El gobierno dibuja el nuevo rumbo del país

Desde la secretaría de asuntos estratégicos se diseña el mapa de acción que promete definir las líneas del progreso del país.

Escrito por Mirella Cáceres. Sábado 25 de Julio.

Gestionar, formular, proponer, asesorar, coordinar, articular. Seis palabras que resumen las intenciones del nuevo gobierno de saldarle al país una vieja deuda, la del desarrollo nacional. A casi dos meses de la gestión del nuevo gobierno de Mauricio Funes, estas palabras resumen lo que será el trabajo de la Secretaría de Asuntos Estratégicos.
Estas intenciones se entrecruzan, según el hombre de confianza de Funes, Franzi Hato Hasbún, en cuatro áreas: velar por la generación de condiciones favorables para la gobernabilidad democrática, la modernización del Estado, la transparencia de su gestión y los procesos de descentralización y desarrollo local.

Según Hasbún estas cuatro grandes áreas estratégicas configurarán un nuevo mapa de acción del gobierno central.

Partiendo de sus atribuciones y considerando que Hasbún es el jefe del gabinete político, su trabajo se perfila amplio, complejo y con enorme poder. Es quien, desde la casa de Gobierno, manejará los hilos que marcarán el rumbo del país, a fin de que todas las instancias gubernamentales y del Estado trabajen de manera integrada.

"La dimensión de esta secretaría es garantizar que el gobierno piense estratégicamente", afirma Hasbún, a manera de explicación del rol de la institución que encabeza y cuya primera línea de acción apunta a la territorialidad, a garantizar que las políticas gubernamentales "estén en el territorio".

Para tener presencia territorial, el gobierno central, junto con sus dependencias, se propone hacer una articulación con entidades del Estado, como las alcaldías, que están más cercanas a la gente, "pero que a veces funcionan como islas separadas", dice Hato.

Los gobernadores desarrollarán un rol activo en este ámbito. Tanto Hasbún como el titular de Gobernación, Humberto Centeno, han reiterado que éstos se alejarán del rol ideológico y partidario para dedicarse al desarrollo local (Ver nota aparte).

Bajo esta visión, el primer paso que se ha dado es la creación de la Subsecretaría de Desarrollo Territorial y el Consejo Nacional de Desarrollo Territorial (CNDT). En este último, un ente consultivo, estarán representadas distintas entidades que trabajan con las comunidades locales como la Corporación de Municipalidades de El Salvador (Comures), el Fondo de Inversión Social para el Desarrollo Local (FISDL) y el Instituto Salvadoreño para el Desarrollo Municipal (Isdem).

Óscar Ortiz, quien estará al frente del CNDT, dijo recientemente que esta instancia será un espacio de concertación y que permitirá a los líderes territoriales establecer un "gran pacto entre los territorios... desarrollar los municipios... a fin de ir generando las condiciones para mejorar poco a poco la calidad de vida de las familias".

Según el alcalde tecleño, desde esta estructura se construirían propuestas de iniciativas para que luego se conviertan en políticas públicas de nación.

Estas proyecciones despiertan expectativas en entidades que estarían involucradas. El segundo vicepresidente de Comures, Dany Rodríguez, dice que si bien no conoce de manera oficial los planes de acción, tiene nociones de cómo funcionarán estas estructuras.

"Tengo entendido que el Consejo de Desarrollo Territorial serviría de enlace con alcaldías para buscar un desarrollo más unificado, el fortalecimiento de las finanzas municipales y crear más transparencia", resume Rodríguez, también alcalde de Zaragoza, en La Libertad.

Para el edil, sería "espectacular" si los planes fueran de interés nacional y no partidario y si se tradujeran en beneficios para los municipios.

Salvador Samayoa, quien trabajó muchos años para la Comisión Nacional Desarrollo (CND), ve con esperanza el proyecto. Parte de la amplia experiencia que tienen tres integrantes del equipo de trabajo y que vuelven "prometedora" la institucionalidad que se ha creado. Se refiere a Guillermo Galván, el subsecretario de Desarrollo Territorial; Óscar Ortiz y Héctor Silva (en el FISDL).

"Este equipo de gobierno tiene más convicción y voluntad política, y quizá por tener más vínculos naturales con la gente de los sectores, el tema de la descentralización y el desarrollo local puede evolucionar. Puede hacerlo mejor este gobierno que los anteriores", opina Samayoa.

Para el también analista, las nuevas instituciones no tienen por qué comenzar de cero . "Si se toma en cuenta lo que la CND ha hecho, tienen una cantidad inmensa, no sólo de insumos para mejores políticas, sino para mejores planes de desarrollo... Si se tiene voluntad política y eficacia administrativa, el país puede dar un salto de calidad en los próximos cinco años", añade.

Entre esos documentos figuran Bases para el Plan de Nación, Informe de la Consulta Territorial, Estrategia Compartida para el Desarrollo Nacional y Puertos, la oportunidad de una nueva era de desarrollo, que, según Samayoa, tienen la ventaja de recoger la participación ciudadana.

Hasbún aseguró que "sí servirá de insumo el trabajo de la CND" en el nuevo proyecto. Es más, dijo que se reúne con ellos "casi todos los días".

Pero este esfuerzo implica articular cada pieza en función del desarrollo. "No me gusta la palabra coordinar, prefiero articular porque implica movimiento", dice Hasbún, para explicar el ritmo en el que trabajarán en esta nueva estrategia y en la que apostarán por el aprovechamiento de los recursos.

El tema de la descentralización de recursos, tan ligada a la territorialidad, también recobra vigencia. Durante años ha estado durmiendo sin que aterrice como un motor del progreso de los municipios.

En ese sentido, Hato no teme una pérdida de poder del gobierno central. En una entrevista televisiva reciente, dijo estar consciente de que a ningún gobierno central le gusta trasladar recursos y funciones porque pierde poder, pero que el presidente Funes ha dicho que se garantizará una profunda democratización del gobierno y de la sociedad. "Entonces, trasladar poder es estar pensando democráticamente, entonces hay que trasladar funciones, hay que definir recursos, formar capacidades", añadió.

Pero vender estas ideas y hacer que las distintas instancias, tanto gubernamentales como otras del Estado que no necesariamente pertenecen al partido oficial, funcionen de manera integrada y en aras de un proyecto nacional será el reto a vencer del equipo que dirige Franzi Hato Hasbún.

La receta para lograrlo parece cimentada en la capacidad de alcanzar acuerdos con los distintos sectores. "Sólo se pueden efectuar sobre la base de los acuerdos, sobre la disposición de garantizar un proceso que produzca beneficios a la población, es decir, equilibrar la sociedad", dice Hato.

Samayoa cree que el país ya ha caminado en este campo, sobre todo, por la cantidad de información sobre descentralización y desarrollo de los municipios que se ha generado en años, pero que es necesario que todo el Estado se autocorrija, y sobre todo el gobierno "para tener presencia en el territorio y para tener articulación entre distintas dependencias, tendrían que trabajar juntos MOP, MAG, Ambiente...".