Vladimir Medrano. 26 de Julio. Tomado de Tendencia Revolucionaria.
La posición ambigua del gobierno de Funes resulta impresionante, un golpe de Estado en sus narices y la respuesta una posición muy poco clara, cuando Honduras es un país estratégico para El Salvador, en el tema geopolítico, pero además en el comercial. Sólo el cierre de las fronteras durante 24 horas afectara el Comercio Honduras-El Salvador por cerca de 1,6 millones de dólares, lo peor es que desde Honduras se importan la mayor parte de frutas y legumbres, que nuestro país gracias a la implementación de las medidas neoliberales, no es capaz de producir.
No es descabellado hablar que la magnitud del golpe de Estado en Honduras tiene íntimas relaciones con el país. El Salvador ha tenido en su historia varios golpes de Estado como el perpetrado por el General Maximiliano Hernández Martínez en 1931, pero en 1944 también sacan Martínez a través de un Golpe de Estado, en 1961 se registra otro golpe dirigido por el Coronel Aníbal Portillo, derroca a la Junta de Gobierno y establece un Directorio Cívico Militar. El último de los golpes de Estado en El Salvador sucede en 1979. Una Junta Militar encabezada por los Coroneles Jaime Abdul Gutiérrez y Adolfo Majano, derrocan al Presidente Romero y es enviado al exilio, muy parecido por cierto a este golpe de Estado asestado contra Honduras, estos son los Golpes más reconocidos, pero nuestro país tiene una historia densa entre golpes y contragolpes.
Hablar de los impactos de este golpe perpetrado por el Pentágono y “Los Halcones” en contra de Honduras, es hablar de un golpe en contra de El Salvador, pero además deja totalmente al desnudo el hecho que los gobiernos incluyendo el de los Estados Unidos de Norteamérica no tienen nada qué hacer frente a las oligarquías transnacionales. Obama está maniatado en un país donde el poder del gobierno tanto a nivel nacional como internacional ha perdido un peso considerable, mientras las empresas transnacionales aparecen dominando los hilos de la política hegemónica.
La posición ambigua del gobierno de Funes resulta impresionante, un golpe de Estado en sus narices y la respuesta una posición muy poco clara, cuando Honduras es un país estratégico para El Salvador, en el tema geopolítico, pero además en el comercial. Sólo el cierre de las fronteras durante 24 horas afectara el Comercio Honduras-El Salvador por cerca de 1,6 millones de dólares, lo peor es que desde Honduras se importan la mayor parte de frutas y legumbres, que nuestro país gracias a la implementación de las medidas neoliberales, no es capaz de producir.
Históricamente Honduras ha sido un aliado natural en la geopolítica salvadoreña, durante décadas miles y hasta millones de compatriotas estuvieron residiendo en su territorio, en tiempos de la guerra civil fueron miles de salvadoreñas y salvadoreños los que salieron expulsados hacia su territorio. Por eso no contextualizar el impacto del golpe de Estado por parte del gobierno asombra poderosamente, porque es no estar en sintonía con la realidad.
A pesar de que Mauricio Funes está lejísimos de plantearse abanderar un quiebre entre la democracia participativa e impulsar un proceso para transformarla por una participativa, y a pesar de que ha disco públicamente cuando todavía era candidato a la presidencia, de que no reformará la constitución, lo que podría plantear un llamado a una constituyente, la amenaza de un golpe de Estado es latente, principalmente porque lo que demuestra Honduras no es que esto dependa de un presidente como Manuel Zelaya, la convocatoria a la constituyente viene desde el movimiento social, Zelaya únicamente entendió que transformar Honduras, pasa ineludiblemente por transformar esa maltrecha democracia representativa.
El mensaje es para el Movimiento Social y Popular Salvadoreño, que de seguir el avance de las luchas que vayan acumulando el poder necesario como para detener los avances neoliberales tendremos una respuesta contundente por parte del imperio, los golpes de Estado, ya que en la medida en la que un gobierno vaya cediendo ante las luchas del movimiento social organizado, y vaya transformando la sociedad, pues los ojos estarán puestos sobre nosotros.
Los escenarios son muy parecidos, y en estas dos últimas semanas El Salvador ha padecido situaciones similares con el escenario que se vivió en Honduras previo al golpe de Estado, con la elección de la Corte Suprema de Justicia y con las acciones realizadas por parte de la Asamblea Legislativa, la supuesta “independencia de poderes”, algo inexistente ha funcionado a favor de la derecha, que es la que al final ganó esa batalla, un defensor de la banca se convierte en el magistrado presidente, la Fiscalía va por el mismo camino y la Asamblea Legislativa está a merced de ellos, para agregar más leña al fuego, una Fuerza Armada experta en asestar golpes de Estado y sedienta de revancha luego de los Acuerdos de Paz, junto a un segmento muy amplio de la burguesía y una oligarquía estrafalariamente primitiva, cualquier parecido no es pura coincidencia, eso está muy claro.
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