Habría que generar certidumbres cuanto antes

Editorial de La Prensa Grafica. Jueves, 11 junio 2009.

Ni el Gobierno ni la oposición deben perder de vista ni un solo instante que a ambos les toca conducir la dinámica política del país en tiempos especialmente difíciles. Cualquier complicación adicional podría tener consecuencias imprevisibles.

Estamos a escasos 10 días de que se produjo el cambio de Administración, pero la aceleración de los hechos que palpitan en la realidad del país no da tiempo: se requieren certidumbres inmediatas sobre aspectos básicos del quehacer nacional, algunos de carácter administrativo muy puntual, otros de índole estructural del sistema político, otros vinculados con la preservación de la estabilidad y el aseguramiento del desarrollo.

Citemos algunos, entre los de carácter puntual: se está hablando de la participación de la Fuerza Armada en la lucha contra la delincuencia, y habría que explicitar en qué condiciones y con qué objetivos estratégicos, porque lo más importante es fortalecer de veras todo el aparato de Seguridad; se está hablando también de hacer una revisión integral de la Ley General de Educación, y habría que conocer los alcances y propósitos de tal revisión; se ha creado, y la idea es buena, una Secretaría de Asuntos Estratégicos, y definir a plenitud sus alcances y tareas específicas aclararía el ambiente administrativo al más alto nivel.

En cuanto a los temas de índole estructural, el foco está sobre el partido ARENA, que no sale aún del desconcierto por la derrota electoral, y más bien parece haber entrado en una fase de peligrosa confusión, cuando es fundamental para los equilibrios del sistema que haya un contrapeso partidario fuerte y responsable. Y en cuanto a la estabilidad y el desarrollo, convendría que, lo más pronto posible, se den a conocer las líneas básicas de la gestión económica de largo alcance, para que todos los actores y gestores que inciden en ese campo sepan a qué atenerse en perspectiva. Todo esto lo expresamos con el espíritu positivo de contribuir a que la transición opere de manera satisfactoria para todos.

Gobernar en tiempos difíciles

Ni el Gobierno ni la oposición deben perder de vista ni un solo instante que a ambos les toca conducir la dinámica política del país en tiempos especialmente difíciles. Cualquier complicación adicional podría tener consecuencias imprevisibles. Estamos, pues, ante la necesidad imperiosa de gobernabilidad; y las señales principales y decisivas, como siempre ocurre, deben venir de las esferas gubernamentales más altas. Por eso es más determinante que nunca que en dichas esferas haya absoluta claridad e integración de visiones y de esfuerzos. En otras palabras, ahora toca demostrar en los hechos que las rutas estratégicas de la Administración están en armonía inequívoca con las líneas de acción del partido en el gobierno.

Evidentemente, la crisis deja estrechísimos márgenes de maniobra, y en ellos hay que irse moviendo con especial cuidado, para que ninguno de los remedios vaya a resultar peor que la enfermedad. Esto exige una gran precisión en la adecuación y oportunidad de todas las medidas que vayan siendo tomadas, porque cualquier derrape hacia la improvisación podría ser altamente riesgoso.

Hoy más que nunca se requiere un verdadero ejercicio de entendimientos nacionales en prácticamente todos los campos, y esa lógica habrá que convertirla en estrategia concreta lo más pronto posible. La tentación de quedarse en lo inmediato, porque ahí están las demandas sociales más apremiantes, siempre acecha, y hay que administrarla, de tal manera que lo fundamental de largo alcance también se atienda con la debida prontitud que las circunstancias demandan.