1 de Ocubre. Tomado de Simpatizantes del FMLN.
Ahora “es el turno del ofendido”, como dijera nuestro poeta mayor, Roque Dalton. La hora es para los más vulnerables, los más humildes, los marginados, los despreciados, los vilipendiados y oprimidos de este país; los que dieron su voto y todo su cariño sincero al presidente Funes y a Salvador Sanchez Cerén.
Los recalcitrantes, los oscurantistas, los retardatarios de la sociedad, nunca estarán conformes, protestarán por todo, harán berrinches a diestra y siniestra, lanzarán permanentes campañas de miedo, de desinformación y de perversos rumores. Por todo eso : para ellos nada…para el pueblo todo!
Qué empeño diabólico suscitan en El Salvador de nuestros días esos perversos ataques tan enconados como los tempestuosos debates tan inútiles como peligrosos de la derecha recalcitrante contra el partido en el gobierno? Por qué irresistibles estímulos un buen día el presidente de Arena, Alfredo Cristiani, extiende la mano al mandatario y se muestra accesible al dialogo y a la concertación, y al otro reanuda sus amenazas de desestabilización? Qué duende tan burlón, cínico e irresponsable aconseja inmiscuirse de manera tan parcial e inquisitoria a la iglesia católica salvadorena en una pretendida reforma constitucional para ratificar la negación de matrimonios entre personas del mismo sexo? Ante una inmensa crisis financiera mundial, que irremediablemente nos afecta a nosotros, no podemos ofrecer un panorama de congruencia, siquiera en el mínimo necesario para entendernos unos a otros y saber qué ruta escogemos, por cuál marchamos y a qué meta nos dirigimos?
Y en ese tono y escenario plañidero, los medios de propaganda derechistas, mal llamados “medios de comunicación”, tan fieles y devotos a la poderosa oligarquía, se desayunaron este martes 29 de septiembre, con el mensaje y las palabras que el profesor Salvador Sánchez Cerén, en su calidad de miembro de la Comisión Política del FMLN, pronunció ante la multitudinaria concentración para respaldar el retorno a la constitucionalidad en Honduras, al tiempo de señalar los peligros que para la estabilidad política de América del Sur y Centro América representan las siete bases militares que los Estados Unidos se aprestan a instalar en Colombia. La reiteración de esta muestra de solidaridad, despertó viejos malestares, más idas y venidas, más vueltas y revueltas, toda proporción guardada, que la piedra filosofal, la cuadratura del círculo o la obsesión de la eternidad.
A los “calenturientos” y siempre cegados por el odio, este tipo de discursos, así como el acercamiento con el gobierno de Venezuela o la apertura de relaciones diplomáticas con Cuba, les hace resucitar viejas hogueras, reavivar fanatismos y resentimientos contra el gobierno de izquierda. Sacuden sus añejos trajes, le quitan el polvo a su fósil mente y lanzan el repetido mensaje de pedir a los salvadoreños que “luchen por sus libertades sagradas” o algo así. Quién encendió esa lumbrada que estaba oculta aparentemente bajo frías cenizas del tiempo y de mutua tolerancia que hace al gobierno hacer como si la derecha recalcitrante cumpliera las leyes o al menos mantuviera el supuesto mensaje de tranquilidad? No nos llamemos al engaño, el presidente Funes no debe escuchar los “cantos de sirena”, ni aceptar “como bueno” todo lo dicho por miembros de la cúpula empresarial. Lo señalamos, porque ellos no representan la totalidad de los empresarios salvadoreños, ni mucho menos por un ser tan despreciable y criminal como Alfredo Cristiani Burkard.
Está bien reclamar unidad para hacerle frente a los graves problemas del país, solicitar el aporte financiero de organismos mundiales y de países solidarios; pero no debe cederse al chantaje o a las amenazas veladas de empresarios reaccionarios y políticos trasnochados que únicamente buscan poner piedras en el camino o colocar estratégicamente cascaritas en el suelo para que resbalen o fracasen los programas sociales del gobierno. El frente común de los “grandes” medios de publicidad, con los sectores más retrógrados y retardatarios del país va encaminado no sólo a minimizar los logros y proyectos de bienestar popular del nuevo gobierno, sino que tambien a crear un clima de inestabilidad que en el corto plazo les signifique réditos para sus perversos proyectos electorales. Si en su agenda permanente figura el problema delincuencial, la crisis económica y el desempleo, es porque sus asesores les recomiendan no “quitar el dedo del renglón”, pues son los temas que más abaten a la población.
El gobierno y sus expertos en comunicación -lamentablemente muy pobres en resultados y proyecciones- deben salirle al paso a todos estos hechos, bien acelerando las medidas para frenar o reducir tanto la delincuencia como el desempleo, así como para reactivar la economía, y quitarle las perversas banderas de lucha a tan infames provocadores y pitonisas del desastre. No será únicamente con buenos propósitos, reiteradamente enunciados, o con slogans de “unidad nacional” que se pondrá fin a tan cínica campaña de desconcierto y de rumores encendidos, sino con hechos concretos, con planes a corto, mediano y largo plazo que lleguen y beneficien directamente a la población. La guerra librada por la derecha es de todos los instantes y su objetivo es el total fracaso del nuevo gobierno. Diariamente leemos en sus medios propagandísticos, encabezados como : “Gobierno fracasa en sus planes contra la delincuencia”; “Cuál fábrica de empleos?”; “Corrupción en la entrega de paquetes agrícolas”; “Gobierno sin definir rumbo en la economía”; etc.
Como ya lo hemos dicho en anteriores comentarios, los sectores económicamente poderosos, los que detentan el poder económico, ya han sido favorecidos en más de 188 años de, entre comillas, “vida independiente”; ahora “es el turno del ofendido”, como dijera nuestro poeta mayor, Roque Dalton. La hora es para los más vulnerables, los más humildes, los marginados, despreciados, vilipendiados y oprimidos de este país; los que dieron su voto y su cariño sincero al presidente Funes y a Salvador Sánchez Cerén. Los recalcitrantes, los oscurantistas, los retardatarios de la sociedad, nunca estarán conformes, protestarán por todo, harán “berrinches” a diestra y siniestra, lanzarán permanentes campañas de miedo, de desinformación y de perversos rumores. Por todo eso : para ellos nada…para el pueblo todo!
El comentario es bueno, tiene fundamento y es certero. Pero en algo esta un poco fuera de foco: las reglas del juego asumido no dan para mas. Eso hace que ese discurso de que es el tiempo de los mas humildes etc etc suena un poco panfletero y le quita un poco de seriedad pues no es asi. Nos guste o no los oligarcas con toda su mediocridad y "retardatarios" que son son desgraciadamente la otra parte del juego este y hay que tomarles en cuenta. Eso no quiere decir que los calificativos usados en el articulo pierdan validez. Ellos, la elite economica nacional, son todo y mas de lo que en el articulo se les atribuye.
ResponderEliminarYo en realidad no se de quien es, lo que si se es que para mejorar nuestro pais tenemos que dedicar un poco de tiempo a mejorar la calidad de vida aun en la miseria y desesperanza en la que nos metio la derecha junto con todo el espectro politico activo salvadoreño y eso es urgente. Podemos dar a luz a las mas atrevidas combinaciones de adjetivos para describir lo espantosamente obscuro y no-suficiente de la derecha salvadoreña pero aun asi no estaremos contribuyendo en casi nada para mejorar la complicada situacion que a diario vivimos. Hay que ponerse a la accion. Hay que salir a organizar jovenes, a darle sentido a la vida de miles de jovenes que nacen en estos 21000 kilometros cuadrados condenados de antemano a vivir sin esperanza, no les ofrecemos ni siquiera sueños, pues la realidad a la que salen es tan abrumadora que no les queda tiempo para soñar. Manos a la obra!!! todos...derechas e izquierdas,,,juntas pero no revueltas... esos izquierdistas que claman revolucionariedad pura deben de mojar el cuero... organicen jovenes... organicen actvidades de diverso tipo... politicas.. deportivas... sociales...religiosas... son nuestros jovenes...los de los barrios marginales... son nuestras bases las que mas sufren por la situacion actual.. nadie nos va a salvar.. es el frente...la izquierda... la que debe dar el mayor esfuerzo para aliviar la situacion.. hay que ocupar las mentes de nuestros jovencitos. El gobierno debe mendigar dinero en el exterior para financiar programas sociales.. pero nosotros, los de a pie, tenemos mucho que hacer. Esos izquierdistas panfleteros deben dejar de pensar tanta arenga esteril y hacer algo concreto para aliviar la situacion nacional. Dejen ya de hablar tanta paja.
ResponderEliminar