Editorial de El Diario de Hoy.Miércoles, 22 de Abril de 2009
No existe ningún empresario de importancia --el término correcto es emprendedor-- que conscientemente busque perpetuar o ahondar la pobreza en el país. La mayoría de negocios y actividades se beneficia cuando el nivel de vida de la población se eleva: hay más ventas, movimiento económico, mejores oportunidades.
Fue precisamente con el propósito de ampliar mercados e incrementar el giro de sus empresas, que todas las gremiales del sector productivo apoyaron el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y además promueven la reducción arancelaria. Lo hacen recordando los perniciosos efectos de las barreras arancelarias y las restricciones a la importación impuestas a partir del nefasto Directorio Cívico Militar de inicios de la Década de los Sesenta. Una política clave de la primera presidencia de ARENA fue eliminar el proteccionismo y fomentar el intercambio con otros países y la región.
Más significativo aún es que las gremiales de la mediana y la pequeña empresa fueron unánimes en su respaldo al TLC, desmintiendo que la apertura de nuestro mercado les amenazaba.
¿Quién puede beneficiarse de que la gente apenas tenga para comer y subsistir? Castro y los regímenes comunistas, que hay y hubo, usan la pobreza como una arma de control político. Cuando los pobladores tienen que pasarse horas en fila para obtener alimentos o artículos de cualquier naturaleza, no tienen ni tiempo ni fuerza para conspirar ni menos para rebelarse. El que protesta se queda de inmediato sin alimentos, sin vivienda y sin empleo, además de ir a dar a la cárcel. Ese férreo control sobre la gente es sólo posible cuando hay un único empleador, un único dispensador de bienes y un único productor.
Lo material en el país es obra de empresas
Es además falso que existan grupos empresariales que conspiren para mantener la pobreza, combatir las pequeñas y medianas empresas que se establezcan o formar monopolios y argollas excluyentes. Esa es la tesis que propaga la YS "universidad curas de sotana roja", calumnia originada en su ignorancia respecto a cómo funcionan los mercados en una economía abierta. La sola operación del Tratado de Libre Comercio de El Salvador vuelve imposible formar monopolios, aunque haya empresas que gracias a su trayectoria, sus buenos productos y agresivo mercadeo, mantengan su liderazgo. Pero el hecho de que sean muy pocos los negocios y las marcas con más de cincuenta años de presencia en el país comprueba que hay gran movilidad empresarial y de negocios, tanto para arriba como para abajo; los grandes almacenes de los Años Cincuenta prácticamente han desaparecido.
Todo lo material que vemos "con nuestros propios ojos" en esta tierra, es el resultado del trabajo y la creatividad de las empresas y negocios. Las carreteras, los hospitales, los cuerpos de seguridad, las escuelas y las oficinas públicas, al igual que los centros comerciales, las fábricas, las maquilas y la totalidad de comercios que hay en el país, son el fruto de empresarios grandes, chicos y medianos. Ellos generan riqueza y también generan los recursos con que los gobiernos hacen su obra y prestan servicios.
La Universidad Nacional al igual que la "universidad curas de sotana roja" son asimismo obra sostenida y montada por la riqueza generada por la actividad empresarial. En lugar de atacar y acusar, deben agradecer al sector productivo por su aporte al país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios que incluyan ofensas o amenazas no se publicaran.