Comentarios mas recientes

2009/10/05

La nota del día: Al faltar la información proliferan los rumores

Para que haya discusión, buena y sustentada discusión, es imprescindible tener información, que se pongan las cartas sobre la mesa y se invite al examen de cada propuesta

Editorial. Lunes 5 de Octubre. Tomado de El Diario de Hoy.

En los años Cincuenta, la década durante la cual nuestro martirizado país entró en la era de las ocurrencias, alguien tuvo la brillante idea de prohibir los rumores. Los rumores (inclusive hay fabricantes de ellos) pueden desquiciar un vecindario, un pueblo o una nación. La única forma de combatirlos, de ponerlos a dormir para siempre, es con buena y verificable información; la luz y la verdad espantan a los espantos.
El problema que surge cuando un gobierno, entidad o asociación se encierra, es que proliferan los rumores, se exageran propósitos, se inventan objetivos y se revuelve la opinión pública. El encierro contribuye a la intranquilidad, la intranquilidad lleva a la inseguridad y la inseguridad, a muy corto plazo, socava la buena marcha de la cosa pública.

La anunciada reforma fiscal comienza con pies de barro: no se enuncian objetivos fuera de aumentar el ingreso, no se sabe quiénes van a elaborar anteproyectos y se tiene a la gente especulando sobre lo que puede o no puede ser. Más preocupante todavía es que no hay, dentro del gobierno, un equipo que parezca dispuesto a analizar con puertas y ventanas abiertas los lineamientos generales de lo que sería una reforma, fuera de declarar que -–y precisamente cuando la economía nacional y mundial atraviesa una grave crisis— se piensan recaudar más de trescientos millones de dólares adicionales y elevar el porcentaje recaudado del producto interno bruto a casi quince por ciento de un trece y medio.

Subir impuestos para superar una crisis o fortalecer el crecimiento económico, es el equivalente a recetarle sangrías a alguien que sufre de anemia. Es la sempiterna recomendación del Fondo Monetario Internacional culpable de colapsos económicos en muchos países. Steve Forbes dijo una vez que pedirle al FMI recetas para la prosperidad, equivalía a encargar a la KGB soviética la elaboración de una constitución democrática.

Sin debate pueden embarrancar el país

No se debe perder de vista que muchos de los impuestos, al igual que salarios y prestaciones, en última instancia no los pagan las empresas, sino los consumidores y la población en general. El caso más claro al respecto fueron los altos impuestos a la importación de productos externos que se fijaron durante los años de la gran demencia: quienes padecieron las consecuencias fueron los consumidores, casi forzados a comprar manufacturas de segunda a altos precios, además de las carestías y el contrabando que comenzó a abastecer el mercado. En el caso actual, se pretende quitar recursos a quienes los generan y los usan con eficiencia, para ponerlos en manos de burocracias ineficientes, como está sucediendo en el Seguro "Social", cuyos servicios están al borde del colapso en calidad, oportunidad y efectividad.

Ni la verdad ni el conocimiento ni la experiencia son monopolio de nadie, sino que los comparten por partes muchísimas personas y grupos. De allí la vital importancia y necesidad de que las políticas del actual gobierno, como de todo gobierno, se decanten después de extensos debates, de análisis, de mucho pensamiento. Pero para que haya discusión, buena y sustentada discusión, es imprescindible tener información, que se pongan las cartas sobre la mesa y se invite al examen de cada propuesta, de los beneficios que pueda acarrear y de los perjuicios que provoque.

Eso es lo que falta: que digan al país lo que están pensando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios que incluyan ofensas o amenazas no se publicaran.