Las relaciones con Cuba son y deben ser un punto de honor para la izquierda salvadoreña

Es cierto que el nuevo gobierno, que presidirá Mauricio Funes, debe mantener o intensificar las relaciones cordiales y soberanas con los Estados Unidos, no sólo porque son relaciones históricas, sino por el realismo político, comercial y migratorio.

Y es que, Estados Unidos, representa para millares de salvadoreños y latinoamericanos, el país que puede llenar sus expectativas inmediatas, en algunos casos hasta vitales. Es decir, es tan paupérrima la vida en sus lugares de origen, que tienen que decidir entre morir de hambre o buscar la supervivencia en el gran país del norte.

Muchos, claro está, no sólo han alcanzado la supervivencia, sino el desarrollo pleno, a tal grado de convertirse en grandes profesionales y hasta empresarios.

De acuerdo a datos migratorios, en Estados Unidos podrían vivir cerca de dos y medio millones de salvadoreños y salvadoreñas indocumentadas.  De esos, unos 200 mil se han acogido al TPS, lo que les permite trabajar y tener vida legal, pero no pueden entrar y salir de ese país cuando quieran.
Esa millonaria población de salvadoreños en Estados Unidos, ha permitido un tipo de comercio para satisfacer, en mínima medida, el comercio nostálgico.

Es decir, es imposible desconocer esa realidad con Estados Unidos, por lo que no sólo debe mantenerse, sino que mejorarse. Claro está, en una situación de dignidad, de soberanía, situaciones que se perdieron durante la guerra civil y durante los cuatro gobiernos de ARENA. Obviamente, con la llegada a la presidencia de Barak Obama, se presume, esas relaciones con El Salvador y demás países del mundo deben tomar otro giro, en el que se respetará, sobre todo, la soberanía de los estados.

Ahora, bien, si el gobierno de Mauricio Funes está obligado a mejorar las relaciones con Estados Unidos, también está llamado a abrir y mantener excelentes relaciones con Cuba.

Hasta hoy, el Presidente Electo ha dicho una y otra vez, que abrirá relaciones con Cuba y mejorará esas relaciones con Venezuela, y nadie lo pone en duda. No obstante, están saliendo voces, desde la derecha, que buscan presionar o generar un ambiente negativo a una pronta reapertura con el gobierno de la patria de Martí, y que pueden crear alguna angustia entre la izquierda salvadoreña.
A esas voces hay que recordarles, que las Relaciones Diplomáticas son necesarias, en primer lugar, porque un país que está entrando a una etapa superior de su democracia, no puede ni debe, excluir sus relaciones con un país porque profesa un sistema de gobierno, diferente al nuestro. Además, siendo que en El Salvador, el gobierno lo ha ganado la izquierda, se vuelve hasta un punto de honor, tener esas relaciones con el pueblo cubano.

En segundo lugar, porque la derecha empresarial salvadoreña ya mantiene relaciones comerciales con la isla, entonces, ¿por qué no las diplomáticas?

Editorial de Diario Colatino Viernes, 03 de Abril de 2009 / 09:21 h