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2009/06/18

De carne y hueso

Escrito por Marvin Galeas. Miércoles 17 de Junio de 2009. Publicado en El Diario de Hoy.

Mi primera experiencia como comunicador la tuve cuando cumplí 17 años. Era encargado de una página cultural en un diario vespertino de circulación nacional. De ese trabajo quedó constancia impresa. Cualquiera puede verlas en las hemerotecas que hay en el país. Desde entonces me he vinculado al apasionante mundo de las comunicaciones en casi todas sus áreas.

Durante los duros años de la guerra estuve en Radio Venceremos. Hay un libro, muy leído por cierto, que cuenta las aventuras y desventuras que viví junto a un grupo humano muy especial en todos los sentidos. La organización en la cual milité creyó que había cumplido su deber histórico como partido revolucionario armado y se transformó en un partido político que por cierto tuvo poca vida. En lo particular y luego de una profunda reflexión abandoné todo tipo de actividad política partidaria y me dediqué a construir mi familia y a aprender mucho de la actividad con la que siempre me he sentido plenamente identificado.

En los primeros años de la posguerra, al tiempo que hacía periodismo de radio, regresé a la universidad. Me gradué en la carrera de Idioma Inglés y también en la de Comunicaciones. De todo eso hay por supuesto constancia. En estos 17 años, desde que terminó la guerra, he trabajado como decía en casi todos los campos de las comunicaciones. En radio dirigí un departamento de prensa y conduje un programa matinal en el cual me divertí muchísimo, por cierto.

Trabajé como productor editorial de un prestigioso programa de entrevistas por televisión. También en televisión fui panelista y comentarista de noticias. Trabajé como codirector de una revista de tiraje quincenal y he escrito cuatro libros. De todo ello, por supuesto hay constancia. Hay huella. Un trabajo que me agradó muchísimo fue el de profesor en un prestigioso centro de estudios superiores.

En los últimos años, aparte de columnista de periódicos, he sido asesor de comunicaciones de varias empresas privadas, alguna de ellas de las más respetadas en el país. Hace cinco años, y aquí viene el quid de esta columna, fui contratado por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales como asesor de comunicaciones del Ministro, para colaborar en tres áreas fundamentales: elaboración de análisis mediáticos diarios específicamente sobre hechos relacionados con esa cartera de Estado, redacción de discursos y mensajes personales del ministro y hacer recomendaciones estratégicas de manejos comunicaciones sobre todo en situaciones complejas.

Por el nivel de confianza que el cargo requería, reportaba directamente al encargado del despacho. Entiendo que nombrar a sus asesores y determinar la forma de trabajo es una potestad que tienen los altos funcionarios de un gobierno.

En ese sentido con los dos ministros que estuvieron al frente de dicho ministerio en el quinquenio anterior mantuve una fluida comunicación. Como en todos los trabajos realizados a lo largo de mi vida profesional en materia de comunicaciones, de lo realizado diariamente para el Ministerio de Medio Ambiente hay toda una documentación. Tengo en mi poder copia de los gruesos documentos de análisis mediáticos elaborados por mi persona y enviados diariamente al despacho. De los envíos también están las pruebas. Allí están los discursos elaborados (de la mayoría de ellos tengo copia).

Finalmente los altos funcionarios que estuvieron al frente del ministerio, ambas personas honorables y respetadas en la sociedad, pueden dar testimonio del trabajo realizado como asesor de comunicaciones por este servidor. En toda democracia en donde funciona razonablemente el Estado de Derecho el proceso lógico es que primero haya una investigación profunda y luego se proceda a la condena o la absolución. Acá fue al revés, primero hubo la condena y luego se nombró una comisión investigadora.

Las consecuencias de las acusaciones hechas por un presidente de la República en una sociedad tan polarizada como la nuestra pueden ser gravísimas. Lo que debe funcionar es la institucionalidad del país. Acá estoy como un ciudadano más, de carne y hueso, con sus deberes y también sus derechos. Jamás renunciaré a mis sueños y mis ideales, por muy difíciles que se pongan los tiempos. Para luchar por mis ideales cuento con la fe en Dios, el amor de mi esposa y mis hijas, el respaldo de mis amigos y mi pasión por escribir. Eso es suficiente.

4 comentarios:

  1. Ideales!!!! aja...el patron de conducta es el mismo. Asalariados a distancia producen articulos rabiantes anti-frente, anti todo lo que no sea derecha. El cuestionamiento no es si trabajo para el gobierno anterior o no. Eso esta claro, asi como tambien,aunque de mucha menos importancia para los lectores, son sus meritos academicos y experiencia de trabajo. Las preguntas mas punzudas las evita. Pues si, si es un comunicador de derecha!!!! Divorciado de la verdad por la verdad. No existe la honestidad, eso es ser tonto para el personaje.

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  2. Bien preparado el sr comunicador pero sin solida columna vertebral.

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  3. Quizas este sr tenga razon en lo que escribe pero honestamente es dificil creerle despues de su pasado en la guerrilla: un giro de mas de 360 grados a la derecha(aunque el dice que no y eso mismo(la negacion del giro y los argumentos)le resta credibilidad, sin el ser capaz de entenderlo(almenos publicamente)) y las cosas vicerales que siempre escribio en momentos politicos intensos, dejan entrever un claro interes en que la derecha se mantenga en el poder. No le funciono, ahora ya no escribe tanta viceralidad como antes de las elecciones. Es raro en realidad, me imagino que hasta los mas cercanos a el ( a excepcion de los que podrian depender de el) no le pueden tener confianza. Este hombre ha gastado ya todos sus cartuchos de confianza hasta en los circulos de derecha. Yo no creo que ni ellos podran tenerle confianza despues de tanto giro de vida. A ver que paso da el cada dia menos celebre "ilustrado" este.

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  4. Este podria ser algo asi como el final politico de este grupo de personajes. Lo mejor es que ellos mismos han ido enredandose en sus propias trampas. Por que? Se creyeron todo el cuento ese de las elites izquierdistas con la verdad absoluta en la mano y se les olvido que a pesar de lo turbio de la vida social y politica salvadoreña, solidas convicciones, fuertes y sinceros sentimientos por la justicia social pueden despertar respeto en los adversarios. Estos, me parece , se han quedado hasta sin eso, pero si con unos cuantos dolares mas.

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