Estamos viendo surgir dinámicas nuevas

Hay ahora una Secretaría de Asuntos Estratégicos que debería tener, como principal cometido, asegurar la puesta en práctica de la visión integradora en la gestión pública.

Editorial de La Prensa Grafica. Martes, 23 junio 2009.

Los salvadoreños todos –y especialmente los que ahora se hallan a cargo de la gestión pública– estamos entrenándonos a marchas forzadas en la práctica normal de la alternancia en el ejercicio del poder. Y es que tanto los que han pasado del gobierno a la oposición como los que han pasado de la oposición al gobierno tienen mucho que aprender en esta fase que además se caracteriza por un fenómeno de crisis que da escasísimo margen de maniobra para todos. Lo único cierto en este momento es que todos debemos ser especialmente responsables a la hora de impulsar iniciativas y de tomar decisiones.

Dentro de la nueva atmósfera que se está creando luego del cambio de administración van apareciendo signos variados, que requieren un efectivo procesamiento tanto institucional como social. Hay cosas muy positivas, como el surgimiento de la posibilidad real de contar en lo inmediato con una ley de acceso a la información, por la que se ha venido clamando por tanto tiempo. También es positivo que se retome la idea de constituir un Consejo Económico y Social participativo, que tendrá que ser debidamente atendido, porque si no, el actual partido en el gobierno estaría desmintiendo sus propias críticas sobre el proceder de anteriores administraciones en relación al tratamiento que se les dio a las recomendaciones de entes como la Comisión de Seguridad Ciudadana y Paz Social.

Es muy importante para el avance del país que haya mucha coherencia tanto en lo que se proponga como en lo que se realice. Cualquier decisión en falso podría desajustar el proceso. Y esto vale en especial para el nivel macroeconómico, cuya estabilidad el Presidente de la República, con buen tino, se ha comprometido a preservar.

Promover la visión integral

Si algo es básico, tanto para llevar adelante con éxito las dinámicas propias de la alternancia como para sobrellevar con buenos resultados los desafíos de la crisis que nos afecta, es el tratamiento integrador de los distintos problemas nacionales, a partir de una visión que tienda a unificar esfuerzos. La economía, la política, la seguridad y el desarrollo están íntimamente vinculados, y sólo a partir de esa vinculación de origen es posible empujar verdaderamente las energías de la modernización.

Si la economía se debilita, la política se trastorna, la seguridad se complica y el desarrollo se estanca; y así podríamos ir hilando consecuencias a partir de cada uno de esos vitales componentes de la realidad. Debe ser claro, pues, que tanto desde el gobierno como desde la oposición, y también por supuesto desde el ámbito ciudadano, es indispensable generar enfoques y acciones integradas en todos aquellos campos. Esto ha faltado en el pasado, y de ahí derivan muchos de los desajustes e insuficiencias que ahora nos afligen.

Al Gobierno le compete no sólo dar el ejemplo de la visión integral sobre la realidad, sino impulsar políticas que representen ese ejemplo. Hay ahora una Secretaría de Asuntos Estratégicos que debería tener, como principal cometido, asegurar la puesta en práctica de la visión integradora en la gestión pública. Y para ello se necesita una plena congruencia dentro del Gobierno mismo. Es a lo que todos debemos contribuir, demandándolo, acompañando aciertos, señalando peligros y fallas, y actuando en plan de nación.