Lo ocurrido en el Sitio del Niño es considerado el peor caso de contaminación ambiental en El Salvador.
Escrito por Magdalena Flores. Publicado en ContraPunto. .
SAN SALVADOR – Después de una larga e intensa jornada de diez días, al fin culminó la audiencia preliminar en el juicio en contra de Baterías de El Salvador -Record-, empresa que está siendo acusada por presuntamente haber contaminado con plomo el entorno ambiental del Cantón Sitio del Niño, en la zona costera del departamento de La Libertad.
La audiencia, que se instaló el 6 de julio y finalizó este 17 del mismo mes, estuvo llena de argumentos y alegatos por parte de las partes involucradas. Al final de dicha audiencia el juez, David Amael Morán, afirmó que la resolución de la audiencia preliminar se conocerá el próximo 27 de julio, a las ocho de mañana en el Centro Judicial de San Juan Opico.
La defensa espera que el caso no pase a vista pública – etapa en la que se condenan o dejan libre a los implicados –. En el extremo opuesto, fiscalía y los abogados demandantes están cien por cien seguros que el juez Morán fallará a su favor y el caso continuará a la siguiente etapa judicial.
En este caso están siendo juzgados por el delito de contaminación ambiental: Hugo Reynaldo Trujillo Díaz, Arturo Marenco Carballo y José Edgardo Brito Menéndez. Sin embargo, los principales directivos de la empresa aún siguen prófugos de la justicia.
Los prófugos que curiosamente ni la Interpol ha podido dar con ellos son: Ronald Antonio Lacayo, Sandra Cecilia Lacayo y José Ofilio Guardián Lacayo. Como siempre la justicia tarda en llegar, más cuando los implicados pertenecen a grupos élites del poder político o económico.
Un sueño casi hecho realidad
Hoy más que nunca la probabilidad de que se haga justicia con los pobladores del Sitio del Niño es más cercana, ya que después de haber suspendido cinco veces la audiencia preliminar al fin ésta concluyó y las expectativas por parte de las víctimas y demandantes son grandes.
“Hay prueba suficiente y creo que sí va pasar a juicio”, sostuvo una de las habitantes del Sitio del Niño que no quiso identificarse.
Al mismo tiempo replicó: “Desde el primer día estuvimos viniendo. Hemos invertido tiempo, paciencia, dinero y trabajo, pero esperamos que todo valga la pena”.
Por su parte, Henry Fino, abogado querellante, también demostró su optimismo que el caso pase a la siguiente etapa.
“Creo que la intensidad de la audiencia nos puede dar la conclusión de que el juez ya tiene clara cual es la situación, que sí existen normas y que hay participación de los imputados, y eso nos tranquiliza porque estamos casi seguros que pasamos a la siguiente etapa”, enfatizó Fino.
La defensa insistió a lo largo de la audiencia preliminar que no existen normas legales sobre las cuales se puede juzgar este delito de contaminación, y que los imputados no pueden ser juzgados porque ellos no tenían poder de decisión en la empresa.
“No hay delito, porque precisamente no hay norma como para medir que es lo que paso; segundo porque nuestros patrocinados no tenían poder de decisión dentro de Baterías de El Salvador como para que ellos pudieran evitar el resultado que se les imputa”, sostuvo Miguel Girón, abogado defensor.
Sin embargo, los abogados querellantes indicaron que sí existen normas legales que regulan este tipo de contaminación. Algunas de ellas están contempladas en el Convenio de Basilea. Las directrices de dicho convenio fueron ratificadas por El Salvador en 2002, según indicaron miembros de la fiscalía a ContraPunto.
Básicamente la directriz en la que se basa la fiscalía y abogados querellantes es la directriz 4.8 que dice: Toda Parte exigirá que los desechos peligrosos y otros desechos, que se vayan a exportar sean manejados de manera ambientalmente racional en el Estado de importación y en los demás lugares.
En su primera reunión las partes adoptarán directrices técnicas para el manejo ambientalmente racional de los desechos sometidos a este Convenio, detalla dicho artículo.
Record nunca contó con un plan para manipular los desechos tóxicos que la fabricación de baterías de automóviles generaba, ni mucho menos para garantizar que la zona no iba ser contaminada por estos químicos. Cabe aclarar que dicha fabrica fue cerrada en 2007 no por la contaminación que generaba, sino porque no contaba con todos los permisos necesarios para operar.
La defensa rechaza que los demandantes se amparen en el Convenio de Basilea, porque sostienen que El Salvador nunca ha sido muy diligente en proveerse de normas foráneas para incorporarlo a su sistema jurídico, y que por lo tanto no existen normas.
Aunque la fábrica fue cerrada hace casi dos años, en septiembre de 2007, todavía en su interior yacen 33 mil toneladas de desechos tóxicos que terminarán contaminando aún más la zona si no reciben un tratamiento adecuado.
Muchos de los habitantes del Sitio del Niño aún siguen padeciendo las consecuencias del plomo. Vómito, dolor de cabeza, anemia, entre otras enfermedades los siguen atacando
El pueblo se hizo sentir
Al finalizar la defensa su tiempo de réplica a los argumentos expuestos por la fiscalía y querellantes, a eso de la una de la tarde, del día 17 de julio, el juez decidió dar un receso de una hora, pero sin mediar palabra la defensa solicitó terminar la audiencia de una vez ya que sus clientes no iban a ser uso de su derecho a última palabra.
El juez decidió conceder cinco minutos de receso para incorporarse nuevamente. Así transcurridos este tiempo cuatro habitantes del Sitio del Niño pasaron al frente para hacer uso de su derecho a última palabra.
Despacio, pero con paso firme, dos mujeres y dos hombres pasaron al estrado. A todos les tocó presentarse. Entre ellos pasó Don René Gómez Colocho, un humilde hombre de 50 años de edad.
“Tengo 50 años, yo me he creado ahí –Cantón Sitio del Niño-. Antes nadie padecía de nada... fue hasta que la fábrica llegó que comenzamos a enfermarnos”.
En sus palabras de campesino también expreso: “yo no les voy hablar como los señores entendidos que hablan de Basilea, yo lo que sé, es que tengo cinco hijos y ellos están enfermos”. “Somos pobres, pues, mi hija Ángela Carrillo Gómez, estuvo cuatro meses en el hospital, sólo los de la misma comunidad nos ayudaban”, recordó Gómez.
Con su humilde vestimenta, Gómez, de tez morena, también hizo referencia a que los habitantes de la zona que diariamente acudieron a la audiencia realizada en el Centro Judicial Dr. Isidro Menéndez, de San Salvador, se sacrificaron por la salud de sus hijos, no como la defensa que se ha “sacrificado por amor al dinero”, exhortó.
Al mismo tiempo que enfatizó: “no podemos atribuirle a otra cosa la contaminación porque nosotros estamos 100% seguros que es la fabrica y no necesitamos ser expertos para decirlo”.
Por su parte, Claudia María Evangelista, recalcó que la comunidad afectada lo único que quiere es justicia, y que por lo menos en este momento con el cierre de la fábrica están descansando de adsorber tanto humo que Record emanaba.
De acuerdo al fiscal del caso, Bruno Urbina, de las 41 muestras realizadas en suelo, 37 aparecieron con muestras altísimas de plomo arriba de la norma establecida en el Convenio de Basilea. El parámetro establecido es de 25 miligramos por kilogramo.
“La máxima concentración la encontramos en el entorno de la empresa. Hay lugares que existen 36, 700 miligramos por kilogramos”, detalló el jurista.
Lo ocurrido en el Sitio del Niño es considerado el peor caso de contaminación ambiental en el país. Por su magnitud y todas las pruebas presentadas todo parece indicar que el próximo 27 de julio el juez va resolver pasar a la etapa de juicio, exteriorizó tanto la fiscalía como los abogados querellantes.
Se calcula que directamente más de 7 mil pobladores de este humilde cantón están siendo afectados, sobre todo aquellos que viven a menos de 1,500 metros alrededor de la fábrica.
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