Corruptos o asesores “externos”

Editorial de Diario Co Latino. Lunes, 15 de Junio de 2009.

Tal como muchos lo esperábamos, el Presidente Mauricio Funes informó de varios actos de corrupción en diferentes entidades de gobierno durante la presidencia de Elías Antonio Saca. Según los listados, hasta columnistas de periódicos estaban recibiendo su coima. El destape hecho por la presidencia, es, seguramente, solo la punta del iceberg de la corrupción arenera.
Si hasta los que formaron parte del equipo de campaña de Rodrigo Ávila obtenían  sus jugosos salarios por ser “asesores externos” de los funcionarios.
Es risible que el director del CNR, por ejemplo, tuviera tantos asesores externos, como lo comprueba el listado allí develado.
La corrupción arenera, por supuesto, ha sido bien encubierta, con los supuestos “asesores externos”.
La cúpula arenera seguramente saldrá a la defensa de sus corruptos o “asesores”, quien, gracias a Dios, no seguirán recibiendo esos salarios mal habidos. Según el Presidente Funes, sólo en el CNR se localizaron 29 plazas fantasmas que significaban el pago de 74 mil dólares mensuales, es decir una erogación de 700 mil dólares al año.
Seguramente, el gobierno irá denunciando más casos, en la medida que se presenten, y es necesario que la ciudadanía sepa cómo cometían los areneros los actos de corrupción, y cómo despilfarraban el dinero producto de los impuestos del pueblo o de los préstamos para el pueblo.
Obviamente, otro aspecto importantísimo es el anuncio de la creación de la Comisión Presidencial de Peritos para Investigar anomalías y otras, la cual estará presidida por el Ministro de Hacienda Carlos Cáceres.
“Hay instituciones donde las irregularidades espantan, realmente espantan, y obligan a una investigación expedita, consensuada, más sistemática que nos permita deducir responsabilidades administrativas y penales en el caso haya que establecer este tipo de responsabilidades”, dijo el Presidente Funes, y le creemos. Por eso aplaudimos la creación de la Comisión,  y que los casos sean llevados a los tribunales. Mariona ya no debe ser el centro penitenciario para recluir robagallinas, sino, fundamentalmente, corruptos.