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2009/07/13

Arias y Chávez: la paz y la guerra

Escrito por Geovani Galeas. Martes 14 de julio de 2009. Publicado por La Prensa Grafica.

Los centroamericanos aprendimos por dura experiencia propia que los inevitables conflictos de la convivencia social pueden y deben resolverse con el diálogo y la negociación bajo una mediación razonable y de buena fe. Esa experiencia pertenece ya a nuestro patrimonio cívico, y no es fácil que los trasnochados partidarios de hacer sonar los tambores de la guerra nos la hagan olvidar.

En Honduras hay dos problemas: el derrocamiento de un gobernante democráticamente elegido y el rompimiento de la constitucionalidad democrática por parte de ese mismo gobernante. Se trata de dos problemas igualmente graves, y no puede existir una solución efectiva basada en la atención a solo uno de ellos.

Más allá de los alegatos parciales hay una realidad: los golpistas no pueden aspirar a la gobernabilidad asentados en un poder sin fundamento constitucional, pero el presidente depuesto no puede retornar al poder sin revocar su decisión de no someterse al mandato de los poderes constitucionales.

El problema así planteado adquiere una configuración compleja pero no imposible de ser abordada y superada por el ejercicio de la razón política y jurídica.

Ahora, la Organización de Estados Americanos, que tuvo un destacado protagonismo en la primera fase de la crisis hondureña, ha quedado prácticamente relegada de los esfuerzos por solucionar el conflicto. El giro se operó cuando el gobierno de facto y el gobierno depuesto aceptaron, la semana pasada, la intervención del presidente de Costa Rica, Óscar Arias, como mediador en una negociación entre las partes.

Este movimiento, cuya especificidad consiste en promover el diálogo directo entre los enfrentados, y que por tanto toma en cuenta en igualdad de condiciones las versiones de unos y otros, también desfonda la pretensión del coronel Hugo Chávez y sus aliados del ALBA de imponer una solución unilateral al problema: la restitución incondicional e inmediata de Manuel Zelaya al poder.

La Organización de Estados Americanos, y particularmente su secretario general, José Miguel Insulza, al negarse a considerar los argumentos de quienes defenestraron a Manuel Zelaya, terminaron por coincidir con la postura del coronel Hugo Chávez. Pero el problema es que este último, según aquellos argumentos, es asimismo uno de los factores principales tanto en el desencadenamiento como en la profundización de la crisis.

El coronel Hugo Chávez, que ha llamado a los hondureños a la insurrección popular y ha ofrecido abiertamente su apoyo activo a la misma, en una clara e inaceptable actitud de injerencia en los asuntos internos de otro país, ha descalificado el proceso de diálogo y negociación, lo mismo que la mediación y al mediador, alegando que se trata de “una trampa dilatoria del imperialismo norteamericano”. En su lógica militar, la única solución pasa por “derrocar y barrer a los usurpadores”.

Pero entre el doctor Óscar Arias y el coronel Hugo Chávez hay un abismo en cuanto a las credenciales políticas y morales: el primero obtuvo el premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos en la búsqueda de una solución pacífica para los conflictos armados centroamericanos de los años ochenta; el segundo perpetró un sangriento y fallido golpe de Estado contra un gobierno elegido democráticamente en las urnas en los años noventa.

Óscar Arias preside una democracia ejemplar en Costa Rica, un país que ni siquiera tiene ejército, y ofrece literalmente su propia casa de habitación como sede del diálogo entre los hondureños; Hugo Chávez, empeñado en quedarse indefinidamente en el poder, impone a los venezolanos un régimen militarizado en constante escalada totalitaria, y amenaza incluso con enviar sus propias tropas a Honduras. En suma, la diferencia que hay entre Hugo Chávez y Óscar Arias es la misma que existe entre la guerra y la paz.

1 comentario:

  1. Mentiras.. nuestra situacion fuera peor o igual que la de Honduras si no hubiese sido por la guerra civil. Esto es duro aceptarlo pero es muy poco lo que se puede argumentar en contra. Es evidente que las derechas de la region no han avanzado mucho en su ideologia ni en su acefala manera de generar y mantener poder economico. Lo que los conflictos a los que se refiere el sr nos enseñan es que nuestras clases dominantes son altamente atrasadas, con mentalidad de ladrones colonizadores( estamos hablando de loquillos de hace ya mas de 500 años) que llegan a una tierra nueva, toman lo que pueden y de la noche a la mañana todo lo que alli residia es su propiedad privada, por que Dios asi lo queire, y pues los pobres que alli residian hasta antes de su llegada, por voluntad de Dios le deben pagar impuesto y ademas mostrar agradecimiento por vivir en el terruño recien robado. Es mas o menos esa la mentalidad de buena parte de la derecha de
    la region. Y es esa mentalidad la que mas o menos(temporalmente?) se derroto con la guerra. Por su puesto que hay que hablar y no hacer la guerra , pero quienes se atreveran a decir que la guerra en ES fue innecesaria? solo pensanttes como el escritor del articulo este.

    Zelaya pudo haber estado confundido pero si lo que el sr este dice es cierto, entonces con mucha mas razon pudieron haberle parado el carro sin necesidad de golpe, sin necesidad de asesinar al joven, sin necesidad de asesinar sindicalistas, sin necesidad de poner la mordaza a los medios etc etc. Llama la atencion que este sr es de esos
    que se autodenominan vigilantes de la democracia, pero no protesta por la expulsion de los periodistas venezolanos, no menciona la campaña de desinformacion en Honduras, no lamenta siquiera el asesinato del joven en el aeropuerto. Sorprende como se puede obviar todo eso y al mismo tiempo hacer referencia a las enseñanzas que nos dejo el conflicto interno salvadoreño. Las decadas sangrientas delatan lo inhumano de este grupo de gente que amaza el poder en la region y la situacion actual nos enseña que ese problema es actual todavia, no han avanzado, todavia es una opcion para la clase dominante matar,atemorizar, torturar gente para defender sus mezquinos intereses.
    Jugar a la democracia implica que Zelaya termine su periodo. Jugar a la democracia es jugar segun la constitucion. Zelaya es el presidente
    constitucional. Golpes de estado son sintomas de atraso, atraso que este sr(quien se cree de avanzada) quiere justificar.

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