Escrito por Roberto García - 16.06.2009. Publicado en Tendencia Revolucionaria.
La forma como está organizada la sociedad en El Salvador sirve al propósito de favorecer a una minoría. Esta estructura es fábrica, en todas sus formas, de desigualdad social, porque los ricos, que son la minoría, surgen de la pobreza de la mayoría, que son los trabajadores. Para que haya ricos es necesario que haya pobres.Hablando de cambio en El Salvador, hoy que el nuevo gobierno ha puesto de moda el término. ¿Qué es lo que hay que cambiar en nuestro país? Todo. ¿Qué significa todo? ¿Puede cambiar todo? ¿Se debe cambiar todo? ¿Es posible cambiar todo? Si cambiamos los fundamentos sobre los cuales está sostenida la sociedad salvadoreña cambiará todo, como efecto cascada o efecto multiplicador, como también se ha hecho costumbre decir hoy.
Esto de cambiar los fundamentos nos lleva a mover la estructura, es decir, el cómo están dispuestos los elementos del todo, la forma cómo están ordenados los componentes, en qué dirección y a qué propósitos sirve tal estructura. Ya aquí estamos hablando del sistema.
La forma como está organizada la sociedad en El Salvador sirve al propósito de favorecer a una minoría. Esta estructura es fábrica, en todas sus formas, de desigualdad social, porque los ricos, que son la minoría, surgen de la pobreza de la mayoría, que son los trabajadores. Para que haya ricos es necesario que haya pobres. Se trata de ordenar a la sociedad de tal manera que sirva a la mayoría. Que la riqueza que produce la sociedad sea compartida, no regalada, porque esto no resuelve el problema y se ponga en función de toda la sociedad. Esto es: pagar salarios justos, mejorar las condiciones laborales, que los empresarios y los grandes comerciantes vendan sus productos y servicios a precios razonables y accesibles, etc.
El modelo neoliberal es una forma del capitalismo, que es el sistema, que surge desde hace 36 años con la llegada de Augusto Pinochet a Chile, que acabó con el segundo ensayo socialista en América Latina, la vida del Dr. Salvador Allende y el asesinato de más de treinta mil patriotas chilenos. El neoliberalismo es modelo no solo económico, tiene su expresión en lo social, político y cultural. Porque el neoliberalismo es mercado, es consumismo, es educación, religión, música, moda, cine, televisión, propaganda, publicidad, contrabando, droga, crimen organizado, sexo fácil, ideas, actitudes, costumbres, hábitos, en el caso salvadoreño. Es, pues, toda una filosofía que se entremete en todo el tejido social y termina dominándolo todo, influyéndolo todo y carcomiéndolo todo.
El neoliberalismo nace en Chile, se extiende por Europa, va a Estados Unidos y el mundo. El neoliberalismo es el imperio disfrazado de globalización. Es el Consenso de Washington, es dictadura económica y democracia restringida; negación del Estado y de los derechos humanos.
Si el cambio va a tener algún significado de trascendencia en El Salvador, éste debe ir más allá de la superficie de las reformas cosméticas. El cambio se debe convertir en la construcción de un nuevo país, que rompa con el neoliberalismo, que quiebre la estructura que hace posible la desigualdad. Mauricio Funes dijo el 1 de junio, en la toma de posesión, que el país hay que reinventarlo. Eso esperamos.
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