El presidente desembarca en Brasil acompañado de empresarios en busca de inversiones. El abismo entre ambos países plantea viejos problemas para El Salvador en caso de apertura de mercados.
Por Fernando de Dios.10 de Agosto. Tomado de Contra Punto.
SAN SALVADOR – Más de 50 empresarios salvadoreños y alrededor de 100 brasileños
se han reunido este lunes en la ciudad brasileña de Sao Paulo con el objetivo de estrechar lazos comerciales que atraigan inversiones a El Salvador y Centroamérica. Junto a ellos han estado los presidentes de ambos países, Mauricio Funes y Luiz Inácio Lula da Silva, quienes también han cerrado hasta ocho convenios de colaboración en diferentes áreas.
Las reuniones empresariales se han distribuido en seis mesas de trabajo correspondientes a otros tantos sectores considerados estratégicos, como son: aeronáutica y electrónica; energía y biocombustibles; infraestructura y logística; dispositivos médicos; textil y confección y turismo.
Estas áreas industriales son las mismas en las que se centra el Plan Quinquenal de Desarrollo presentado por el Gobierno para el periodo 2010-2014, según aseguró desde Sao Paulo el Secretario Técnico de la Presidencia, Alexander Segovia.
La balanza comercial entre El Salvador y Brasil responde casi de forma fidedigna a las enormes diferencias que existen entre la población y el tamaño de ambos países. Según el Banco Central de Reserva de El Salvador, en 2009, las importaciones desde Brasil a El Salvador sumaron un monto de casi $172 millones mientras que las exportaciones en dirección al país carioca no llegaron a los $ 4,5 millones.
Conscientes del abismo existente entre ambas economías, tanto el presidente Funes como su ministro de Economía, Héctor Dada Hirezi, destacaron las posibilidades de El Salvador como centro logístico de distribución hacia los mercados de Centroamérica, Norteamérica y la Unión Europea, en virtud de los tratados de libre comercio que el país tiene en vigor con estas regiones.
“No juzguen la importancia de El Salvador por su territorio o por su mercado, véanlo como un enclave geoestratégico que les abre las puertas a un mercado potencial de 540 millones de consumidores”, dijo Funes a los empresarios brasileños.
Funes vende seguridad jurídica
El otro asunto que ha destacado Funes como atractivo para los inversores extranjeros es que en El Salvador la empresa privada goza de una seguridad jurídica envidiable, a pesar de las dudas que el empresariado manifestó sobre él cuando era candidato y cuando tomó posesión como Presidente de la República.
“Mi gobierno es uno de los que más ha trabajado en fortalecer la seguridad jurídica, hacer respetar las normas del juego económico, combatir la corrupción, eliminar los privilegios que obstruyen las inversiones y el espíritu emprendedor”, afirmó Funes ante los posibles inversionistas cariocas.
Como ejemplos, citó la creación del Consejo Económico y Social, en el que “por primera vez se dan cita todos los actores económicos”, y también el caso de su veto a la eliminación de la tarifa básica de telefonía que aprobaron los diputados de la Asamblea Legislativa el pasado mes de febrero.
“Esta decisión, que se tomó de forma inconsulta, afectaba en gran medida a las operaciones de las empresas telefónicas en el país y suponía un cambio inesperado de las reglas del juego” dijo Funes.
Y añadió, en referencia a su decisión de vetar la medida legislativa, que “son acciones como estas las que ayudan a construir una relación de confianza con los empresarios, y prueba de ello es la presencia de todos ustedes aquí (señalando a los empresarios presentes en la reunión)”.
Por tanto, el presidente mantuvo que en sus 14 meses de mandato ha conseguido “mantener y fortalecer la estabilidad política y la libertad económica en el país, lo que ha convertido a El Salvador en referente de la democracia en la región centroamericana”.
En ese sentido, el vicepresidente de Ideología del Consejo Ejecutivo Nacionalista (COENA), Jorge Velado, también gerente general de una potente industria de importación de automóviles, considera que el presidente olvida las declaraciones de algunos miembros del partido que lo llevó al poder y de su gobierno en referencia al Socialismo del Siglo XXI.
Velado considera que se crea incertidumbre “cuando uno oye comentarios como los que frecuentemente hace el vicepresidente de la República (Salvador Sánchez-Cerén), que dice que vamos hacia el Socialismo del siglo XXI”, y otros miembros del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), que se han referido al sistema promovido por el presidente venezolano Hugo Chávez.
“Ningún inversionista en ninguna parte del mundo, y no digamos sudamericano, va a venir a invertir si no ve una seguridad”, dijo a ContraPunto el dirigente de la derecha salvadoreña, que no parece tener en cuenta las excelentes relaciones comerciales que tienen precisamente Brasil y Venezuela.
El catedrático docente e investigador del departamento de Economía de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), Roberto Góchez, opina que no se está planteando en El Salvador un proceso tan dramático como el que describe Velado.
“(En El Salvador) no hay una situación en que se estén planteando expropiaciones masivas de empresas”, recuerda el experto, que señala que más importante que la seguridad jurídica que se pueda ofrecer es la rentabilidad que pueden obtener las empresas, algo que no ha mejorado con el gobierno de Funes.
Según Góchez, la seguridad jurídica es algo que “ya lo han tenido en los últimos 20 años y la inversión ha sido pobre”, y añade que “no hay cambios considerables de las perspectivas de rentabilidad de las empresas para que se dé un cambio drástico”.
Los mismos viejos problemas
Algo en lo que coinciden tanto Velado como Góchez es en que se debe hacer un planteamiento diferente para este tipo de relaciones comerciales que El Salvador establece con bloques o países con una potencia económica tan superior, como es el caso de Brasil.
Lo que hasta la fecha es la nota general, señalan, es la llegada al país de industrias tipo maquila, que aprovechan la mano de obra barata y se marchan a otro país cuando les interesa, sin dejar aquí tecnología o formación para los trabajadores y trabajadoras que se pueda aprovechar.
Es un lastre que imposibilita que esa inversión extranjera pueda ser de provecho para el desarrollo del país.
“Con los procesos maquilizados es muy difícil quedarse con tecnología o experiencia. Generalmente se hacen actividades de bajo valor agregado, como ha sido la maquila textil, que muy poco queda después”, explica Roberto Góchez.
Por tanto, según Jorge Velado, es necesario cambiar esa tendencia tan extendida e “invitar a los brasileños a venir aquí e instalar una industria y crear empleos estables”, ya que, explica, “montar equipo y maquinaria pesada y luego moverla no es tan fácil”.
Es lo que ambos llaman procesos de co-inversión, en los que, según Roberto Góchez, debería entrar también el Estado, al estilo del “esquema que hicieron los países asiáticos de reciente industrialización”.
Pero en opinión de economista de la UCA, esta reunión liderada por Funes en Brasil adolece de viejos vicios que no han cambiado con la llegada del nuevo gobierno. El experto señala que es una forma de establecer relaciones comerciales que sólo beneficia a los pocos empresarios que tienen capacidad para aprovecharlas.
“Llevan algunos de los grandes empresarios del El Salvador, que para algo les servirá, pero los contactos y las posibles ganancias se siguen quedando en las poquitas manos que tienen la capacidad de aportar”, comenta Góchez.
Por ello, dice Góchez, se siguen beneficiando los mismos de siempre, ya que “cuando se centra la estrategia en promover a estos mismos sectores que ya tienen posiciones ventajosas, se está reafirmando que sean poquitos los que se beneficien de nuevas relaciones económicas”.
Y esto es así porque, según el experto, “se sigue poniendo el carro delante de los bueyes”, es decir, se intentan firmar convenios o tratados que abren los mercados en ambas direcciones pero no se fortalece la capacidad productiva y exportadora del país para que pueda aprovechar esas nuevas vías que se abren, compitiendo en situaciones de tremenda desigualdad.
Funes y los empresarios miran al sur - Noticias de El Salvador - ContraPunto
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