En la población existen muchas expectativas sobre los primeros cien días de gobierno, que es un período que sirve de parámetro para medir la labor del mandatario en todo el quinquenio. Es evidente que la crisis económica mundial, que ya se encuentra presente entre nosotros, será un obstáculo que el nuevo mandatario tendrá que resolver con mucha inteligencia, prudencia y especialmente con la colaboración de todos los que nos consideramos buenos salvadoreños y que amamos a nuestro país. En consecuencia es importante que el futuro mandatario comience a priorizar las tareas que tendrá que implementar al asumir el cargo el próximo 1.º de junio.
Para que la gestión del presidente electo sea exitosa es importante la gobernabilidad, para lo cual es imprescindible la reconciliación entre los sectores que durante la campaña electoral parecían irreconciliables con el proyecto de gobierno del FMLN.
Sería difícil y complicado para el nuevo gobernante lidiar con la crisis económica y continuar en confrontación con una oposición que no brinde apoyo a su gestión. No olvidemos que el próximo mandatario será el presidente de todos los salvadoreños, y aunque esta afirmación pueda no ser muy aceptable para algunos sectores de la oposición, constituye la llave para que el futuro gobierno pueda cristalizar sus proyectos de nación en pro del desarrollo del país.
Es alentador poder escuchar las declaraciones de algunos sectores de derecha especialmente a los pertenecientes a la gran empresa privada declarar que tienen la voluntad y la buena intención de ser una oposición propositiva que brindará apoyo a la gestión del nuevo gobierno.
Desde los primeros días el presidente electo tendrá que tomar medidas que propendan a hacer efectiva una mejor recaudación fiscal, controlando con efectividad no solo la elusión y la evasión fiscal que en el país tiene dimensiones enormes, sino también erradicando el contrabando y la corrupción en instituciones del Estado, que no permiten la solvencia económica del erario de la nación.
Obviamente que será necesario un mejor desempeño de las instituciones que llevan a cabo la contraloría para que realicen con mayor eficiencia su papel fiscalizador, imponiendo sanciones significativas a los evasores de impuestos así como a los que no trasladan el cobro del IVA al fisco, para ir sentando un precedente de que el nuevo Gobierno no será permisivo con esta clase de personas. Desde luego que habrá que realizar un pacto fiscal no solo con los grandes empresarios, sino con la pequeña y mediana empresa para involucrar a todos en el crecimiento fiscal del Estado.
También son de vital importancia las relaciones comerciales con otras regiones del planeta, implementando nuevos TLC obviando aquellos paradigmas del pasado que no nos han permitido tener relaciones comerciales con algunos países por la ideología que profesan. Es importante recordar al respecto el proverbio chino muy conocido que dice que no importa el color del gato, sino que sepa cazar ratones.
Es de suponer que habría que agotar todas las posibilidades existentes para que las instituciones financieras internacionales nos apoyen con empréstitos para el financiamiento de proyectos de país.
Es importante que el gabinete del nuevo mandatario tenga la capacidad e idoneidad necesarias para que en corto tiempo se vea la efectividad del nuevo Gobierno, porque el tiempo de las promesas ha finalizado y está por comenzar el momento de los hechos.
Escrito por Salvador Guevara Casco. Viernes 17 de Abril 2009. Publicado en La Prensa Grafica
Sencillo,sensato y or eso certero el articulo este, pero no deja de quedar una pregunta: habra escrito este sr algo asi sobre el gobierno de ARENA? Y si la respuesta es no ...por que?.
ResponderEliminarEs entendible que sea mas importante la colaboracion con arena en la oposicion que con el FMLN. No me cabe duda de que Funes y el Frente ya deberan tener alternativas a todas y muchas mas ideas que se mencionan en este articulo. Creen uds en realidad que el nuevo gobierno piensa encerrarse economicamente con una economia de remesas?. Es la derecha la que hace de las remesas un triunfo economico.