra autorizada,  sería el siguiente: los antisemitas partidarios de Hitler son los que difundieron los cuentos de terror con cámaras de gas y tutti cuanti, para lograr la expulsión consentida por los judíos mismos -de masas de pobres judíos agobiados- a Israel, desde 1945 hasta la fecha, para entramparlos lejos de sus patrias nativas. Esta  argumentación puede ser arrolladora para los que se untan a diario con la santidad de ‘eternas víctimas’ y para los no menos ‘compasivos eternos’  pero eternamente conformes con cualquier propaganda autohalagadora que justifique su pereza intelectual.”

Conclusión personal

Hasta aquí la reflexión de Pierre Guillaume, aquél que se considera “judeoterapeuta” y está consciente de haber salvado a su propio siquiatra de la enfermedad mental por envenenamiento sofístico, a la vez que éste, judío y médico honrado, lo salvaba a él de la desesperación y la locura. En realidad, él escribe para sus perseguidores, para su conversión a la verdad. De ahí que a veces parezcan obvias sus afirmaciones, a los ya convertidos. Pero siguen cargadas de “gracia eficiente”, como dicen los jesuitas, para los demás. El tema de la salvación por la verdad ya lo planteó Juan el Evangelista:  “La verdad os hará libres”...

Y ahora nuestra conclusión provisional: un revisionismo reciclado por algunos voceros del suprematismo judío ya no tiene cabida. Esta argumentación pudo parecer imprescindible a corto plazo para los que quisieran ser voceros de la izquierda “pura” para no perder en breve el control de las buenas masas cada vez más reacias a ser carne de cañón para las guerras imperialistas de Israel, en Gaza, Líbano, Irak,  Afganistán o en Irán. Pero Chávez se les adelantó, junto con el Alba y Fidel, que, con su sutileza habitual, y típico estilo “caricioso” cubano, alude muy justamente a los “cientos de miles que terminaron en los hornos crematorios de Auschwitz”: manifestación perfecta del método chomskiano, el revisionismo por omisión, abandono implícito, callado, de los sésamos vencidos: ni 6 millones, ni cámaras de gas reservadas a judíos. De esta manera, los gigantes de América latina han movido el piso a aquellos antimperialistas que querían darles el cálido apretón de la boa, y el beso envuelto en la baba de la mentira, para congelarlos de una vez, como íconos impotentes, por atenerse a los esquemas vencidos del pasado.

El Viejo Topo hizo posible la publicación y difusión del libro de Garaudy, que llegó a todos los dirigentes musulmanes y antiimperialistas de España y América latina. Garaudy no sólo ha sido un coloso que ha aceptado pagar caro por su gesto radical en vistas a desvirtuar la propaganda sionista eligiendo meterse de cabeza en “el único revisionismo que cuenta y cuesta”(P. G.). Sigue, ya cercano a los 100 años, siendo comunista, cristiano y musulmán a la vez. Por su vieja amistad en la camaradería de izquierda, el alcalde de Córdoba le dio la Torre de la Calahorra, en Córdoba, como sede para su Fundación para el diálogo de las culturas. Es calumnia típica de “sanayim”, de agentes encubiertos del Mossad, el pretender que se volvió neonazi, o que los admiradores de Garaudy son monstruos cristianos de extrema derecha, dedicados al odio de judíos. Gracias a Garaudy, el ensayista, politólogo políglota y amigo del presidente Chávez Norberto Ceresole descubrió la problemática del revisionismo en torno al H., y desvirtuó las tentativas por repetir el esquema de las mentiras sionistas monumentales en Argentina, en torno a los atentados de 1992 y 1994 de Buenos Aires (ver su libro La Falsificación de la realidad, http://aaargh.codoh.com/espa/solavaya.html . Y hoy se pueden descifrar los trucos de prestidigitación que sirvieron para paralizarnos con imágenes mentales fantasiosas como la de las camionetas suicidas o de cámaras de gas igualmente inexistentes, gracias al método de Pierre Guillaume, expuesto con paciencia en sus boletinos sucesivos desde 1995 como tantas “espinas en el pie del enemigo” (Ver: www.plumenclume.net/articles.php?pg=art485 ).

Al Viejo Topo, ciego antes los obstáculos inmediatos, pero vidente y alumbrador para sus lectores atascados en las tinieblas, le debemos dar las gracias por su aguante subterráneo, y la audacia de su método libertario. ¡Viejo topo! le gritaba Hamlet a la verdad que lo asediaba. Viejo Topo que resurge de la tierra y el entierro, llamaba Marx a la verdad objetiva.

En Francia misma, tenemos un caso que sugiere que ya la inflación ya no es tan fácil en cuanto al tema del H. El padre Desbois, sacerdote presidente de la sociedad de amistad judeocristiana, estaba programado para contrarrestar el escepticismo creciente; publica cosas para ampliar el asombro compasivo en torno al Holocausto, desenterrando retóricamente miles y miles de cadáveres baleados que va descubriendo en  “testimonios” (remunerados), en Polonia; pero nadie ha ido a desenterrarlos físicamente, porque se sabe que no van a aparecer agujeros en los respectivos cráneos, de lo cual nada, por cierto, permite afirmar tampoco que fueran de judíos, si es que hay tantos ... Le Monde publicó una crítica justa de la ligereza militante del padre Desbois, señal de que la adhesión al sésamo en estos medios ya es algo puramente formal. (Ver: http://blogs.myspace.com/index.cfm?fuseaction=blog.view&friendId=445483912&blogId=497534029).

Y los coloquios a los que se invitó a Chomsky también han sido tácitos avances en la aceptación de las conclusiones revisionistas. Y la mediatización de sus intervenciones y palabras textuales es otra señal de que la alada verdad ya ha llegado muchísimo más lejos, aunque se mantenga como disuelta en el aire, inapresable, pero respirable y saludable. Ya la censura no funciona, y la dinámica de autoliberación es más fuerte que la de la autocensura, entre los políticos, los periodistas y los lectores.

En todo caso, la situación presente es la siguiente: como escriben los judios sincera, radicalmente antisionistas, en la lengua universal de nuestro tiempo, el inglés: el problema ya no es el big H sino IsraHell (léase al respecto a Jeff Blankfort, a Gilad Atmon, a Israel Shamir). O sea que la H mayúscula del Holocausto funciona ya como imagen sintética, no de lo que tuvo lugar, sino de lo que es en profundidad el reino de Israel, un infierno, y a la vez, imagen onírica de lo que muchos, antiguamente distanciados por la barrera de la ideología, desean en secreto y en común que tenga lugar en un futuro próximo: que los masacradores de Gaza ardan en llamas ya, que la tortilla se vuelva, que el sionismo se vaya al infierno, definitivamente! Y esto, hasta entre los mismos militantes de izquierda que, en la generación anterior, tanta energía gastaron –en vano- a combatir a los fachos antisemitas. La vacuna que debía ser “la memoria del H” ya no hace efecto, sino que propagó otras enfermedades peores que la peste inicial... “populismo” a lo Chávez, “islamismo” a lo Ahmadinejad, “islamo-izquierdismo” europeo, “negacionismo” al estilo yanki agresivo, ya son tan contagiosos como el sexo (prohibido hasta la generación de nuestros padres), el sida (que tanto terror despierta) o la gripe (de la cual nos recuperamos después de cada invierno, como de un mal rato que ya pasó). Ya podemos hablar de tabú pasado, en el sentido freudiano, pues era algo imposible de validar por lógica, pero que se disfrazaba de sentimiento noble. Aquello se convirtió, a partir de las lágrimas compartidas, de algo emocional (hasta fisiológico pues se buscaba compartir  como en carne propia el tatuaje y el tormento de los deportados), en otra emoción inversa, más cruda: el atractivo invencible de lo prohibido. Puede dinamizar y popularizar una sana reflexión sobre la perversidad de los imaginativos mentirosos. Puede desatar la furia destructora. Puede acabar con el Estado pirata de Israel.

Trabajemos ya para impedir que genere otras tiranías vengativas. Reduzcamos el episodio de los últimos 50 años, en que rondaba a todos la imagen terrorífica de mataderos humanos a escala industrial, a lo que fue, ilusión óptica colectiva, efecto de un reflejo muy común, propio de la debilidad humana, que podríamos llamar el  reflejo del caracol cornudo, que se encoge, se reduce y se encierra en su carapacho defensivo, a partir de sus cuernos sensitivos, en cuanto se le roza: los habitantes de Europa habían quedado muy dolidos y con la mente fragilizada, tras las matanzas y traumas de la segunda guerra mundial; para recuperar cierto equilibrio mental, lo más fácil era echarle la culpa de todo al máximo perdedor de la contienda: el nazismo; por una cuestión de acomodo mental barato, convenía achacarle todo lo peor, convenía “creer en lo que uno deseaba que fuese verdad”, como decía el teólogo y filósofo Francis Bacon. “Es una verdad tan desagradable pensar que nos maneja como rebaño tal o cual gang, por eso es que echamos a la verdad fuera del campo de nuestros raciocinios, invocando otras explicaciones”, escribe Shamir a su vez. Se combinaron las ganas de creer en las cámaras homicidas nazis con la represión a los pioneros que desbarataban con argumentos científicos normales, inobjetables, el mito oficial. Pero ya el tiempo del miedo a los fantasmas pasó, a otra cosa mariposa y adelante, confiados en la “constante levadura de la verdad”, como decía José Martí (ver: www.kaosenlared.net/noticia/conspiranoia-virtud-de-verdad ).

Maria Plumier, intelectual francesa, es colaboradora de Raíces

-----

1. http://www.aaargh.codoh.com/fran/chomsky/chomsky.html (en francés e inglés)

2. « J'ajouterai encore un dernier commentaire. Les tribunaux français ont maintenant condamné Faurisson pour avoir, entre autres vilenies, manqué à la "responsabilité" et à la "prudence" de l'historien, pour avoir négligé d'utiliser des documents probants, et avoir "laissé prendre en charge par autrui (!) son discours dans une intention d'apologie des crimes de guerre ou d'incitation à la haine raciale". Dans un déploiement de lâcheté morale, la cour prétend ensuite qu'elle ne restreint pas le droit pour l'historien de s'exprimer librement mais qu'elle punit seulement Faurisson pour en avoir usé. Par ce jugement honteux, on donne à l'Etat le droit de déterminer une vérité officielle (en dépit des protestations des juges) et de punir ceux qui sont coupables d'"irresponsabilité". Si cela ne déclenche pas des protestations massives, ce sera un jour noir pour la France. » Texto entregado por Chomsky el 26 de  octubre1981 para contestar las preguntas de un periodista, en una entrevista que no fue publicada, porque el periodista pretendía rescribirla, a lo cual Chomsky se negó. (Figura el texto completo en http://www.aaargh.codoh.com/fran/archVT/archVT.html; la versión inglesa del mismo salió publicada en: C. P. Otero, Language and Politics (Black Rose, 1988), pp. 312-323. Noam Chomsky interviewed by an unnamed French journalist about the so-called "Faurisson affair" and about Chomsky and Edward S. Herman's The Political Economy of Human Rights (South End Press, 1979).

3. Otro escritor famoso por sus provocaciones, Alain Soral, a su vez insulta en la revista “Flash” a Chomsky por seguir al “tonto y cobarde” Fausisson.

4. Dariusz Ratajczak: historiador polaco, profesor respetado en la universidad de Opole,  había padecido una campaña demoledora y perdió todo su rango social tras publicar un libro (impreso en 320 ejemplares, ni uno más) titulado “Temas peligrosos” en 1999; fue hallado muerto en un coche en junio de 2010, y se habló de suicidio, porque a raíz de su desgracia, gravemente deprimido, había tenido que buscar trabajo como vigilante nocturno en un hotel, y se había marchado a Holanda. Pero los escépticos, recordando la reciente detención de un asesino del Mossad que operaba en Polonia, se preguntan cómo una persona en avanzado estado de descomposición pudo conducir su auto hasta el aparcamiento público donde fue hallado, y colocarlo entre otros muchos con delicadeza. Tenía al morir 48 años.

5. A Chomsky  lo expulsaron de Israel cuando iba a comentar el asunto de la Flotilla por Gaza. Esto ya es como una medalla, ante la opinión media de los franceses, ya muy enfadada con Israel. No volveremos aquí sobre la cuestión del grado de antisionismo de Chomsky, que da lugar a polémica en la extrema izquierda de USA, donde lo atacan Jim Petras y Jeff Blankfort, mientras lo defiende Israel Shamir (ver en español: Noam Chomsky y los cruzados del 11/9, http://www.israelshamir.net/Spanish/Sp60.htm , y en francés la controversia más reciente en http://www.plumenclume.net/articles.php?pg=art61).

6. El abate tenía una aceptación mediática enorme, mil veces más que Garaudy, cuya estrella ya sólo brillaba entre los musulmanes; ya eran pocos los intelectuales franceses que todavía lo seguían leyendo después de que , una vez expulsado del Partido comunista, se convirtió al islam y a la defensa de los palestinos, con un libro de 1982 que desató un boicot mediático implacable.

7. Todos, salvo algunos, que recalcaron que siempre había sido un antisemita... así el editor Olivier Rubinstein  de una colección barata de clásicos, à 10 francos el volumen, colección llamada de las “1001 Noches”; allí redactó y publicó un folleto sólo para denigrar al que fue el santo de la justicia social, desde 1950 hasta su muerte en 2007.

8. La posición de El Viejo Topo sobre este engendro lingüístico se puede leer en español en http://aaargh.codh.com/solavaya : ver “El antisemitismo y la izquierda, 1998”.

9. Así por ejemplo Régis Debray acaba de publicar un libro titulado “A un amigo israelí”, que es Elie Barnavi, embajador de Israel en Francia durante los últimos 20 años; es un libro más crítico contra Israel y contra sus defensores que el libro anterior de Debray sobre el tema, titulado “Un cándido en Tierra Santa”. Pero empieza por retomar la formulación exacta del “sésamo”, única forma de no perder su prestigioso editor Gallimard y los lectores a los que aspira, supuestamente prestigiosos también  ...

10. Pero Vidal Naquet ya murió, y su absurdo y altisonante argumento “no hay lugar para discutir sobre la posibilidad o imposibilidad técnica de las cámaras de gas, porque existieron y punto” ya desata la carcajada general.
11. Véase un artículo típico de la gente que defiende la libertad de expresión de los dientes para afuera, sin dejar de insultar, calumniar y llamar a boicotear en nombre de la “lucha contra el antisemitismo” a los que practican frontalmente la lucha por la libertad de expresión: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=40295.

12. Si no lo confiesan muchos intelectuales en Europa, lo demuestran los propios israelíes, que se precipitan a los consulados de sus países de origen, para hacer los trámites humillantes de cualquier inmigrante mendicante, porque su sueño dorado, su nueva tierra prometida, es Alemania, o Suiza, o Rusia, o Argentina, amén de USA, la más preciada pero difícil de alcanzar.

13. Nuestro Viejo Topo había previsto desde 1996 la posibilidad de un “hijacking” del revisionismo por judíos, para la consolidación del monopolio judío sobre el discurso. Un caso logrado de toma de control de sentimientos ingenuos, inocentes, se dio cuando a Brigitte Bardot la LICRA la llevó a los tribunales porque protestaba contra la crueldad de la matanza ritual de carneros entre los musulmanes, acusándola de racista. Brigitte Bardot traînée devant les tribunaux ! Les Français culpabilisés et humiliés. L’Islam manipulé et instrumentalisé par le lobby sioniste !
(http://aaargh.codoh.com/fran/archVT/vt97/tBB.html). No fueron las autoridades musulmanas las que iniciaron las demandas contra Brigitte Bardot, pues aceptan perfectamente opiniones críticas por parte de otros, tomando en cuenta su rango de minoría, con total cortesía, sino que fue la LICRA la que consiguió desprestigiar a la popular actriz, que sigue popular por su defensa del mundo animal, pero que los intelectuales se empeñan en ridiculizar desde entonces.

14. Por ejemplo, ambos protestan contra la inmigración y el antirracismo obligado, sin temor a ser castigados judicialmente, a pesar de que hay organizaciones negras que los han llevado a los tribunales, sin el menor resultado.

RAICES - Periodismo Alternativo desde El Salvador

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios que incluyan ofensas o amenazas no se publicaran.