Siempre hay que sacrificar algo para obtener un bien superior: se pierden tierras de labranza pero se gana mucho más en energía, vale decir en riqueza
Editorial de El Diario de Hoy. Jueves, 9 de Julio de 2009
Bajo el iluminado cabecillazgo de un clérigo de sotana roja, una chusma bloqueó caminos, dañó vehículos y armó un zafarrancho en el norte de San Miguel para oponer la construcción de la represa El Chaparral, insultando desde al actual presidente de CEL (al que acusan de estar en el puesto por sus donativos de campaña), hasta "los ricos", llevándose de encuentro al propio presidente Funes. Estos son los huracanes que se cosechan por haber sembrado aquellos vientos, los vientos de la "protesta social" y la democracia directa, popular, espontánea, de hígado.
Los ilustrados turbócratas tienen una distinta solución para el país: no se requieren más energía y más represas, sino "granjas de pollos, criaderos de peces o algún otro tipo de proyectos que beneficien a la zona". Esto va en concordancia con lo que sugirió uno de los cabecillas históricos del FMLN, de que se abandonara el uso de vehículos automotores para volver a las mulas y las carretas.
El Salvador no necesita más electricidad, sino buena leña para iluminar nuestros hogares y mover la maquinaria de las fábricas. Los movimientos ecologistas están básicamente de acuerdo con los revoltosos: el futuro está en el retorno a los caites y a la pureza de la campiña.
El presidente de CEL declaró que la construcción de la represa es irreversible, pues hay un contrato firmado. Pero contratos firmados no son necesariamente férreos grilletes, pues se pueden desconocer por patriotismo, como CEL ha hecho con el contrato también firmado con ENEL. Siempre queda la posibilidad de que la Asamblea Legislativa desconozca contratos firmados u obligaciones financieras, como ya se ha hecho respecto a deudas con financieras del exterior.
Cada obra se debe consultar con las turbas
El clérigo, y obviamente tampoco los manifestantes, no se ha puesto a deducir las consecuencias de que el país no vaya construyendo la infraestructura requerida para satisfacer nuestra demanda energética en el futuro, un futuro que casi nos pisa los talones. La primera, de que montar una granja de pollos, criaderos de peces o esos "otros proyectos que beneficien a la población", será mucho más caro si el país es deficitario en producción eléctrica. Si la luz es más cara, también los pobladores del norte de San Miguel y los manifestantes sufrirán un alza en el costo de la vida, lo que en estos dorados tiempos es terrible.
Imagínese, estimado lector, su vida sin corriente eléctrica, una vida muy ecológica de seguro, pero absolutamente inaceptable para los que nos beneficiamos de la civilización. Aunque abunde la gasolina, no habrá bombas para llenar los vehículos, ni tendremos energía para trabajar, ni se van a producir los bienes y servicios que se requieren para vivir sobre el nivel de taparrabo.
Energía eléctrica sólo se genera por represas hidroeléctricas, por la geotermia y por el petróleo, la que es la más costosa. Siempre hay que sacrificar algo para obtener un bien superior: se pierden tierras de labranza pero se gana mucho más en energía, vale decir en riqueza. Si cada obra importante se va a detener por el perjuicio que causa a unos pocos, pero a quienes se compensa debidamente, se paraliza el progreso del país. No tenemos anillo periférico por la chusmocracia que impidió su construcción; ahorita los del nuevo gobierno saborean su mismo jarabe. Y falta más…
Algunos principios que mencionan aqui son validos, pero siempre hay peros. Si vamos a jugar a la democracia entonces hay que respetar la opinion de todos, y aunque no nos guste, hasta de los que piensen diferente a nosotros. Y todos significa aqui todos...pobres, ricos, analfabetos, cultos, emprendedores, no-emprendedores...todos. Hay que respetar la oponion y el sentir de todos, eso quiere decir que no hay que ofenderles y tampoco la mayoria debe someterse a lo que una minoria quiera o prefiera en determinado tema. Para esto hay mecanismos de juego para dejar en claro que es lo que una mayoria piensa sobre algun tema.
ResponderEliminarDespues del ejercicio democratico se deja en claro cual es la opinion dominante y pues la minoria debe someterse a lo que la mayoria decida, les guste o no, les convenga o no.
Ahora bien, tampoco hay que pasarle encima a la minoria solo por que son minoria, hay que explicarles las ventajas del punto de vista de la mayoria, no hay que matarles, desprestigiarles o insultarles solo por que no piensan como la mayoria. Ademas hay que ver las cosas desde una perspectiva justa y a largo plazo. Si bien es cierto que la energia electrica es una condicion para el progreso tambien es cierto que hay que tener acceso a ella y ademas a precios accesibles. Este no es el caso en nuestro pais. Y ese principio de que siempre hay que sacrificar algo para ganar algo mejor es valido pero no siempre en la administracion nacional salvadoreña. Es la certera duda de que va a ser asi, que se va a ganar algo a cambio del sacrificio, lo que hace que surgan ese tipo de protestas. Como le aseguran a los afectados que en efecto ellos van a gozar de la electricidad? Son esos mecanismos los que hay que mejorar. La democracia no termina en que sea obvio el beneficio para someter a una minoria a la mayoria. El que protesta no lo hace por ignorancia, en nuestro caso con mucha frecuencia es por que uno la "huele", no hay cofianza en el estado, el ciudadano sabe que el estado no le ayuda, no siente, no puede sentir que el estado es para el. Hay que informar, hay que persuadir, no con muerte o amenazas o engaños, sino con informacion. Hay que sentarse con los que piensan diferente, o no tienen suficiente informacion y analizar el problema. La mayoria de veces es falta de informacion donde el problema radica, no en la voluntad del protestante. Informar es obligacion del mas poderoso en este caso del estado. Sre del Diario de Hoy: la solucion no es humillar, desprestigiar o matar al oponente; es mas
elegante e inteligente e incluso, por si se les ha pasado de largo, es civilizado hablar de los problemas.