Tensión y medios de comunicación

Estamos a menos de dos meses del inicio del nuevo gobierno y se han registrado anuncios en los diferentes rubros de acción del país, como la economía, la seguridad pública, lo social, que han provocado un debate amplio; pero también ha habido anuncios no oficiales y acciones alrededor de la libertad de expresión y la actividad en general de los medios de comunicación que más que análisis han provocado polémica, y ya llegaron al plano internacional.

Escrito por Gabriel Trillos. Domingo 12 de julio de 2009. Publicado por La Prensa Grafica.

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) lanzó el viernes una importante reflexión sobre El Salvador, luego de hacer un análisis de las declaraciones en las que ha estado insistiendo el nuevo ministro de Gobernación, Humberto Centeno, respecto a la regulación de contenidos de los medios de comunicación, argumentando la protección de la niñez. Declaraciones que han pasado al campo de la toma de medidas en instancias que dependen de esa cartera de Estado, como la Dirección de Espectáculos Públicos. En mi columna anterior, expuse que debía haber mayor discusión alrededor de deseos individuales de funcionarios sobre una actividad tan importante como los medios, en donde no debe primar la discrecionalidad.

La Comisión de Libertad de Prensa de la SIP externa su preocupación por este plan de Gobernación y como bien lo plantea el presidente de la comisión, Robert Rivard, es importante verificar que el objetivo del gobierno de querer proteger los intereses de la infancia no se desdibuje y no se vaya a convertir en un instrumento de censura. Así fue el inicio de la complicada, tensa, confrontativa y censuradora actitud de gobernantes como Hugo Chávez en Venezuela.

Tenemos por otro lado la tensión que ya ha provocado el Ministerio de Seguridad Pública con los medios de comunicación por la secretividad impuesta alrededor de las acciones policiales. Una actitud que por ningún lado se le encuentra un argumento sólido y cuyas intenciones se orientan a mantener desinformada a la población sobre los resultados de los planes en este campo de la seguridad, un ámbito que por cierto se ha desbordado en homicidios y extorsiones. El argumento en este caso es, por un lado, la excusa de que los operativos no son un espectáculo público y por otro, los derechos de los procesados, y por el contrario han ignorado el derecho a estar informados de la población y el derecho de la mayoría de potenciales víctimas.

Lo más preocupante es que las acciones de estos dos ministerios aún no han sido aclaradas por el presidente de la República, silencio que indica entonces un aval tácito a dichas decisiones que están en contra del libre ejercicio del periodismo y de la libertad de expresión.

Pero hay otros aspectos fundamentales que existen alrededor de este tema, también muy importantes y que no deben dejarse de lado en la agenda de prioridad de un gobierno que ha prometido total transparencia y equilibrio, pero que por el espacio serán profundizados en columnas próximas. Este es el tema de la ley de acceso a la información, el debate traído bajo el nombre de democratización de los medios y, por supuesto, la publicidad del gobierno.

Tomando el tercer aspecto, podemos ver ya la agenda de comunicación institucional del gobierno central y de sus ministerios con mucha fuerza en televisión, lo que se va convirtiendo en un sello preferencial por la pantalla chica frente a otros medios de comunicación de penetración y de liderazgo. El equilibrio en este rubro ha sido una vehemente promesa del mandatario que está en proceso de cumplir.

Sin duda, la actividad alrededor de los medios generará mucho debate y es importante que actores nacionales e instituciones internacionales como SIP, AIR y otras organizaciones estén al tanto de lo que acá va a suceder.