Jueves, 25 de Junio de 2009. Publicado en El Diario de Hoy.
Honduras se sumió ayer en una crisis política debido a la resistencia que despertó, incluso dentro del propio Gobierno, la intención del presidente Manuel Zelaya de realizar una consulta popular ilegal el domingo para abrir el camino a la reelección presidencial.
Zelaya destituyó el miércoles por la noche al más alto jefe militar del país y aceptó la renuncia del ministro de Defensa, Edmundo Orellana, luego de que las fuerzas armadas se rehusaron a movilizar urnas para la consulta ilegal del domingo.
Sin embargo, horas después, la Corte Suprema de Justicia ordenó la restitución del jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, el general Romeo Vásquez, por considerar que no había razón justificada para su destitución. Zelaya desconoció la autoridad del alto tribunal.
Una turba de decenas de seguidores del gobierno, encabezada por el presidente Zelaya, rompió portones y se tomó la base aérea Hernán Acosta Mejía. El mandatario llegó con sus seguidores a la base aérea, adonde minutos antes llegó un avión procedente de Venezuela con el material para la encuesta ilegal del domingo, informó el diario El Heraldo.
Las autoridades de esta institución militar decidieron entregarle el material de la encuesta al gobernante, informaron medios radiales.
"No haremos caso a la Corte Suprema, que nunca ha resuelto los grandes juicios que afectan al país. Esa corte no hace justicia y es una vergüenza para los hondureños", dijo Zelaya en un discurso en la plaza Libertad, contigua a su despacho, donde se congregaron más de 2,000 simpatizantes.
"Y ahora la corte, que solo hace justicia a los poderosos, ricos y banqueros, causa problemas a la democracia y declara ilegal la participación del pueblo en una encuesta legítima y popular garantizada por el derecho inalienable del pueblo", aseguró.
La determinación contra los planes y órdenes de Zelaya la adoptaron de manera unánime los 15 magistrados de la Corte Suprema, a la cual la fiscalía había pedido pronunciarse sobre el caso. El alto tribunal calificó de "arbitraria" la medida del mandatario.
Zelaya calificó de "bárbaros" a los legisladores, que en su mayoría rechazan su iniciativa.
"El Congreso no representa a nadie y ahora declara que los militares se gobiernan solos, que no dependen del presidente. Eso hace retroceder a Honduras y da poder a los militares a seguir abusando del pueblo", señaló.
Poco antes, el presidente de la Corte Suprema Jorge Rivera argumentó que al general Vásquez se le "violaron sus garantías constitucionales y debe asumir de nuevo el puesto".
Advirtió que Vásquez "está de nuevo en su cargo, reintegrado y no cabe que el presidente nombre a otra persona en el puesto".
"Si (el presidente) no cumple el fallo judicial, entonces incurrirá en responsabilidad penal y deberá someterse a la ley".
Eso significa que el mandatario podría ser encausado por abusar de su autoridad.
Zelaya, que defiende su derecho a realizar la consulta a la población, dijo que ésta y otras acciones en su contra son golpes de Estado, mientras se incrementaba la presencia militar en los alrededores del Congreso, donde una mayoría de legisladores se opone a la consulta.
"El golpe de Estado ya está. Ya se ha desencadenado un proceso de golpe en Honduras", dijo Zelaya en una intervención en un programa de televisión Hablemos Claro.
Acompañado por simpatizantes, Zelaya entró en la tarde a la base aérea Hernán Acosta Mejía, al sur de la capital, en busca de las urnas y material electoral para la consulta, poco después de anunciar afuera de la casa presidencial que no dará marcha atrás.
Los materiales fueron sacados en camiones del ejército hacia un destino desconocido, a pesar que el Tribunal Electoral ordenó decomisarlos a la fiscalía.
"Yo no creo que las fuerzas armadas enteras estén desobedeciendo al comandante en jefe de las fuerzas armadas (al presidente). Son los grupos fácticos de poder manipulando los poderes del Estado", dijo Zelaya ante cientos de simpatizantes que se concentraron en una explanada de la casa presidencial.
"Vamos a vencerlos como los hemos vencido siempre. Nadie para (detiene) la consulta del domingo", agregó.
El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (0EA) sesionará hoy en Washington para tratar la crisis en el país centroamericano, el más pobre de América después de Haití y Nicaragua.
"Vamos a defender la Constitución vigente a toda costa, no vamos a permitir que se nos imponga a todos el pensamiento o la voluntad de una persona o su grupo", dijo Roberto Micheletti, presidente del Congreso.
La consulta, declarada ilegal por un juez bajo el argumento de que sólo la autoridad electoral puede convocarla, busca preguntar a los electores si quieren una asamblea constituyente que reformaría la Constitución para permitir la reelección.
En caso de que ganara el "Sí" el domingo, se incluiría en las elecciones generales del 29 de noviembre una urna especial para formalizar la misma pregunta bajo la forma de referendo.
La tensión política ha provocado temores de desestabilización en un país que todavía tiene fresco el recuerdo de sucesivos gobiernos militares que marcaron su historia hasta principios de la década de 1980.
"Está impulsando la consulta al margen de la ley y los militares no quieren ir por ese camino. El presidente tiene que negociar con sus opositores para lograr una salida que no afecte la institucionalidad", advirtió el analista Efraín Díaz.
Por temor a disturbios, las oficinas estatales y de la iniciativa privada enviaron a sus casas a los empleados, y muchos negocios cerraron sus puertas. Las calles de la ciudad permanecen casi solitarias.
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