Cada cambio de gobernante arenero, significó dejar el poder en determinada clase conocida como los del “poder económico”, estos que se sirven del poder para su propio lucro; asimismo se estimuló el nacimiento de “empresas” con propietarios asociados al partido ARENA, los llamados “nuevos actores económicos”.
Como es fácil notar, lo anterior no se traduce como un “plan económico”, mucho menos en “planes de desarrollo”, aunque así se vendió en los medios de comunicación afines al partido, incluso como “la modernización del Estado”.
Dentro de este marco artificial de la economía, entonces, nos encontramos con que muchos políticos se volvieron “empresarios”, como por ejemplo, diputados areneros con “empresas” de vigilancia y alimentos proveedoras de los hospitales del Seguro Social; otros crearon “empresas proveedoras” de servicios y variados insumos, que ganaban las licitaciones ofreciendo el famoso “diezmo”, es decir el 10% al funcionario o al partido, cuando no más, según el tipo de negocio y la voracidad del contratante.
De paso el fenómeno de estos “empresarios” incluye el de las licitaciones promovidas por las alcaldías.
En el famoso caso de estafa de INSEPRO/FINCEPRO, salió a luz un memorándum de la presidencia en el que se autorizaba a todas las instituciones gubernamentales, incluyendo las semiautónomas, a depositar dinero en INSEPRO/FINCEPRO. Este famoso caso afectó incluso a las arcas de la Iglesia Católica.
Este mecanismo utilizado en este caso aplicado para alimentar a los “nuevos empresarios”, aunque con más o menos discreción.
Parte de la economía artificial fue la dolarización, que bajo este punto de vista, constituyó la mejor muestra de la inutilidad de la dirigencia arenera para la política monetaria y para manejar una política económica. De allí que la dolarización, sin ser parte de ningún plan económico, también es un fracaso, ya que no generó el anhelado desarrollo, ni la llegada de las inversiones.
La supuesta llegada de inversiones, fueron nada más ni nada menos que la aplicación en El Salvador de las modas mundiales de desarrollo. El caso de las maquilas es el mejor ejemplo. El país se abrió a las maquilas, incluso de nuevo vemos a muchos “empresarios” areneros invirtiendo en maquilas, bajo el ya cansado mote del desarrollo económico, y lo que resultó fue una explotación similar a la esclavitud de los trabajadores, y en el sacrificio inútil del campesino, que, al igual con la introducción del café, fue necesario crear mano de obra masiva artificial, cerrando verdaderas posibilidades del desarrollo agrícola.
Otra moda mundial de desarrollo que se está aplicando es el turismo. Sin embargo, este “potencial desarrollo”, está enfrentando la crisis económica mundial, lo que nos deja la pauta en pensar que el desarrollo de infraestructura hotelera, tiene que ver con el lavado de dinero, más que con una “industria turística”. Y si no fuera así, la aplicación de la “industria turística” en El Salvador, al igual que la maquila, no forma parte de ningún plan de desarrollo.
Si tomamos una lupa, y nos acercamos al supuesto “desarrollo” del país, veremos que este obedece a las necesidades de los “poderosos”. Caso claro es el complejo de carreteras desarrolladas en la que fuera Finca El Espino, ahora en manos de los Dueñas y los Poma. Allí se han construido el Bulevar Jerusalén, la Avenida Chiltiupán, el inconcluso Bulevar “Diego de Holguín”, en las propiedades que desarrolla la constructora Roble de los Poma y cerca de la propiedad de los Dueñas. En determinado momento un ministro justificó estas calles aduciendo que eran para despejar el tráfico pesado, y para evitar la, sorpréndase, la contaminación que emana de los vehículos. Estas vías fueron construidas siguiendo un patrón de “desarrollo” sugerido por los Poma y con nuestros impuestos.
Como hace poco declaró a la publicación digital “Raíces”, y luego reproducidas por Diario Co Latino, el investigador Leonel Gómez, “que hay personas involucradas en tráfico de drogas, no que ellos mismos trafican la droga, sino que estas personas han facilitado que otros trafiquen drogas”. Y se sabe que el narcotráfico es uno de los factores que impulsan la economía artificial.
Un caso de dudosa investigación es el asesinato de los diputados salvadoreños del partido ARENA en Guatemala. Al menos uno de ellos se sabe estaba involucrado en el tráfico de drogas, situación que ha sido bien cubierta por el gobierno salvadoreño, por supuesto, con dicho partido en el poder.
Otra “medida económica” de los gobiernos areneros son los famosos “subsidios”. Esto tiene origen también en modas impuestas por los organismos financieros mundiales, como otras aplicadas, pero que en El Salvador fue aplicado no con el sentido humano requerido, sino con el ya con alto desarrollo sentido de la corrupción.
Lo raro de estos subsidios es que se dan a empresas que tienen constante entrada de dinero: el transporte público, el gas licuado, el servicio de energía eléctrica, y una semiautónoma, el servicio de agua.
La justificación, al principio fue el elevado costo mundial de la gasolina, pero al bajar los precios se mantiene el subsidio, que dicho sea de paso, no se conoce el mecanismo ni los criterios por los que es adjudicado.
Es de voz popular que el subsidio al gas licuado se paga al presentar simplemente un recibo por los millones respectivos sin justificación técnica de ninguna clase, igual el del transporte, el de la energía, el del agua… el subsidio es en realidad un millonario derroche de dinero que ya no tiene justificación.
Otra inyección artificial a la economía artificial, es la evasión de impuestos, tanto de “empresarios” afines al gobierno, como de transnacionales operando en el país. Esta evasión escandalosa ya ha sido denunciada, tanto por analistas locales como por los Estados Unidos, por vía de sus embajadores. Una muestra de ello es que en la venta de bancos cuyos propietarios fueron afines al gobierno, evadieron casi 80 millones de dólares en impuestos.
También son parte de la economía artificial los préstamos, muchos de ellos derrochados o perdidos en la corrupción, como los 30 millones destinados para la construcción del Hospital de Maternidad de los que el Ministro de Salud ni el representante del Banco Mundial dan razón. Se estima en casi dos billones de dólares lo perdido en préstamos, muchos de ellos hechos para el “desarrollo”, pero diluidos en costosas consultorías u “otros gastos”. A estos famosos “préstamos” le agregamos los famosos fideicomisos estatales inventados al negar la izquierda parlamentaria sus votos para más endeudamiento. Una deuda artificial que debe pagarse.
Tampoco es despreciable el abono a la economía artificial, de los préstamos bancarios, es importante no olvidar la “limpieza” de la deuda de los bancos antes de privatizarlos, muchas de esas deudas eran de personajes afines al partido ARENA, y al final los bancos quedaron en manos de miembros de dicho partido.
Por otra parte que es la misma parte, el escandaloso saqueo del estado por sonados casos de corrupción, ninguno de ellos investigados, o si lo fueron con resultados decepcionantes para la ciudadanía. Asimismo, el saqueo de las instituciones gubernamentales vía vales de gasolina, utilización de vehículos para fines estatales, el pago de planillas fantasmas para los activistas políticos con fondos estatales, etc., son abono para la economía artificial.
En el campo de las remesas familiares, es fácil advertir que están abonando a una economía artificial que no produce nada, esta es la verdadera importancia de las remesas, disfrazadas como “aporte importante al desarrollo (¿?)”.
Así tenemos, como corolario de este no tan profundo paseo por la economía artificial de ARENA, que alteraron las famosas cifras económicas. Si se echa un vistazo a la cifra del crecimiento económico, que proyecta cada año la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), con las declaraciones en este campo del gobierno salvadoreño, es sorprendente que sin ningún estudio técnico, el gobierno anuncia que el crecimiento de El Salvador será ¡igual a la cifra de CEPAL! Si CEPAL anuncia baja, el gobierno también.
Unas de las últimas alteraciones fue la del Censo 2008, ajustada para que respondiera a un crecimiento económico artificial, es decir a un artificial Producto Interno Bruto (PIB).
Este es ni más ni menos el panorama económico del nuevo gobierno de izquierda, cuyo principal problema será enfrentar las consecuencias de eliminar la economía artificial que hereda, que como vemos serán de amplia repercusión, en especial cuando, como resultado de esta economía artificial, el pueblo salvadoreño ha recurrido para sobrevivir a la inmigración, la venta de contrabando, la venta de discos piratas, la invasión de las calles para vender cualquier cosa, la evasión de impuestos, la prostitución, la delincuencia… con efectos en la salud, el medio ambiente, la educación, la seguridad, la estabilidad social, la gobernabilidad… Es decir, El Salvador ha estado viviendo en un país artificial, como se dice en la vox populi, en el maravilloso país de Alicia, una especie de Matrix, en donde a la población se le ha ocultado el desastre creado.
Escrito por Néstor Martínez Periodista/Escritor. Publicado en Salvadoreños en el Mundo
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