Escrito por Manuel Hinds. Jueves 8 de Octubre. Tomado de El Diario de Hoy.
En artículos anteriores he comentado sobre el uso de dos presupuestos, uno ordinario y otro extraordinario, para volver menos transparente el proceso presupuestario y poner presiones a la Asamblea para aprobar más gastos y más deuda. Los problemas de la manipulación de las cifras del presupuesto con este propósito, sin embargo, no se detienen allí.
El gobierno pretende que el presupuesto "ordinario" que ha presentado para el año 2010 está balanceado como manda la Constitución, basado en los ingresos estimados con las leyes vigentes en el momento de su aprobación. Se requiere ser muy ingenuo para creer semejante afirmación, ya que todo indica que con las cifras propuestas el presupuesto estaría desfinanciado en al menos un 13% de los ingresos proyectados, equivalente a alrededor de 430 millones de dólares. Es importante notar que esto no es que el déficit sería de 430 millones de dólares sino que sería 430 millones de dólares mayor que lo estimado.
Las circunstancias se prestan para que este enorme desbalance se esconda en las cifras porque el gobierno está presuponiendo que los ingresos del año 2010 serán más o menos iguales a los que se presupusieron para 2009, lo que puede hacer pensar a los no informados que es un estimado conservador. Lo que el gobierno no está diciendo es que lo importante económicamente no es cuánto fueron los ingresos estimados para 2009, sino cuánto han sido los ingresos realmente colectados.
Como se muestra en la gráfica adjunta, los ingresos acumulados hasta agosto de 2009 están 13.3 por ciento debajo de lo que fueron en 2008. Esto quiere decir que para que los ingresos de 2010 alcanzaran el nivel de los reales de 2008, tendrían que crecer un 15.4 por ciento con respecto a 2009. No hay ninguna razón para suponer que esto podría suceder en medio de la crisis en la que estamos. Como se ve en la gráfica, a agosto no se veía una disminución en la tasa de caída de la recaudación que diera esperanzas de al menos una estabilización de los ingresos, mucho menos una recuperación tan fuerte como la que el gobierno está esperando.
Hay otras razones para proyectar los ingresos de 2010 a niveles no sólo menores a los de 2008 sino menores a los del 2009, incluyendo principalmente el impuesto sobre la renta, que va a disminuir mucho porque dicho impuesto se basa en las rentas de 2009, que han caído dramáticamente. El IVA ha caído también dramáticamente por la caída en los precios del petróleo desde los picos alcanzados en 2008. No hay la más mínima duda de que los ingresos del gobierno serán mucho menores que los presupuestos por el gobierno.
Si es tan claro que esto es así, ¿por qué será que el gobierno está haciendo proyecciones tan optimistas? Es muy fácil pensar en las razones. En primer lugar, al pretender que el presupuesto "ordinario" está balanceado puede pedir que se apruebe con mayoría simple, que ya tiene asegurada con el PCN. Si presentara el presupuesto con un estimado razonable de los ingresos, que daría un déficit de cerca de 400 millones de dólares, el gobierno tendría que incluir créditos por esa magnitud en el presupuesto y asegurarse los votos de ARENA para tener la mayoría calificada, dos acciones que tendrían costo político.
Podría argüirse que el gobierno no puede ganar con esta estrategia basada en una mentira. Más pronto que más tarde, la realidad se va a imponer y será obvio que el dinero no alcanza. Hay dos respuestas a esto. La primera es que el gobierno sí ganaría porque al no alcanzarle el dinero el gobierno se pararía y podría forzar a la oposición para dar los votos por los 400 millones adicionales y para pasar la reforma fiscal, echándole la culpa de la paralización del gobierno y sus servicios si esta se negara a darlos. La segunda respuesta es que este tipo de trucos erosiona la integridad institucional del país y nos hace perder a todos a la larga. ¿Quién puede creer que los ingresos fiscales puedan crecer 15 por ciento en medio de una crisis que todavía se está profundizando?
La mejor manera de detener estas burlas a la Constitución es ponerlas en evidencia. Una vez que el pueblo entienda que el presupuesto que el gobierno está presentando está desbalanceado por cerca de 400 millones de dólares, será muy difícil para los diputados que lo aprueben el hacerse los sorprendidos cuando los ingresos proyectados no alcancen y el gobierno, también fingiendo sorpresa, pida que le aprueben nuevos préstamos y una reforma fiscal que puede descarrilar aún más las posibilidades de recuperación económica del país. La oposición tiene una obligación hacia sus votantes de no caer en un engaño tan burdo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios que incluyan ofensas o amenazas no se publicaran.