Editorial de El Diario de Hoy. Lunes, 15 de Junio de 2009.
No vamos a aceptar como válido que con el pretexto de cuidar la formación de niños se comience estableciendo formas de censura
Programas de televisión con escenas eróticas son una cosa; la pornografía dura, incluyendo la pornografía infantil, es otra, la verdaderamente grave. Esa pornografía dura se compra en San Salvador y la mayoría de ciudades del país en quioscos y con los buhoneros que distribuyen películas pirateadas. Y nada se puede hacer para erradicar la piratería por la protección que los puestos de venta reciben del ahora partido oficial, el FMLN.
A menos de dos semanas de asumir su cargo, el ministro de Gobernación, Centeno, está proponiendo una "censura voluntaria" para evitar contenidos "vulgares e inmorales" en la televisión, lo que cae dentro de lo subjetivo y además puede ser el punto de partida para coartar una libertad fundamental, la libre expresión del pensamiento.
No vamos a ser nosotros, los editores y responsables de publicaciones y transmisiones, los que vamos a censurar programas y contenidos procedentes de otros países, ya que en todo caso equivale a querer tapar el sol con un dedo: los salvadoreños pueden acceder por su cuenta a lo que les dé la gana, sea a través de transmisiones directas, por el cable (que es imposible alterar), por la Internet o yendo a la calle a comprar toda la porquería que allí se vende.
Por si no se ha dado cuenta el ministro, el viernes de la semana pasada cesaron en los Estados Unidos las transmisiones análogas de programas de televisión, los que ahora se van a transmitir digitalmente. Eso va a permitir a cualquiera en el mundo a ver programas en su computadora siempre y cuando los pague o sepa dónde conectarse. Es así como muchas personas residentes en países musulmanes burlan las restricciones impuestas por sus gobiernos para filtrar "material indecente" como Paris Hilton en bikini.
Pésimo pretexto para imponer mordazas
Pero además de la pornografía grabada está la pornografía en vivo, la que se ofrece en los mil burdeles que se establecieron en la capital durante la malhadada gestión de la exalcaldesa Menjívar. Es raro el barrio, desde Soyapango hasta la Escalón, que no cuente con casas clandestinas de perdición, barras show y chupaderos. A ello hay que agregar las prácticas de iniciación de mujeres en las maras, consistente en que todos pasen encima de todas. Y este ministro quiere moralizar acosando a las emisoras.
Centeno va más allá: dice que va a "convocar a los dueños de los medios" para que vean sus programas y luego sermonearlos. No sabemos en qué clase de ley o reglamento va a apoyarse para reunir en su oficina a empresarios independientes que operan cumpliendo con todas las disposiciones de las leyes. Nadie está obligado a hacer lo que la ley no le manda, más una práctica que sólo tiene vigencia en despotismos. Si Centeno quiere hablar con los medios, que pida cita para que lo reciban.
Somos muchos los que nos ocupamos de brindar a niños y jóvenes materiales y lecturas que contribuyan a formarlos como personas de bien. Nuestros programas educativos tienen ese propósito, incluyendo contrarrestar las prédicas de odio que se han vuelto usuales en este suelo.
Pero no vamos a aceptar como válido que con el pretexto de cuidar la formación de niños se comience estableciendo formas de censura, aunque sea "censura voluntaria". Las mordazas, mordazas son y se deben rechazar de inmediato.
La interpretacion de moralidad es diametralmente opuesta entre los personeros del DDH( y lo que ellos representan en el contexto social y politico en ES) y el resto de la sociedad. Para ellos es moral la matanzinga escuadronera de los 70-80. Para ellos es normal la corrupcion que en estos dias se esta desvelando. Segun ellos todo eso es mentira. En este articulo dejan ellos entrever que los vendedores ambulantes son vulgares delincuentes sin moral. Segun ellos la calle salvadoreña es sinonimo de delincuentes. Ellos pues tiene como vivir apartados de la realidad que a todos nos toca vivir pueden pensar asi. Moral para ellos es hacer dinero para ellos sin que nadie les fiscalice nada. Eso es valido para ellos siempre y cuando sean solo ellos los que salen ganando. Centeno debe de informarse de nuevas tecnologias para filtrar el contenido de los programas de tv o de posibles filtros que las compañias de servicios de cable deben instalar etc..etc. No se debe dejar llevar asi por asi..no por la voluntad sino que debe fundamentar cada medida a tomar de la mejor manera posible. Si no aprende a hacerlo se dara en los dientes muy a menudo por muy sensatas que sean las medidas por tomar.
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